Perros miedosos: ¿qué hacer?

Perros miedosos

Hay perros valientes, pero también inseguros. Lo importante es darle a tu peludo mucha autoconfianza.

En principio, que un perro se muestre reservado ante cosas nuevas no es motivo de preocupación. El problema viene cuando el perro muestra mucho miedo en situaciones cotidianas. En esos casos, un ruido fuerte o una escalera pueden desconcertarlo sobremanera. Los perros miedosos hacen que el día a día sea todo un desafío y padecen un estrés desorbitado. En este artículo te damos consejos sobre cómo ayudar a tu peludo a tener más seguridad en sí mismo.

El perro tiene miedo: ¿por qué?

Los motivos por los que un perro puede ser miedoso son muchos: malas experiencias con personas, errores de adiestramiento o predisposición.

La base de un perro seguro de sí mismo es una buena fase de impronta llena de estímulos. Si un cachorro ha conocido y vivido muchas cosas, en general se mostrará abierto a cosas nuevas.

Para un perro adulto, una autoconfianza sólida es el mejor escudo contra el miedo. Además, en el día a día debes fijarte en los intensificadores inconscientes. Esto significa que, si tu perro tiene miedo, no lo riñas ni te pongas nervioso. Esto refuerza el sentimiento del perro de que su miedo está justificado. Esto es muy frecuente en perros que gruñen o ladran por miedo.

Cómo detectarlo

Pero ¿cómo se detecta a los perros miedosos o el miedo en perros? Las cuatro efes son muy importantes en este sentido. Se refieren a términos ingleses que describen los cuatro comportamientos típicos de los perros con miedo. Entre paréntesis hemos añadido la traducción al español.

Flight (huida)

Flight, o huida, no quiere decir necesariamente que el perro se esfume inmediatamente, aunque es posible en casos extremos. Basta con que rehúya la situación o dé unos pasos hacia atrás. De este modo, los perros asustadizos se alejan de la causa del miedo.

Perros miedosos © sonyachny / stock.adobe.com
Si un perro retrocede o mantiene la distancia con un objeto, este es un primer indicio de miedo.

Fight (ataque)

Con esta reacción, el perro muestra un comportamiento agresivo. Se le dilatan las pupilas y se le aplanan las orejas. Además, enseña los dientes y gruñe o ladra. A continuación, puede marcar y, en casos extremos, morder. Esta agresión suele producirse cuando el perro no puede huir, es decir, se siente entre la espada y la pared, p. ej., por la correa.

Freeze (inmovilización)

Una forma de conducta de evasión, similar a la huida, es la inmovilización del perro. Es como si se quedara de piedra. Este es un instinto ancestral con el que los animales esperan poder pasarle desapercibidos al depredador. En este estado, ninguna orden ni atracción con comida funcionan. Lo único que se puede hacer es esperar o eliminar la causa del miedo.

Fiddle about (infantilidad)

Combatir la inseguridad con un sentido del humor candoroso también es algo que hacen los perros. Cuando los perros miedosos se sienten inseguros, empiezan a jugar. Pero no lo hacen relajados, sino que no dejan de parar de jugar para mirar a su alrededor por miedo. Algunos se abalanzan contra personas u otros perros. El fiddle about está relacionado con los comportamientos de salto.

Es frecuente que también se hable de las cinco efes (five F of fear), siendo la quinta faint (desmayo). Sin embargo, los desmayos desempeñan un papel secundario en la vida cotidiana.

Otros elementos del lenguaje corporal de los perros miedosos

Otros indicios de miedo en perros pueden ser:

  • Señales de apaciguamiento, como mover la lengua
  • Bostezos
  • Mordiscos en la correa
  • Postura agazapada, cola apretada y cuarto trasero gacho
  • Temblores

Cómo detectar el miedo crónico

A un estímulo exterior determinado le sigue una reacción. Normalmente, así es como se puede averiguar de qué tiene miedo el perro.

Sin embargo, hay perros sensibles que se encuentran en un estado de miedo permanente. Una causa frecuente de esto es la falta de socialización en edad de cachorro o traumas, como maltratos o accidentes.

Este miedo crónico puede manifestarse, por ejemplo, en forma de lamidos o mordisqueos intensivos. Además, los problemas gastrointestinales crónicos, como la gastritis, pueden esconder un trastorno de ansiedad. Si sospechas que este puede ser el caso, deberías hablar sobre cómo proceder con un veterinario o psicólogo de animales.

Lectura recomendada: ¿quieres entender mejor el lenguaje corporal de tu perro? Lee este artículo al respecto: Cómo entender el lenguaje canino.

¿Cómo se puede ayudar a los perros asustadizos?

Lo primero y más importante es mantener la calma cuando tu perro tenga miedo: tú eres su pilar.

Al primer signo de miedo en situaciones nuevas, tu lenguaje corporal debe ser relajado. Si, como líder de la manada, no muestras preocupación, el perro se dará cuenta de que el peligro no puede ser tan malo.

En perros miedosos por naturaleza, también puede ayudar abordar proactivamente las pequeñas inseguridades y superar las situaciones de peligro juntos.

Nunca riñas a tu perro en situaciones que le causen miedo. Por otra parte, un consuelo intensivo también puede ser contraproducente. Esto no significa que lo ignores. Dile palabras reconfortantes, pero no lo mimes.

Cómo reforzar la autoconfianza de los perros miedosos

Debes crear muchas situaciones que refuercen la autoconfianza de tu perro. Por ejemplo, enséñale trucos en un entorno tranquilo y elógialo generosamente cuando los haga.

El adiestramiento con mucho refuerzo positivo aporta a todos los perros un buen chute de autoestima a la larga, les da seguridad y, además, fortalece el vínculo.

Si todo acaba bien, ¡todo va bien!

También es importante acabar los ejercicios para combatir el miedo con una experiencia positiva.

¿El perro no se atreve a acercarse al objeto en cuestión? Entonces, quédate de pie tranquilamente con el perro atado con correa hasta que sea evidente que se ha calmado. A continuación, dale una golosina y emprende la retirada con calma.

Ayuda para perros miedosos: asociaciones positivas

Con algunos desencadenantes concretos, la comida o los juegos pueden ser tus aliados. Con una golosina, el peligro ya no es ni la mitad de grande.

Atrévete a avanzar poco a poco con tu perro. Los expertos llaman a esto desensibilización. Sin embargo, procura controlar bien los tiempos para no reforzar conductas indeseadas, como los gruñidos.

Perros miedosos © Magnus Pomm / stock.adobe.com
Hay muchas situaciones cotidianas que pueden provocar miedo en perros. Los objetos o ruidos desconocidos son solo dos posibles desencadenantes.

Situaciones típicas

A continuación, hemos reunido algunos ejemplos de situaciones cotidianas que suelen provocar miedo. También te damos consejos para lidiar con ellas.

Objetos

Miedo a objetos inquietantes

Si el desencadenante del miedo es visual, asócialo con algo positivo, como comida. Por ejemplo, con el perro atado con correa, pon una golosina o un snack masticable a una distancia tolerable respecto al objeto inquietante. La masticación prolongada es ideal en este caso porque los perros miedosos pasan mucho tiempo en modo de relajación.

Jugar cerca también puede calmar a tu peludo. Para ello, es mejor que utilices un juguete que ya conozca, ya que cualquier novedad podría ponerlo aún más nervioso.

Sin embargo, pueden pasar días o semanas hasta que veas progresos, sobre todo en animales mayores. ¡Ten paciencia!

Personas

Miedo a personas

Los perros jóvenes, en particular, muestran signos de miedo cuando se enfrentan a lo desconocido. Para ellos, muchas cosas son nuevas.

Estas novedades pueden ser tranquilamente los transeúntes que os encontráis al salir a pasear. Lo habitual es que sean personas que, bajo el punto de vista del perro, no encajan con el patrón habitual: con paraguas, mochilas enormes, palos de hockey, andadores o en silla de ruedas. Además, los perros miedosos pueden sentirse inseguros ante peinados extravagantes o los movimientos poco hábiles de personas enfermas.

Algunas de estas cosas las puedes practicar específicamente, como abriendo un paraguas o andando con objetos grandes. Refuerza estos encuentros de forma positiva. La mayoría de perros se relajan en edad adulta.

Ruidos

¿A tu perro le da miedo la batidora? Muchos perros tienen miedo a los ruidos.

En este caso, enciende el chisme en la habitación de al lado antes de la próxima comida del perro. A continuación, dale de comer. Si repites este ejercicio regularmente, el perro no solo se acostumbrará al ruido, sino que lo asociará con una experiencia positiva.

No obstante, es importante que el perro solo esté un poco inquieto y no aterrorizado cuando le des la comida. Por lo tanto, empieza con precaución. El método acabará funcionando, así que ten paciencia y sé creativo.

Caso especial de perros con miedo: la aspiradora

Las aspiradoras son una fuente frecuente de miedo en los perros. En este caso, se recomienda proceder de otra manera.

En primer lugar, aspira sin que el perro esté presente durante unas semanas. Déjalo en el jardín o en casa de algún amigo mientras lo haces. A continuación, procede lentamente. Deja abierta la puerta de la habitación donde está la aspiradora a intervalos irregulares. ¿Tu perro está tranquilo?

En ese caso, deja ahora la aspiradora en una esquina del salón. Si el perro da un rodeo amplio para evitarla, coloca snacks alrededor, primero lejos y cada vez más cerca. Si el perro tolera esto, integra el odiado utensilio en tu día a día. Colócalo al lado del sofá o en la cocina, por ejemplo.

A continuación, se trata de que continúes el ejercicio paulatinamente con la aspiradora encendida. Lo mejor es que empieces al aire libre. Por ejemplo, juega con el perro en el jardín mientras otra persona empieza a aspirar dentro. Después, que lo haga en la habitación contigua. Solo cuando el perro ya no muestre miedo podrás atreverte a hacerlo en la misma estancia.

Tormentas

Miedo a las tormentas

Hay perros que ni pestañean con un trueno ensordecedor, mientras que otros se esconden debajo de la cama. Si tu perro tiene miedo, puedes practicar poniéndole ruidos de tormenta de internet o con un CD.

Pero ojo: es difícil imitar una tormenta real. Te faltará volumen, pero también el típico olor a tormenta y los rayos. Por eso, la desensibilización con ruidos funciona muy pocas veces.

Puede ayudarte usar un transportín completamente cerrado a modo de refugio. También puede resultarte útil poner la radio a bajo volumen, cerrar persianas y ventanas, y usar feromonas calmantes. El miedo a las tormentas no suele poderse eliminar, pero al menos se puede mitigar.

Otros desencadenantes

Otros desencadenantes de los perros miedosos

También en estos casos, es conveniente acostumbrar al perro gradualmente al desencadenante en cuestión.

¿Cuándo debo pedir ayuda a un experto?

Si crees que tu perro está constantemente estresado o que el problema entorpece vuestro día a día y no puedes arreglarlo solo, habla con un adiestrador de perros.

Con fobias arraigadas y agresiones provocadas por el miedo (fight), es importante pedir ayuda profesional desde el principio. Las sesiones individuales en las escuelas caninas pueden darte pistas importantes sobre la mejor solución para tu perro.

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