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Muchos estudios responden a la pregunta sobre si los peces sienten dolor con un sí rotundo.
Los acuaristas y los pescadores amantes de los animales se han preguntado alguna vez si los peces sienten dolor. Como los peces no pueden hablar, no es fácil encontrar una respuesta satisfactoria. Sin embargo, la ciencia nos ayudará a entender mejor la percepción que los peces tienen del dolor.
La idea del dolor provoca sentimientos negativos en mucha gente. Sin embargo, el dolor tiene su razón de ser, ya que asume una función de advertencia importante en el cuerpo.
El dolor envía a los seres vivos la señal de deshacerse del estímulo causante para evitar daños graves causados por su fuente.
Para que un ser vivo pueda sentir dolor, necesita tener receptores del dolor en el cuerpo. Estos receptores, llamados nociceptores, reaccionan a varios estímulos que pueden disparar una señal de dolor. Estos pueden ser, por ejemplo:
Sin embargo, la mera presencia de nociceptores no basta para que un ser vivo perciba el dolor conscientemente. Para ello, el estímulo recibido se debe procesar primero.
Esta importante tarea la asume el cerebro. A través de vías neurales, recibe estímulos de dolor del cuerpo y los interpreta. Esto sucede, por ejemplo, en la corteza posterior somatosensorial o en el córtex cingular anterior.
Las personas tienen una percepción del dolor compleja. Por eso, sienten el dolor y reaccionan a él de manera distinta.
La manera en que las personas reaccionan al dolor depende de varios factores:
El reflejo de retirar la mano al tocar una olla ardiente es una reacción que aparece antes de la percepción consciente del dolor.
En cambio, el comportamiento del dolor que aparece posteriormente es diferente. Este puede aparecer, por ejemplo, si tienes un dolor de cabeza prolongado y vas perdiendo paulatinamente el apetito.
Aunque los peces no son mamíferos, se cree que tienen una percepción del dolor similar a la nuestra. De hecho, son vertebrados como nosotros.
En un estudio sobre anatomía y fisiología piscícolas, unos científicos investigaron si poseen los requisitos básicos para sentir dolor. Compararon los sistemas nerviosos de las personas y los peces, y buscaron los nociceptores.
El resultado: no solo las personas, sino también los peces cuentan con dichos requisitos anatómicos y fisiológicos para recibir estímulos dolorosos.
Así pues, los peces estudiados no solo contaban con los receptores necesarios, sino también con áreas del cerebro similares a las de los mamíferos y las aves.
El libro Do Fish Feel Pain? de la bióloga Victoria Braithwaite contiene un mapa detallado de más de veinte receptores del dolor en la boca y la cabeza de los peces. Esto incluye también los puntos en los que penetra el anzuelo del pescador en el pez. Pero ¿realmente los peces sienten dolor?
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Está claro que los peces reúnen los requisitos para percibir el dolor. Sin embargo, la respuesta a si estos requisitos bastan para una percepción consciente del dolor la ofreció otro estudio.
Los científicos responsables investigaron si los peces reaccionaban a estímulos de dolor y cómo. Por ejemplo, cambiaron la temperatura del agua o les inyectaron un principio activo en el labio, bajo los efectos de la anestesia, con un efecto similar al del roce de una ortiga.
Las reacciones que provocaron estos estímulos indicaron que los peces sienten dolor. Por ejemplo, se volvían hacia el otro lado o nadaban en círculos. Otros se frotaban la boca contra la pared del acuario o dejaban de comer.
Otro estudio demostró que los goldfish que se habían expuesto al calor mostraban miedo a las altas temperaturas.
Los investigadores interpretaron este comportamiento como prueba de que los peces no solo sienten dolor, sino que lo recuerdan.
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Aunque hay muchas pruebas de que los peces sienten dolor, también hay opiniones contrarias. Estos son los argumentos más importantes contra la percepción del dolor de los peces:
Como los peces no hablan, gritan ni lloran, es imposible responder rotundamente a esta pregunta. Sin embargo, hay muchos indicios que apuntan a que los peces podrían sentir dolor inconscientemente.
Para los animalistas, que la ciencia responda a preguntas como si los peces sienten dolor o no es muy importante. Solo con conocimientos fundados sobre cómo perciben su entorno podemos proporcionarles una tenencia acorde a la especie e indolora.
También es importante saber que el anzuelo penetra en puntos del cuerpo de los peces donde hay receptores del dolor. Este conocimiento podría contribuir a la larga a prohibir estos métodos en la pesca.
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