Hay muchos métodos para enseñar las órdenes básicas que facilitan la convivencia entre perros y personas. Cuál es el correcto es algo que depende de cada perro. Al igual que nosotros, los perros son seres individuales que reaccionan a distintos estímulos.
En cualquier caso, es aconsejable apuntarlo a una escuela canina. Los adiestradores experimentados observarán a tu perro atentamente y sabrán enseguida qué método será más eficaz.
No solo practicará tu perro las órdenes, sino que tú también aprenderás cómo comportarte para que te obedezca.
¿Qué ejercicios de obediencia hay?
Si tu perro te hace caso o no es algo que depende de su motivación interior. La obediencia tiene que valer la pena para él. Para practicar esto, el adiestramiento de obediencia primero tiene que parecerle divertido.
Con alegría y refuerzo positivo, los perros aprenden mucho más rápida y eficazmente que con dureza o mano dura. Resumiendo, si a la ejecución correcta de las órdenes sigue una recompensa, el perro seguirá mostrando este comportamiento.
Hay muchos tipos de recompensas. Pueden ser una chuchería o su juguete preferido, pero también una caricia cariñosa o palabras dulces.
Pequeñas libertades como recompensa
En función de la situación, las pequeñas libertades también pueden funcionar como recompensa. Por ejemplo, puedes soltarlo de la correa si ha obedecido cuando le has dado la orden de quedarse quieto o dejarlo jugar con otros perros si ha caminado a tu lado y ha esperado pacientemente a que se lo permitas.
Lo importante es que el perro asocie la recompensa claramente con la acción deseada.