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El alimento vivo para peces es muy popular entre acuaristas y ofrece muchas ventajas a los animales. La alimentación con comida viva es la más natural y aumenta su vitalidad porque les permite satisfacer su instinto de caza innato. Además, proporciona una nutrición equilibrada y variada, lo que también es muy importante para los peces. La variedad de comida viva para peces es enorme, por lo que no es fácil elegir.
Las artemias son crustáceos que se utilizan con frecuencia como comida para peces. Pueden llegar a medir 2 cm. El almacenamiento de los huevos es relativamente fácil, ya que se pueden guardar durante un tiempo incluso deshidratados. Estos crustáceos se pueden utilizar como alimento completo.
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Son larvas de quironómidos y presentan un color rojo característico debido a la presencia de hemoglobina, portadora de oxígeno. A los peces les gustan mucho estas larvas y se las comen rápido debido a su tonalidad roja. Se pueden almacenar en un lugar fresco durante una o dos semanas.
Si sueles ir de charcha en charca en verano para darles alimentos vivos frescos a tus peces, como larvas de mosquito o pulgas de agua, podrías preguntarte, en vista del descenso de las temperaturas, si no es posible darles el placer de la comida fresca también en los meses fríos del año. Sin embargo, muchos acuaristas tienen miedo de guardar gusanos, larvas o anfípodos en el congelador. Además, el alimento vivo para peces congelado no es igual que el fresco.
Hay alternativas sencillas con las que puedes alimentar bien a tus peces fácilmente, no solo en otoño y en invierno. Aquí se exponen detalladamente dos de los tipos de gusanos más populares y fáciles de reproducir.
Con un diámetro de 1-2 mm, los nemátodos del vinagre son un alimento vivo para peces relativamente pequeño y, por tanto, idóneo para criar diferentes peces jóvenes. Estos animales nadan libremente en el agua. Para tenerlos y reproducirlos, llena un recipiente con vinagre al 5-6 %, que también puedes mezclar con agua (proporción máxima de 1:1). Añade una cucharadita de azúcar por litro de vinagre y una pizca de levadura seca. Hay que irlo removiendo y no taparlo herméticamente.
Antes de darles los nemátodos a los peces, hay que limpiarlos porque el agua de cría ácida contaminaría la del acuario. Para hacerlo, echa una parte de los nemátodos con el agua de cría en un vaso o una probeta. Cubre la superficie del líquido con un tapón de algodón y vierte agua del acuario por arriba. En la parte inferior del vaso enseguida habrá escasez de oxígeno y los animales nadarán a través del tapón de algodón hacia el agua fresca de acuario. Aquí ya puedes cogerlos y dárselos a los peces.
Los grindal pertenecen a los anélidos, al igual que sus parientes más grandes, las lombrices de tierra. Son un método alimentario muy popular y sencillo que, bien cuidado, produce suficiente alimento vivo para peces durante mucho tiempo. Estos gusanitos de aprox. 1 cm de largo son muy ricos en grasas y proteínas y, por tanto, ideales para la cría de peces jóvenes grandes.
Existen varios métodos para criar los gusanos grindal. Aquí te exponemos algunos que han demostrado ser muy eficaces.
Para criarlos, utiliza una caja de plástico con una tapa con respiraderos a una temperatura de 22-27 °C. Un sustrato idóneo para la cría son placas de espuma de 1-1,5 cm de grosor. Haz estrías en las placas para garantizar un mejor suministro de oxígeno. A continuación, humedece las placas de espuma y colócalas una encima de la otra.
Para alimentar a los gusanos grindal lo mejor son los polvos de papilla de sémola para bebés. Solo tienes que esparcirlos sobre y entre las placas de espuma. Dales más solo cuando se haya acabado la ración anterior. En ningún caso les des demasiado para evitar que se estropee el lote. La cantidad de comida depende del índice de ingesta y del tamaño del lote de cría. Después de unas cuantas pruebas, siempre se acaba averiguando rápidamente la cantidad ideal. Durante la alimentación, cambia el orden de la pila de placas de espuma. Hazlo siempre colocando la inferior arriba, ya que esta es la que contiene más humedad. De lo contrario, los gusanos de la capa inferior se acabarían ahogando. Cada dos o tres días, pero al menos una vez a la semana, aclara las placas con agua caliente para eliminar los metabolitos de los gusanos.
Los grindal son muy fáciles de extraer. Suelen colocarse junto a la tapa o el borde de la caja, desde donde se pueden quitar con un bastoncillo, un pincel o con el dedo. Una vez extraídos, ya se los puedes dar a los peces.
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