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En cantidades moderadas, las algas filamentosas pueden ayudar a mantener el equilibrio de los valores del agua del acuario. Desgraciadamente, la cosa no suele quedarse en unas pocas algas y, antes de que te des cuenta, estos hilos de hasta 20 centímetros de longitud se enredan en grupos enteros de plantas y objetos decorativos. Aquí descubrirás cómo se producen estas plagas de algas y cómo combatirlas.
Las algas filamentosas pertenecen al grupo de las algas verdes y las hay de todo tipo. Mientras que algunas pueden desarrollar hilos finos de hasta 20 centímetros, otras presentas hilos cortos de hasta 5 centímetros. A veces parecen telarañas y a veces, tapones de algodón pequeños y verdes. En función de la especie, envuelven plantas enteras y objetos decorativos con sus hilos, proliferan en forma de hilos largos desde el suelo o se asientan en pequeños grupos junto a la raíz de la planta.
¿Son dañinas las algas filamentosas?
Si las algas filamentosas aumentan excesivamente en el acuario y cubren por completo plantas, piedras y otros objetos con sus hilos verdes, esto no solo queda muy feo, sino que es dañino para las plantas infestadas y para todo el ecosistema del acuario. Las algas son mucho menos exigentes que la mayoría de plantas acuáticas y se reproducen rápidamente incluso en condiciones desfavorables. Esto hace que el contenido de nutrientes se desequilibre, otras plantas se marchiten y las condiciones de vida de los peces empeoren. Esto no significa que tengas que tener un acuario totalmente exento de algas, ya que esto sería más bien utópico. Sin embargo, debes procurar que las algas no se impongan.
Exceso de nutrientes
Pese a toda la cautela y cuidados regulares, el número de algas se puede disparar de un momento a otro en el acuario. Ya solo pequeños cambios en la intensidad lumínica, el tiempo de iluminación o la temperatura del agua, p. ej., por una mayor radiación solar en verano, pueden hacer que las algas se reproduzcan. Generalmente hay un exceso de nutrientes en el agua, con lo que hay más nutrientes de los que las plantas acuáticas pueden asimilar. Las algas filamentosas aprovechan este desequilibrio asimilando los nutrientes excedentes y propagándose rápidamente. Para acabar con este desequilibrio y desterrar las algas filamentosas permanentemente del acuario, es importante conocer las causas de este exceso de nutrientes. Si solo eliminas las algas del acuario sin combatir la causa, estos hilos verdes volverán pronto.
Primer paso: comprobar los valores del agua
Si descubres que tienes algas filamentosas en el acuario, primero debes comprobar los valores del agua. En las tiendas especializadas o en internet se venden tiras de prueba y medidores digitales para determinar el contenido de CO2, nitrato y fosfato. Con una infestación masiva de algas filamentosas, suele haber un exceso de al menos uno de estos tres nutrientes.
El valor de CO2 nunca debe ser inferior a 5 mg/l; lo ideal es un valor de entre 10 y 20 mg/l. También es preocupante un valor de nitrato superior a 20 mg/l. En este sentido, deberías comprobar el agua del grifo, ya que puede que el nivel de nitrato sea demasiado alto. Si contiene más de 50 mg/l de nitrato, antes de cambiar el agua deberías mezclarla con agua osmótica. Mezclar el agua del grifo con esta agua pura también es recomendable con un nivel de fosfato elevado. A menudo, las compañías de agua añaden fosfato al agua del grifo para prevenir la calcificación de las cañerías. Un valor de fosfato alto también puede favorecer la proliferación de algas.
Resumen de causas de las algas filamentosas
Las causas de un exceso de nutrientes no solo residen en un agua del grifo sobrecargada. La intensidad y duración lumínicas, las plantas, la población de peces y la alimentación también influyen en este equilibrio. Por lo tanto, para encontrar la causa deberás ponerte la gabardina de detective. Las pistas decisivas para encontrar las causas de la infestación las dan, como decíamos, los valores de nitrato, CO2 y fosfato. El aumento de un valor suele venir provocado por los errores o cambios siguientes.
¿El valor de nitrato es excesivo?
Elagua del grifo está sobrecargada de nitrato. Con un cambio de agua completo llega demasiado nitrato al acuario.
Se alimenta a los peces con demasiada frecuencia:debido al exceso de comida no asimilada y al aumento de excrementos de los peces (cuanta más comida se ingiere, más se excreta), el contenido de nitrato del agua puede aumentar.
Lapoblación de peces en el acuario es excesiva: cuantos más peces hay en el acuario, más excrementos y, por lo tanto, más nitrato llegan al agua.
¿El valor de CO2 es demasiado alto?
El acuario está demasiado iluminado: el tiempo de iluminación es demasiado largo o la ubicación del acuario es incorrecta (p. ej., demasiada radiación solar).
La vegetación no es óptima: el número de plantas en el acuario es insuficiente o estas se han rebajado demasiado. En lugar de plantas de crecimiento rápido, principalmente hay plantas de crecimiento lento, como Anubias o el helecho de Java.
¿El valor de fosfato es excesivo?
El agua del grifo está sobrecargada de fosfato.
Las plantas están demasiado fosfatadas: muchos abonos para plantas de acuario contienen fosfato.
La comida contiene fosfato: muchos tipos de comida seca o congelada contienen fosfato, algo que puede ser problemático con un exceso de alimento.
Por cierto: no solo el exceso de nutrientes, sino también un déficit puede provocar una proliferación intensa de algas en el acuario. Un contenido de CO2 del agua demasiado bajo influye negativamente en el crecimiento de las plantas. Esto, a su vez, favorece a las resistentes algas. Un valor de CO2 demasiado bajo suele deberse a una iluminación insuficiente, p. ej., por una lámpara débil o un tiempo de iluminación demasiado breve. La causa también puede ser una población de plantas incorrecta (plantas que crecen demasiado lento).
Medidas inmediatas para eliminar algas filamentosas
Si has averiguado la causa de las algas filamentosas, ahora toca eliminarlas lo antes posible. Desgraciadamente, las algas no desaparecen de un día para otro, por lo que se requiere mucha paciencia y perseverancia, no solo para encontrar la causa, sino para combatirlas. Al fin y al cabo, el equilibrio de nutrientes del agua no se puede recuperar enseguida. No existen medidas inmediatas que expulsen las algas filamentosas permanentemente del acuario. Sin embargo, cuanto antes intervengas, antes tendrás la plaga bajo control. En primer lugar, te recomendamos que hagas lo siguiente:
Elimina las algas filamentosas: las algas filamentosas largas pueden enrollarse y extraerse fácilmente con un cepillo o un palo de madera delgado y áspero. Los hilos más cortos pegados a las plantas o al suelo se pueden arrancar o frotar con los dedos. Los restos de algas que floten en el agua los puedes cazar con un cedazo o con la mano.
Limpia los objetos decorativos: saca las piedras y los objetos y cepíllalos a fondo debajo del grifo.
Realiza un test del agua: como decíamos antes, y si no lo has hecho ya, realiza un test completo del agua con tiras o un medidor digital.
Cambia el agua: cambia el 30-50 % del agua. Si el agua del grifo está muy cargada de nitrato o fosfato, mézclala con agua osmótica.
Coloca plantas de crecimiento rápido: para que un ecosistema funcione bien con valores del agua equilibrados es imprescindible contar con plantas que crezcan bien. Las más populares para combatir las algas son la morguelina y plantas de tallo, como la Hygrophila, la Limnophila, la elodea y la Proserpinaca.
Reduce la cantidad de comida: los peces suelen necesitar mucha menos comida de lo que creen sus cuidadores. Procura poner solo la comida que tus peces realmente consuman. Además, los peces toleran muy bien las pausas de alimentación (p. ej., un día de ayuno a la semana). Estas pausas benefician la calidad del agua.
Coloca comedores de algas: hay peces que te pueden ayudar a combatir las algas filamentosas en el acuario. Los carácidos, los cíclidos bandera, los comealgas siameses, los loricáridos y algunas especies de gambas se comen los hilos verdes. Sin embargo, no coloques demasiados comealgas, ya que podrían perjudicar a las demás plantas y la calidad del agua.
Reduce el tiempo de iluminación: si llegas a la conclusión de que la causa de la infestación de algas es una iluminación incorrecta o excesiva, oscurece el acuario brevemente. Tampoco lo oscurezcas durante demasiado tiempo, ya que ello no solo debilitaría las algas, sino también el resto de plantas. Básicamente, basta con un tiempo de iluminación de 12 horas para que las plantas crezcan bien. Pasado este tiempo, apaga la luz o realiza una pausa de iluminación de una o dos horas al día.
Qué hacer a largo plazo para combatir las algas
Quien, después de seguir las instrucciones anteriores, crea que ha acabado con la plaga de algas para siempre se llevará un chasco enseguida. Las algas son superresistentes y se vuelven a propagar enseguida si las condiciones las favorecen de nuevo. Para mantenerlas alejadas del acuario permanentemente, debes ser consecuente y mantener el clima correcto en el acuario. Comprueba los valores del agua regularmente y observa el crecimiento de las plantas y la población de peces. Ajusta los periodos de iluminación en función de la época del año y la incidencia de la luz. Y, por supuesto, realiza los cuidados y la limpieza necesarios con regularidad: cambiar el agua semanalmente, limpiar las paredes, el suelo y los objetos semanalmente, así como enjuagar el filtro regularmente.
Conclusión: cuanto más a menudo limpies el acuario y controles los valores del agua, menos problemas tendrás con las algas filamentosas y otras molestas algas.
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