{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/peces/enfermedad-del-terciopelo-en-peces","title":"Enfermedad del terciopelo en peces","mag_id":321500,"is_single":true,"cat_name":null,"sub_cat_id":230,"sub_cat_name":"Peces","cat_id":null}
La enfermedad del terciopelo en peces es muy contagiosa. Por eso es tan importante actuar de inmediato.
Una piel opaca y aterciopelada, como espolvoreada con azúcar glas, podría ser signo de la enfermedad del terciopelo en peces. Sigue leyendo para conocer esta enfermedad y cómo afecta a tus peces.
La enfermedad del terciopelo en peces es altamente contagiosa. Infesta a todas las especies, independientemente de la edad, y les provoca una muerte lenta si no se trata. Para que no se infecten todos los peces, debes actuar de inmediato y aislar a los afectados.
Síntomas: ¿qué signos presenta un pez con la enfermedad del terciopelo?
Al principio, el parásito Piscinoodinium pillulare solo infesta las branquias y, pasados unos días, se extiende por toda la piel.
Ahora se pueden observar los cambios físicos siguientes en el pez:
Capa aterciopelada de tipo azúcar glas (con una infestación avanzada)
Branquias con mucosidad (hilos de mucosidad colgantes)
Secreción de mucosidad
Capa amarilla grisácea o parduzca en la piel y las aletas
Cabeza y lomo oscurecidos
Piel desprendida
Cambios de conducta
Además, en muchos peces se observan cambios de comportamiento. Los peces afectados permanecen en la superficie del agua, en el fondo o junto a la salida del filtro. Otros se esconden y, a menudo, se frotan contra el suelo y los objetos.
Además, suelen rechazar la ingesta de alimento, por lo que pierden peso. También se observan casos de apatía y aletas pegadas al cuerpo.
Diagnóstico: ¿cómo se detecta?
El diagnóstico de la enfermedad del terciopelo en peces tiene lugar tras una charla exhaustiva con el cuidador, un chequeo general y la detección de los síntomas específicos.
Además, con grandes poblaciones de peces conviene realizar exámenes anatómico-patológicos, bacteriológicos y parasitológicos.
Detección bajo el microscopio
Concretamente, el parásito Piscinoodinium pillulare puede observarse bajo el microscopio en preparados especiales. Como es difícil de diferenciar de las células de las mucosas, cuesta detectarlo en un frotis.
Si hay varios peces afectados, puede resultar útil tomar muestras de agua y analizarlas en un laboratorio.
Tratamiento: ¿qué métodos existen?
Como el parásito Piscinoodinium pillulare tiene propiedades fotosintéticas por sus cloroplastos, el tratamiento se realiza a oscuras.
Medicamentos contra el Piscinoodinium pillulare
Los antiparasitarios sirven para combatir una colonización de parásitos. Los medicamentos eficaces contra el Piscinoodinium pillulare son el clorhidrato de quinina, el sulfato de cobre y los principios activos con 2-amino-5-nitrotiazol.
No obstante, pide siempre consejo a un veterinario especializado. Algunas especies de peces, como los siluros, son sensibles a algunos medicamentos, así como los organismos inferiores, como los caracoles, los bivalvos y las gambas.
Medidas adicionales
Hay que colocar los peces enfermos en una pecera de cuarentena y observar al resto para detectar síntomas. No vuelvas a introducirlos en el acuario o estanque hasta que estén completamente curados.
Para ayudarlos, también puedes añadir algo de sal al recipiente (aproximadamente un gramo por litro de agua). Sin embargo, antes hay que comprobar la compatibilidad.
Costes del tratamiento
Los costes del tratamiento de la enfermedad del terciopelo en peces no se pueden calcular de antemano. Siempre dependen del tamaño de la población, de las pruebas y de los medicamentos que se prescriban.
Los precios orientativos siguientes corresponden a las tarifas de Alemania: por un solo guppy, un chequeo general con asesoramiento cuesta allí 24,62 euros según las tarifas del colegio de veterinarios (2022). El precio de un examen de una población mayor de peces asciende a 83,77 euros.
A esto se añaden los costes de los medicamentos y otras pruebas.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
La enfermedad del terciopelo en peces conduce a una muerte lenta y angustiosa si no se trata a tiempo. No obstante, se puede curar si se detecta precozmente.
Los peces que ya están gravemente enfermos (velo de terciopelo) y están sufriendo deben sacrificarse con el mínimo estrés y dolor posibles.
Causas: ¿qué la provoca?
La enfermedad del terciopelo en peces también se conoce como Oodinium. La provocan los parásitos Piscinoodinium pillulare (dinoflagelados) en aguas dulces y los Amyloodinium ocellatum en aguas saladas.
Estos parásitos infestan la piel y las branquias. Al hacerlo, las dañan con hilos plasmáticos de tipo raíz y acaban descomponiéndolas.
Influencia de la temperatura en el ciclo de vida
El desarrollo y el ciclo de vida de los P. pillulare dependen en gran medida de la temperatura. El desarrollo dura más en aguas frías que en las cálidas.
Para acelerar el ciclo de vida del parásito, puedes aumentar la temperatura del agua. No obstante, corres el peligro de que los peces infestados mueran por falta de oxígeno debido a la propagación masiva en el tejido branquial.
Curso típico de la enfermedad
En el estadio inicial, solo están infestadas las branquias y el pez sufre una fuerte disnea. El resto de la piel puede parecer completamente exenta de parásitos.
Cuando el P. pillulare deposita sus quistes, se propaga lentamente por toda la superficie de la piel. Observando en sentido longitudinal de frente a contraluz, se ve una piel opaca, como espolvoreada con azúcar glas. Con una infestación intensa, la piel parece aterciopelada y la capa adquiere un tono entre amarillento y parduzco.
El curso de la enfermedad suele ser difícil de detectar al principio. En un estado avanzado se produce una propagación masiva de los parásitos y una destrucción de la unión celular. El tejido muere y la piel se desprende a jirones. A esto se añaden hemorragias dentro de las branquias.
Prevención del contagio
Para que la enfermedad del terciopelo en peces no llegue al acuario, siempre hay que examinar a los peces nuevos en busca de parásitos.
Colócalos en una pecera de cuarentena para observarlos mejor durante entre cuatro y seis semanas.
Los invertebrados, los crustáceos y los objetos de decoración también pueden traer quistes al acuario.
La tenencia de peces ornamentales está en auge, y no es de extrañar, pues la visión del colorido mundo acuático y sus tonalidades en tu propia sala de estar es fascinante, además de tener un efecto tranquilizador y relajante. ¿Pero cuáles son los peces de acuario ideales para ti? Aquí te presentamos las diez especies de peces de agua dulce favoritos.
Un estanque de agua es una verdadera joya que enriquece tu jardín. Sin embargo, antes de empezar a construirlo deberás planear correctamente todo el proceso, para no tener demasiado trabajo más adelante. A continuación, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre cómo construir un estanque tú mismo.