A muchos perros les encanta escarbar en el jardín.
¿Tienes un jardín o huerto en el que te gusta pasar ratos agradables con tu perro? ¡Estupendo! Sin embargo, cuando tu perro se pone a escarbar, la diversión se va al garete. Te explicamos por qué escarban los perros y cómo quitarles la costumbre.
Los aficionados a la jardinería hacen lo que pueden para proteger los arriates y el césped de los agujeros. No obstante, a los perros les encanta surcar la tierra con las patas. Pero ¿por qué escarban los perros con tanto ahínco? A continuación te resumimos las distintas causas.
1. El perro es un cazador de ratones
Muchos perros tienen el instinto de caza en la sangre y muchas presas viven bajo tierra. Es verdad que es poco probable encontrar madrigueras de tejones o zorros en tu jardín. Eso sí, alguna que otra ratonera o topera puede haber.
El perro primero mete la nariz en la tierra para percibir los tentadores aromas, pero tiene que acercarse más. Como ya habrás adivinado, para liberar el camino para que le quepa el morro, lógicamente, tiene que escarbar. A las razas como el terrier y el teckel, particularmente, les encanta escarbar.
¿Vas a plantar flores en la tierra? Obviamente, tu fiel amigo quiere ayudarte, lo que significa que tiene que escarbar con ahínco. ¿Tu perro va galopando detrás de ti por el jardín, sacando pecho, con el plantón en la boca?
¡Respira hondo! La jardinería es una afición que ofrece muchos estímulos a los perros. Cuando escarbamos la tierra, esto anima a muchos a hacer lo mismo. La tierra recién removida les resulta muy atractiva para escarbar. Así pues, el trabajo en equipo es superdivertido, al menos para el perro.
Hacer hoyos en la tierra es uno de los instintos más primitivos de muchos animales. Un hoyo los protege del frío en invierno cuando nieva y es un lugar fresquito en verano. Además, las perras en celo o embarazadas tienden a querer escarbar un nido. En cualquier caso, se trata de conseguir un lugar de reposo natural con marca de la casa.
Un perro que escarba en el jardín también lo hace para esconder un pequeño stock. Normalmente, este se limita a ciertos artículos para masticar. Hay perros que entierran huesos después de haberlos roído un rato. Otros los entierran justo después de recibirlos para desenterrarlos inmediatamente después y morderlos a placer.
Los hay que también esconden snacks que no les gustan demasiado. A veces, el snack poco apetecible se vuelve interesante con el aroma correcto del jardín. Semanas después, lo vuelven a desenterrar para degustarlo.
5. Aburrimiento
A menudo, el comportamiento indeseado se debe a otro problema, como el aburrimiento. «Puerta del jardín abierta, perro fuera» no es una buena idea para entretener al perro. Los perros que no se desfogan lo suficiente se buscan el entretenimiento solos.
Escarbar en el jardín les viene al pelo. Es divertido y el cuidador les suele dar después justamente lo que quieren: atención, aunque sea una regañina. Además, un perro puede escarbar por aburrimiento y, a la vez, cazar ratones y enterrar huesos.
Por otra parte, roer objetos y ladrar mucho también son comportamientos que apuntan a aburrimiento.
Cómo quitarle la costumbre
Primero debes pensar en si tu perro tiene todo lo que necesita: una cama acogedora o una cajita para cachorros y suficiente entretenimiento.
Para jardineros aficionados: entrena con el perro antes de ponerte a trabajar en el jardín para que esté agotado cuando empieces. Cuando comiences a trabajar, tienes dos opciones: prohibirle que te ayude y dejar que se tumbe cerca o ponerle la correa.
La segunda opción consiste en integrar al perro en el trabajo con tareas. Por ejemplo, puedes practicar trucos entre medias o dejarle un rincón para escarbar (ver abajo) para él solo.
Consejos
Esquina para escarbar propia
Si a tu perro le gusta escarbar en el jardín o huerto, un rincón para escarbar es una buena alternativa. Delimita una esquina suficientemente grande en el jardín. Cuando tu perro empiece a escarbar, llévalo a su esquina.
Puedes hacer que sea más atractiva, por ejemplo, escarbando tú mismo/a un poco al principio o escondiendo una golosina, un snack masticable o comida.
Sin embargo, no hay garantía de que el perro acepte esta alternativa, aunque las probabilidades con perros jóvenes son muchas.
No a escarbar
En cuanto tu perro empiece a escarbar, haz la señal habitual para que pare, como no o para. Sin embargo, para evitar que lo haga a la larga, deberás prohibírselo en todas partes. Y es que escarbar durante los paseos, principalmente para cazar ratones, fomenta el instinto de caza en la tierra.
Importante: Para esta variante, según el perro, debes tener mucha paciencia y perseverancia en el adiestramiento. Cualquier sensación de éxito, ya sea en casa o fuera, despierta el instinto de escarbar para encontrar cosas nuevas. Como sucede a menudo con el adiestramiento canino, un perro desfogado aprende más rápido y a más largo plazo.
Protección para los arriates
Si te gusta estar en tu jardín o huerto, pero tienes un escarbador apasionado, puedes proteger los arriates con vallas. Para algunos jardineros aficionados, es menos laborioso montar una valla que mantener prohibiciones con paciencia. Otra opción son los bancales elevados que estén fuera del alcance del perro.
Así, podrás hacer una siestecita en la tumbona sin preocuparte de que, cuando te despiertes, el perro haya desenterrado todo el bancal.
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