Si no encuentras a nadie en tu círculo de amistades y conocidos, deberás buscar a un cuidador de gatos profesional. En internet hay varias plataformas en las que estos cuidadores ofrecen sus servicios, probablemente también en tu zona.
Echa un vistazo a los perfiles y busca los que tengan buenas opiniones. Consejo: un cuidador de gatos profesional suele contar con un seguro que cubre los daños en caso de incidente. Si has encontrado a un candidato, puedes concertar una cita sin compromiso en tu casa para conoceros.
Aclaración de aspectos importantes de antemano
Observa cómo se comporta el posible cuidador de gatos con tu minino. ¿Puedes imaginarte a tu gato a su cargo durante un tiempo? ¿Te hace preguntas importantes sobre rutinas, preferencias, aversiones y la salud de tu gato?
Para que no haya problemas en tu ausencia, debes aclarar todos los aspectos importantes de antemano. ¿Cuándo, cómo y con qué lo alimentas? ¿Qué juegos le divierten? ¿Dónde le gusta que lo acaricien y dónde no? ¿Dónde guardas la arena, la comida, los productos de limpieza y el transportín? ¿Quién se hará responsable si pasa algo?
Cuidador a prueba
Es útil recoger esta información por escrito y anotar los datos de contacto de tu veterinario. Para ir sobre seguro, define las condiciones generales, como horarios, honorario y servicios acordados, en un contrato.
Si sigues sin estar convencido/a, puedes pedirle al cuidador de gatos un día de prueba. A continuación, podéis discutir los últimos cabos sueltos y acordar, por ejemplo, que te mande fotos y actualizaciones del gato. De esta manera, sabrás que tu minino está bien y podrás seguir disfrutando de las vacaciones.