En los perros, las verrugas tienen forma de coliflor. En cambio, las de los gatos parecen más bien placas planas, es decir, alteraciones de la piel de tipo manchas. Además, muchos gatos con verrugas tienen la piel escamosa en las zonas afectadas.
En la mayoría de casos, las verrugas en gatos son oscuras y presentan algunos daños en la superficie. Si las verrugas se inflaman por una infección bacteriana, pueden hincharse y ser dolorosas.
Tamaño
Al principio, las verrugas en gatos llegan a medir unos ocho milímetros de diámetro como máximo. Sin embargo, no se puede descartar que crezcan con el tiempo.
Zonas de localización frecuentes
En general, las verrugas pueden aparecer en cualquier zona de piel, incluso en la mucosa de la boca. Las verrugas en gatos se observan con mayor frecuencia en las zonas siguientes:
- En la cabeza
- En el cuello
- En las patas
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
Como los inexpertos no pueden distinguir una verruga de un tumor maligno, es aconsejable ir al veterinario. Este podrá examinar la verruga minuciosamente y, si es necesario, extirparla.