Fuegos artificiales en Nochevieja: consejos para perros asustadizos

Los fuegos artificiales luminosos a medianoche son uno de los puntos álgidos de la Nochevieja. Sin embargo, mucho perros no lo ven así. Gimen, corren intranquilos, tiemblan o se esconden aterrorizados en el rincón más recóndito. Te explicamos cómo tratar con perros asustadizos en Nochevieja, cómo ayudarlos y cómo prepararlos para los fuegos artificiales.

¿Por qué hay perros que tienen miedo en Nochevieja?

El cambio de año es todo un desafío para mucha gente que tiene perro. Los petardos ensordecedores y los cohetes coloridos pueden agitar incluso a los perros más sosegados.

Pero ¿por qué hay tantos perros que tienen miedo en Nochevieja? Para entender la reacción de los perros asustadizos, conviene echar un vistazo a los órganos sensoriales del perro. Los perros no solo son más sensibles a la luz que nosotros, sino que oyen y huelen mucho más. Este exceso de estímulos se traduce en pánico para algunos peludos.

Oído sensible

A modo de comparación: las personas oímos las frecuencias de entre 20 y 20 000 hercios. En cambio, los perros las oyen entre 15 y 50 000 hercios. Así pues, perciben tonos agudos que nosotros ni siquiera oímos. No es que los petardos sean más fuertes para nuestros peludos, sino que ellos oyen muchos más ruidos.

A esto se añade que un perro nunca desconecta el oído del todo. Incluso cuando está profundamente dormido, el más mínimo ruido puede arrancarlo del sueño y despertarlo del todo.

Así pues, para un perro hay dos factores importantes en Nochevieja: por un lado, percibe los ruidos de los petardos como un posible peligro. Por otro lado, la combinación de volumen y frecuencia del ruido (piensa en el despegue de un cohete) hace que perciba estos ruidos con mucha más intensidad que nosotros.

Órgano olfativo sensible

Las personas tenemos entre cinco y veinte millones de células olfativas, mientras que los perros tienen entre 125 y 220 millones. Hablando de fuegos artificiales, muchos solo piensan en el ruido y las luces. Sin embargo, para un animal que se orienta principalmente por el olfato, la carga olfativa de los petardos es otro factor de estrés.

Atención: La reacción al ruido de Nochevieja no tiene por qué ser cada año la misma. Puede que tu perro haya estado tranquilo hasta ahora, pero que el año que viene reaccione con miedo.

Cómo detectar a los perros asustadizos en Nochevieja

Mientras algunos peludos simplemente se refugian o se acurrucan con su cuidador, a otros les entra el pánico. Los signos típicos de los perros asustadizos son:

• Jadeos intensos
• Orejas caídas
• Pupilas dilatadas y ojos fuera de las órbitas
• Agitación
• Falta de apetito
• Temblores
• Postura agazapada
• Cola apretada
• Comisura de la boca alargada

Si tu perro muestra estos síntomas en Nochevieja, debes actuar y estar a su lado. Pero ¿cómo se tranquiliza a un perro tan alterado? Desgraciadamente, los fuegos artificiales no se pueden apagar pulsando un botón.

Medidas inmediatas contra el miedo a los fuegos artificiales

¿Tu perro se asusta y se pone nervioso en cuanto estallan los primeros cohetes? En ese caso, intenta quitarle el miedo y minimizar los riesgos para él con estos consejos.

En Nochevieja, siempre con la correa

En Nochevieja, tu perro también tiene derecho a salir a la calle. Para que el paseo sea lo menos estresante posible, mejor sácalo de día y llévalo a lugares tranquilos. Por ejemplo, llévalo al bosque con el coche y evita la ciudad. Aquí es donde suelen empezar los ruidos horas o días antes del cambio de año. Ten cuidado con la basura, los cristales rotos y los petardos sin explotar, incluso después de la Nochevieja.

Además, deberás llevarlo siempre con la correa estos días. Al fin y al cabo, en cualquier sitio os podría sorprender el estruendo de un petardo. El peligro de que el perro huya aterrorizado, no sepa volver o cruce una calle con coches es demasiado alto.

A casa con el perro

A medida que va oscureciendo también aumentan los ruidos de los primeros fuegos artificiales. Ahora, a más tardar, debes volver a casa con tu perro.

Aunque en muchos lugares sea típico pasar el momento del cambio de año en la calle, debes permanecer con tu perro y no dejarlo solo en este estado de agitación.

Con los perros asustadizos, no basta con que puedan esconderse en una habitación tranquila. En ese momento, necesitan tener a su persona de referencia cerca para que les transmita seguridad.

Cerrar puertas, ventanas y persianas

El estruendo de los petardos penetra incluso las paredes más gruesas. Sin embargo, cerrando puertas, ventanas y persianas puedes amortiguar un poco el ruido. Ya solo con esto, muchos perros asustadizos se calman un poco. Además, hay perros que se ponen nerviosos con los destellos de luz en el cielo. Si no tienes persianas, como mínimo deberías correr las cortinas.

Encender la tele o la radio

Además de cerrar las ventanas, puedes intentar acallar los ruidos con sonidos que a tu perro le resulten familiares. Por ejemplo, puedes poner tu música preferida o encender la radio. El ruido de la tele, la lavadora y el lavavajillas también pueden tranquilizarlo. Sin embargo, no exageres con el volumen, ya que esto podría ponerlo aún más nervioso.

Desviar la atención con olores o chucherías especiales

A los perros que aún no estén muy estresados o para los que sea la primera Nochevieja se les puede desviar la atención con olores o snacks especiales. La idea es que dejen de concentrarse en el oído y dirijan su atención al olfato y el gusto.

Por ejemplo, puedes dejar un rastro olfativo interesante por el piso que el perro pueda husmear. También puedes darle una golosina especial que le haga olvidarse del ruido de los petardos. Un juguete de Kong relleno de queso fresco y brevemente congelado puede ser una buena opción.

Rezumar calma y distensión

La medida más importante de todas es que, hagas lo que hagas, mantengas la calma. Transmítele a tu perro que todo va bien y que los ruidos de fuera son lo más normal del mundo. Si te muestras nervioso/a e inquieto/a ante tu perro, todo lo que intentes para tranquilizarlo será en vano.

© Magnus Pomm / stock.adobe.com

¿Tengo que tranquilizar a mi perro en Nochevieja?

La creencia de que el miedo de los perros se refuerza con el consuelo es errónea. Las sensaciones positivas no pueden potenciar las negativas. De hecho, al igual que el nuestro, el cuerpo del perro también libera oxitocina en cuanto recibe cariño. Esto disminuye la cantidad de hormonas del estrés y el perro se relaja. El afecto proporcionado por las personas de referencia en situaciones de miedo se conoce como social support (apoyo social).

Por tanto, nunca le niegues a tu perro el cariño que busca en estos momentos tan angustiosos. Si lo haces, la confianza entre vosotros podría verse seriamente perjudicada. En lo que al tipo correcto de consuelo se refiere, tú eres el experto/a. Tú eres quien conoce mejor al perro y sabe qué le gusta y qué no.

¿Se les pueden dar calmantes a los perros asustadizos en Nochevieja?

Ningún perro debería tener miedo ni pánico. La espiral descendente incluso conduce a que al miedo a los petardos se sume el miedo al miedo. Esto hace que los ataques de pánico empeoren año tras año.

Para los perros con un nivel de miedo bajo, puede que las medidas anteriores sean suficientes. Puedes complementarlas con preparados declarados como suplementos alimenticios. Estas sustancias tienen un efecto calmante y relajante natural.

El Zylkene® contiene un principio activo obtenido de la leche que proporciona bienestar a los recién nacidos. Sin embargo, para combatir el miedo en Nochevieja se requiere una dosis mucho más alta que para un tratamiento normal. Hay otros productos que funcionan con el efecto relajante de la valeriana y el té verde. También contienen triptófano, un precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad.

Feromonas contra el miedo

Una opción son los dispensadores olfativos para enchufar, los espráis o los collares que liberan una feromona artificial. Esta imita un neurotransmisor de la madre, que envía para relajar a sus cachorros. También existen comprimidos con esta feromona que actúan en poco tiempo.

Como cada perro tiene un estado de salud y un comportamiento diferentes, pregunta al veterinario sobre posibles suplementos y la dosificación adecuada. También puedes probar con las flores de Bach o los remedios homeopáticos.

Remedios para perros asustadizos con miedo extremo

Para un perro con miedo y pánico extremos, estos remedios no bastan. En estos casos, hay que buscar ayuda medicamentosa con tiempo. Hay fármacos que se tienen que ir administrando paulatinamente días antes de la Nochevieja para alcanzar todo su efecto.

¡Nunca le des a tu perro acepromacina! Este neuroléptico y sedante parece funcionar bien desde fuera porque el perro está tranquilo, pero lo que hace es que esté como paralizado y, al mismo tiempo, sea mucho más sensible al ruido. Por lo tanto, sigue sintiendo pánico por los ruidos, pero no puede defenderse. Con cada año que pase, el pánico irá de mal en peor.

Existen ansiolíticos estupendos que pueden ayudar a tu perro a superar la Nochevieja sin pánico. Dos fármacos autorizados para tratar el miedo al ruido son la dexmedetomidina en gel y el antiepiléptico imepitoína. El veterinario podrá ayudarte a elegir el medicamento adecuado para tu perro y su dosificación.

Para perros asustadizos con problemas de comportamiento graves, es mejor que acudas a un veterinario especializado en terapias conductuales.

¿Se puede tratar el miedo a los fuegos artificiales?

El miedo en perros asustadizos se puede tratar. Los perros que reaccionan con miedo a los petardos en Nochevieja también suelen ponerse en estado de alerta con otros ruidos, como una tormenta. Pregúntate por qué le dan tanto miedo estos ruidos a tu perro. Una terapia guiada por un experto puede ayudar a averiguar la causa para combatirla específicamente.

Fuegos artificiales en Nochevieja: ¿desensibilización con solo pulsar un botón?

Otra forma de terapia es la desensibilización con un CD de ruidos o archivos de audio de internet. Se trata de reproducir ruidos de fuegos artificiales a bajo volumen una y otra vez para el perro. Si el perro está tranquilo, se va aumentando el volumen gradualmente.

Ayúdalo manteniendo una actitud relajada. Si se pone nervioso o tiene miedo, da un paso atrás. De este modo, puedes ir desensibilizando a tu perro de los ruidos de los petardos. Sin embargo, este método requiere tiempo, por lo que hay que empezar muchas semanas antes de Nochevieja.

Otras medidas contra el miedo

Además de las opciones anteriores, hay otros métodos que pueden quitarles el miedo a los petardos a los perros asustadizos. Aunque su éxito está cuestionado, vale la pena echarles un vistazo. Por ejemplo, hay adiestradores caninos que trabajan con el método TTouch, desarrollado por la canadiense Linda Tellington-Jones. Con caricias especiales con las manos, se supone que se relajan las tensiones y se activan los poderes de autocuración.

Hay gente que utiliza vendajes para el cuerpo para proporcionarle al perro estabilidad y, por tanto, seguridad. La thundershirt funciona de un modo similar. Está compuesta por un material robusto y se pone ceñida alrededor del cuerpo. La suave presión continua en ciertos puntos de presión relajantes calma a muchos perros.

También puede servir amortiguar el ruido en el propio perro. Puedes ponerle bolas de algodón en los oídos, cubrirle la cabeza con un pañuelo o ponerle auriculares canceladores del ruido. Lo más importante es que el perro esté a gusto y no se asuste aún más con estas soluciones.

¿Qué pasa con el año que viene?

Pese a todas estas soluciones, mucha gente se pone nerviosa con solo pensar en la próxima Nochevieja. Y es que, aunque hayan conseguido calmar al perro hasta cierto punto, es raro que este disfrute de la fiesta. El volumen de los cohetes, el ajetreo de la gente y el ambiente animado en casa gustan a poquísimos perros.

Si tu perro ha mostrado miedo o incluso pánico esta Nochevieja, busca terapeutas de conducta canina lo antes posible. Juntos podréis trabajar en el problema durante todo el año y hablar sobre una posible medicación para el año próximo.

Una buena alternativa son unas vacaciones en un lugar donde los fuegos artificiales estén prohibidos, por ejemplo, por motivos de protección de la naturaleza. Al fin y al cabo, la tranquilidad en el cambio de año también puede ser curativa para nosotros, las personas.