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Quien tiene perro ya no puede imaginarse su vida sin él; como es bien sabido, es el mejor amigo del hombre y está siempre a su lado. Los canes nos ayudan en muchas situaciones y, a menudo, sin que ni siquiera nos demos cuenta. Descubre las 7 razones por las que los perros hacen que nuestra vida sea mejor.
Cualquier dueño afirmaría que su perro le hace bien, de hecho, esta sensación se ha demostrado científicamente, y es que los perros disminuyen los niveles de estrés de sus humanos. Varios investigadores estadounidenses han constatado que al acariciarlos se segrega gran cantidad de hormonas de la felicidad, a la vez que se reduce la producción de la hormona del estrés.
Los investigadores quisieron realizar el estudio con profesionales que cada día se enfrentasen a altos niveles de estrés y decidieron seleccionar agentes de bolsa solteros. La investigación demostró que la presencia de estos animales tuvo efectos positivos en el grupo de control. Para ello, se analizaron los síntomas de estrés típicos, como el aumento de la presión sanguínea, de la frecuencia cardiaca y la sudoración, y observaron que, ante situaciones de estrés, las personas con perro se mostraron significativamente más calmadas. Lo mismo sucede en las empresas que permiten que los canes acudan al trabajo con sus dueños: los empleados experimentan menos estrés y viven de forma más positiva el día a día. Este hecho también se ha demostrado gracias a varios estudios.
Cuando estamos estresados, aumenta nuestra presión sanguínea, y una tensión arterial alta de manera continuada supone un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Puesto que los perros influyen positivamente en el nivel de estrés de una persona, pueden, en consecuencia, disminuir las probabilidades de padecer estas patologías. Pasear con ellos también es beneficioso para el sistema cardiovascular y ayuda a mantenerse sano.
A muchos padres les preocupa que tener un perro en casa pueda afectar la salud de sus pequeños, pero es precisamente al contrario: los estudios han probado que los niños que se han criado con perros tienen menos probabilidades de desarrollar alergias. Sin embargo, esto solo es aplicable si no existen antecedentes previos de alergias en la familia.
¿Sabías que…?
Los niños que han crecido junto a un perro se benefician también de otras ventajas, según afirman algunos estudios. Por ejemplo, los canes les ayudan a forjar su personalidad, a aprender antes a adquirir responsabilidades y a desarrollar mejores competencias sociales. También pueden fomentar el aprendizaje, como es el caso de los perros de lectura, que se utilizan en determinados programas para niños con dificultad para leer. La actividad consiste en que los niños lean en voz alta a los perros, que, además de no juzgarles, les transmiten sensación de seguridad.
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La falta de ejercicio y el consecuente sobrepeso incrementan el riesgo de padecer numerosas enfermedades. Los perros hacen que sus dueños se mantengan en forma, ya que es necesario sacarlos a pasear, y no solo el tiempo justo para que hagan sus necesidades, sino para que practiquen deporte, con lo que, al mismo tiempo, también lo hace el dueño. Así, los largos paseos y ratos de juegos logran que ambos conserven una buena forma física, un peso adecuado y un buen estado de salud. Además, la actividad al aire libre refuerza el sistema inmunitario.
Con un can resulta mucho más sencillo entablar conversación; los dueños enseguida comienzan a charlar unos con otros, pues siempre tienen cosas en común sobre las que hablar. Los perros protegen del aislamiento social, sobre todo, a muchas personas mayores, para quienes sacar a pasear a su mascota es el mayor estímulo para salir al exterior.
Los perros de asistencia, también llamados de servicio, reciben un entrenamiento especial para convivir con personas con discapacidad física o intelectual o con determinadas enfermedades y para ayudarles en las tareas cotidianas. Los más conocidos son los perros guía, que ayudan a orientarse a las personas con discapacidad visual y son un gran apoyo para ellas. Los perros de señalización de sonidos, que acompañan a las personas con discapacidad auditiva o los perros de asistencia para personas con epilepsia también se cuentan entre los mejores ayudantes.
Otro tipo de perros de asistencia son los perros de alerta médica, que viven con personas con alguna enfermad potencialmente peligrosa. Existen, por ejemplo, perros de alerta médica para personas con diabetes, capaces de detectar los niveles de azúcar en sangre y de anticipar una hiperglucemia o una hipoglucemia.
Los que también requieren una formación especial son los perros de salvamento, que, gracias a su magnífico olfato, pueden rastrear grandes superficies en poco tiempo. Los perros de salvamento trabajan por relevos y son de gran utilidad, por ejemplo, en la búsqueda de personas desaparecidas en avalanchas, terremotos, naufragios y más.
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