Mi perro ladra mucho: ¿qué hago?

Mi perro ladra mucho

El ladrido es un medio de comunicación natural de los perros. No obstante, si se descontrola, hay que actuar.

Algunos perros comentan cualquier suceso con un fuerte ladrido. Esto es normal, ya que es algo intrínseco suyo y su manera de comunicarse. Sin embargo, ¿qué hago si mi perro ladra mucho? Te damos consejos para quitarle la costumbre.

¿Qué nivel de ladridos es normal?

Al igual que con las personas, hay perros más parlanchines que otros. Los chihuahuas, spitz, carlinos, boyeros de Appenzell o pastores alemanes son más comunicativos que, p. ej., el gran danés, el san bernardo, el eurasier o el lobero irlandés.

Para todas las razas de perro es lo mismo: si se mantienen los ladridos a un nivel aceptable y el perro para a tu orden, no pasa nada. Pero que el perro les ladre a todos los transeúntes y visitas sin poder calmarse suele deberse a otras causas.

¿Por qué ladran los perros?

La cuestión es que los perros no ladran sin motivo, sino para expresarse. Por ejemplo, sienten alegría cuando vuelven a ver a su cuidador.

Sin embargo, si ladran desmesuradamente y en situaciones en las que no conviene, están expresando sentimientos negativos. Un ejemplo típico de ladridos de perros en situaciones indeseadas es cuando el perro empieza a ladrar cuando os encontráis con otros por la calle o a cualquiera que pase por delante de casa.

La inseguridad, el miedo, la frustración y el aburrimiento son las causas más frecuentes de los ladridos desproporcionados. Todo lo que aumente la excitación del perro también puede incrementar los ladridos. Por ejemplo:

  • Transferencia del estado de ánimo: si estás nervioso, el perro también se pondrá nervioso.
  • Expectativa intensificada: tienes una pelota en la mano, ¿cuándo la vas a lanzar?
  • Maldices: el perro piensa que estás ladrando con él.
  • El perro debe ir hacia un supuesto peligro involuntariamente: el miedo crece.

El ladrido como parte de la naturaleza del perro

Muchos perros tienen la vigilancia en la sangre. Ladran para avisar de un intruso en vuestro territorio, ya sea el cartero o el vecino que llega en coche.

Algunos perros de caza muestran animales salvajes con los ladridos. No es de extrañar, pues, que a ellos les guste más comunicarse que a otros. Con estos perros no es conveniente reprimir los ladridos (su naturaleza) del todo. El objetivo es convertir los ladridos en un breve guau con adiestramiento.

Ladridos por inseguridad

Si, por ejemplo, tu perro ladra a otros perros o transeúntes, con frecuencia es porque siente inseguridad o miedo. Este suele ser el caso de los perros jóvenes. Por ejemplo, perciben un andador u otros perros como amenazas.

A menudo, el comportamiento del cuidador intensifica esta inseguridad: si se acerca otro perro, tensa la correa. El perro piensa: «Mi humano está inseguro… será mejor que inicie un ladrido de defensa». En este caso, guiar al perro con superioridad es la clave.

Ladridos por frustración o aburrimiento

Otra causa de los ladridos constantes puede ser la frustración. Los perros que no se mueven lo suficiente aprovechan las nimiedades como excusa para montar un drama. Y es que, de lo contrario, no pasan muchas cosas y la energía excedente busca un modo de salir.

La mente también necesita ejercitarse, por ejemplo, con trucos o pequeñas tareas durante el paseo. El adiestramiento antiladridos solo tiene sentido con un perro que se mueva.

Ladridos por enfermedades

En casos raros, detrás de los ladridos de perros se esconden dolores crónicos u otras dolencias relacionadas con una enfermedad. No es infrecuente que un hipotiroidismo aumente la sensación de miedo y la propensión al estrés.

Así pues, antes de empezar a enseñar a tu perro a no ladrar, es recomendable ir al veterinario. Solo así podrás descartar sin lugar a dudas que la causa de los ladridos es su naturaleza física.

Mi perro ladra mucho © Photoboyko / stock.adobe.com
Muchos perros ladran por inseguridad, por ejemplo cuando salen de paseo.

Mi perro ladra mucho: ¿qué hago?

Para quitarle al perro el hábito de ladrar, primero debes conocer la causa. Por lo tanto, debes observar y analizar en qué situaciones ladra tu perro. A partir de estas situaciones se suele poder averiguar la causa.

Por ejemplo, si les ladra a otras personas cuando estas se acercan, significa que quiere protegerte y defenderte. Si te vas de casa sin él, el ladrido puede significar: «¡Me aburro!» o «Estoy solo sin mi manada, ¡tengo miedo!».

Deporte y juegos

¿Tu perro tiene un umbral bajo de inhibición de los ladridos porque se aburre? En ese caso, toca hacer que se mueva. A los perros de compañía también les gusta que los pongan a prueba física y mentalmente: los paseos largos, los juegos con la pelota, rastrear chucherías y aprender trucos aportan variedad a su día a día.

Si el tuyo era un perro de servicio y es adicto al trabajo, entonces tiene mucha resistencia y energía. Los deportes caninos le proporcionarán el equilibrio necesario, ya sea agilityobediencia, dog dancing o mantrailing. Hay opciones para todos los peludos deportistas.

Además, las actividades en común refuerzan el vínculo. Los perros que están ejercitados física y mentalmente tienen más paz interior. Son más serenos y dejan de ladrar excesivamente.

Ofrécele seguridad

Si tu perro ladra por inseguridad o miedo, transmítele que lo tienes todo bajo control. Para ello, puede ser necesario construir una nueva relación de confianza entre vosotros con mucha paciencia.

Convéncelo de que tienes suficiente autoconfianza y superioridad para ocuparte de tus asuntos personalmente. Esto no siempre es fácil y no funciona de un día para otro. Estos ejemplos muestran comportamientos prácticos para mostrar a tu perro que: «No necesito ladrar, mi humano lo tiene todo bajo control».

5 consejos de adiestramiento contra los ladridos de perros

Consejo 1: Dominar la soledad

Para perros que se sienten solos

Es similar el comportamiento de los perros que ladran porque su persona de referencia sale de casa: los ladridos no deber recompensarse.

Cuando existe una fuerte ansiedad por separación, es importante comenzar con ejercicios de entrenamiento cortos, por ejemplo, sin preaviso (no busques las llaves, no te cambies de zapatos…) sal de casa durante 15 segundos. Vuelve a entrar como si fuese lo más normal del mundo. Ponte el abrigo y cálzate, coge las llaves y ponte cómodo en el sofá. Ve aumentado progresivamente el tiempo que permaneces fuera de casa. Es importante que, antes de que tu perro tenga que quedarse solo, haya hecho ejercicio; de este modo puedes poco a poco calmar los ladridos.

Olores que ayudan

Si tu perro tiene una fuerte ansiedad por separación, puede que merezca la pena probar con las feromonas caninas. Las feromonas pueden transmitir a tu perro sensación de seguridad. Las hembras también segregan estos mensajeros químicos para tranquilizar a sus cachorros. Puedes encontrar estas pheromonas, que solo resultan perceptibles para los perros, en forma de collar, de difusor o de espray.

Consejo 2: para los ladridos junto a la puerta

Mi perro ladra mucho cuando llaman a la puerta

Cuando llaman a la puerta y el perro empieza a ladrar a todo volumen, muchos cuidadores intentan acallar los ladridos con una exclamación tipo «¡Calla!».

Lo que el perro entiende es: «Mi humano se emociona cuando llaman a la puerta, así que lo estoy haciendo todo bien». Una caricia supuestamente calmante también indica: «¡Bien hecho». Antes de abrir la puerta, envía al perro a un lugar fijo en segundo plano con cariño, pero con determinación. Porque tú controlas a situación.

Quedarse callado se recompensa y los ladridos se ignoran. La visita tampoco debe prestar atención al perro mientras ladre. Solo cuando el perro deje de ladrar (aunque solo sea para coger aire), elógialo.

Elogiando lo positivo e ignorando lo indeseado puedes influir en su comportamiento.

Consejo 3: salir de paseo

Para los paseos conjuntos

Para transmitir seguridad a tu perro durante los paseos conjuntos, debes llevarlo con la correa. Esto no es un castigo, sino que representa una prolongación de tu brazo protector. No dejes que vaya delante y marca tú el ritmo y la dirección.

Si os cruzáis con alguien, continúa tranquilamente sin tensar la correa ni cambiar el ritmo. Así, le transmites seguridad y le muestras que no hace falta ladrar. Ignora los ladridos y elógialo con pienso cuando esté calmado.

Consejo: una buena guía de la correa también ayuda contra los ladridos porque tú tomas las riendas. Lee más cosas sobre cómo evitar que tu perro tire de la correa.

Consejo 4: Seguridad en el día a día

Para más seguridad y estructura en el día a día perruno

En general, casi todos los perros anhelan seguridad y estructura. Necesitan a un guía superior en el que puedan confiar. Tú decides cómo transcurre el día, no tu perro.

Por ejemplo, empieza cada mañana con un pequeño entrenamiento de obediencia durante el paseo. Enséñale las órdenes más importantes y elógialo cuando las ejecute bien a la primera. Establece horarios fijos para las comidas, los paseos o los juegos en común y muéstrale que tomas el mando.

Aquí también se aplica el importante lema del adiestramiento canino: ignorar el comportamiento indeseado y recompensar el positivo con comida o juegos.

Consejo 5: Perros guardianes

Para perros guardianes a jornada completa

Los ladridos de los perros guardianes innatos no se deben reprimir del todo. Después de todo, el perro está cumpliendo un cometido que tiene muy arraigado. En lugar de reprimirlos, redirígelos de forma controlada.

Muéstrale que sois un equipo: él te muestra el peligro y tú proteges el territorio. ¿Cómo hacerlo? Si el perro ladra, hazlo retroceder un poco y dile que se quede ahí en el suelo. Ahora hazte una idea del peligro. Ve hacia la ventana, la puerta del jardín, etc., echa un vistazo y, a continuación, vuelve tranquilamente con el perro. Así, le demuestras que valoras su atención, pero mantienes el control.

Mi perro ladra mucho: ¿sirve de algo llevarlo a una escuela canina?

Es relativamente fácil quitarle a un cachorro la costumbre de ladrar con un adiestramiento consecuente. Cuanto más mayor sea el perro, más paciencia necesitarás.

No dudes en buscar la ayuda de expertos, que ofrecen asistencia personalizada para perros y cuidadores. Una visita a una escuela canina, al veterinario o a terapeutas caninos ha ayudado a mucha gente a conseguir una convivencia más armoniosa.

El asesoramiento profesional de los adiestradores de perros también tiene sentido si no estás seguro de por qué ladra tu perro. Especialmente en encuentros con otros perros no queda claro: ¿el perro ladra de excitación, por miedo o por agresividad? Los contactos sociales con otros perros bajo la supervisión de un adiestrador experimentado también pueden ayudar.

Mi perro ladra mucho: cómo solucionarlo sin collares antiladridos

A primera vista, los collares antiladridos parecen prácticos: el perro ladra y recibe inmediatamente un castigo en forma de pulverización que lo asusta. A corto plazo, este método funciona en algunos perros. No obstante, estos medios no son adecuados para quitarle la costumbre de ladrar.

¿Por qué no son una buena idea los collares antiladridos? Solo combaten el síntoma, pero no la causa. Si el perro ladra por inseguridad, con una pulverización tendrá aún más miedo. A lo mejor ya no ladra más, pero por dentro siente pánico. Si el perro ladra porque no hace ejercicio, buscará otra válvula de escape para desahogarse.

Por lo tanto, los collares antiladridos no se corresponden con un adiestramiento acorde a la especie. Por eso, no los encontrarás en la tienda de zooplus.

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