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Las lombrices en gatos se tienen que tratar obligatoriamente.
Existen numerosos tipos de lombrices que infestan a los gatos. Suelen vivir en el intestino, pero, en función del tipo, también pueden hacerlo en otros órganos. Dado que se pueden transmitir a las personas, se consideran zoonosis. Aquí aprenderás todo lo que debes saber sobre las lombrices en gatos y por qué es tan importante desparasitarlos regularmente.
Los parásitos intestinales en gatos más famosos son, probablemente, los cestodos. Sin embargo, hay muchas más especies que se asientan en el intestino del gato. Te presentamos brevemente los gusanos en gatos más comunes:
Nematodos
Los nematodos (Toxocara cati) viven en el intestino delgado y se alimentan de la comida en fase de digestión. Aquí, las hembras ponen hasta 200 000 huevos al día. Estos llegan al intestino grueso con los restos de comida no asimilados y se expulsan a través de las heces.
Entre cuatro y seis semanas después de la excreción, los huevos de nematodos son infecciosos. Si el gato los ingiere a través de objetos contaminados o huéspedes intermedios infectados, como ratones, las larvas salen del huevo en el intestino del gato. Con esto, el ciclo vuelve a empezar.
Gusanos gancho
Los gusanos gancho (Uncinaria stenocephala, Ancylostoma tubaeforme o Ancylostoma braziliense) también son lombrices intestinales. Se adhieren al intestino del gato, donde se alimentan de su sangre.
Los huevos de los gusanos gancho también se expulsan con las heces del gato. A diferencia de los nematodos, las larvas salen del huevo fuera del organismo del huésped.
Las larvas infecciosas suelen llegar por vía oral al cuerpo del gato. Esto sucede directamente o a través de la ingesta de huéspedes intermediarios. Sin embargo, también pueden penetrar en el cuerpo activamente a través de la piel. Además, se pueden transmitir a los gatitos a través de la leche materna.
Cestodos
Los cestodos (Echinococcus) viven en el intestino delgado del gato. De manera similar a una cadena, los cestodos están compuestos por eslabones individuales (proglótides). El gusano forma constantemente nuevos eslabones en la zona del cuello.
Como compensación, en el extremo pierde proglótides maduras, que, en función de la especie, pueden contener hasta 100 000 huevos. Estos se expulsan a través de las heces del gato.
Existen distintas especies de cestodos que pueden infestar a los gatos. Entre ellas, encontramos la tenia del zorro (Echinococcus multilocularis) y la tenia del perro (Echinococcus granulosus).
Los síntomas pueden variar en función del tipo de cestodo. En algunas especies, las proglótides se marchan activamente del intestino y no se expulsan con las heces. Esto provoca picor en la región anal. Para aliviarlo, es posible que los gatos afectados se arrastren como si fueran en trineo. De este modo, se rascan el culito restregándolo contra el suelo.
¿Hay otros gusanos en gatos?
Además de los parásitos intestinales en gatos que mencionábamos antes, hay otras lombrices que pueden asentarse en otros órganos. Entre ellas están las que viven en el corazón, los pulmones o el tejido conjuntivo.
En comparación con los gusanos intestinales, estas lombrices no afectan tanto a los gatos y solo las mencionamos en aras de la exhaustividad.
Síntomas: ¿cuáles son los signos más importantes?
Lo peligroso de una infestación de lombrices son los síntomas no específicos. Al principio, es probable que no se manifiesten signos de infección. Si el número de lombrices aumenta en el intestino, empiezan a aparecer los primeros síntomas, que empeoran con el tiempo.
Los signos más importantes de lombrices en gatos son:
Las lombrices en gatos se diagnostican con un análisis de las heces. Para que el diagnóstico sea más eficaz, se deben tomar muestras de tres días consecutivos.
El veterinario analiza las heces para identificar el tipo de lombriz y elegir el medicamento específico para combatirla.
Tratamiento: ¿cómo se trata una infestación de gusanos?
Existe un amplio abanico de preparados para desparasitar a los gatos. Por un lado, hay medicamentos que actúan contra lombrices determinadas y, por otro, los preparados de amplio espectro. Con estos últimos se pueden tratar distintas especies de gusanos de una sola vez.
También hay distintos métodos de administración, siendo los clásicos los comprimidos o las pastas. Para los gatos poco colaborativos existen también pipetas en el mercado, que se administran en la piel de la nuca. Lo puedes hacer tú mismo o el veterinario. Son igualmente eficaces contra lombrices, huevos y larvas.
Si viven varios animales en el hogar, deberás desparasitarlos a todos a la vez. De lo contrario, se infectarán unos a otros. Asegúrate de que el medicamento que utilices sea apto para gatos. Hay algunos principios activos para perros que pueden ser mortales para los gatos.
Profilaxis: ¿cómo se previenen?
Por desgracia, es imposible prevenir las lombrices en gatos. Sin embargo, desparasitando regularmente a tu minino, reducirás el peligro de que una infestación de lombrices le afecte negativamente.
Además, no todos los gatos tienen el mismo riesgo de infectarse. Los gatos de exterior, que cazan y comen ratones habitualmente, en teoría pueden ingerir nuevas lombrices con cada ratón. En cambio, un gato de interior no está expuesto a este peligro. No obstante, los huevos de gusano pueden introducirse sin querer en casa mediante la suela del calzado o las moscas. Otro peligro son los alimentos crudos o insuficientemente cocinados.
Por eso, los veterinarios recomiendan analizar las heces de los gatos o desparasitarlos al menos cuatro veces al año. Esto se aplica también a los gatitos. Con estos análisis se pueden detectar y tratar infestaciones leves a tiempo, antes de que aparezcan los síntomas.
Con una infestación de pulgas, también es conveniente desparasitar al gato, ya que las pulgas pueden transmitir cestodos. Si el gato ingiere una pulga infestada durante el acicalamiento, el gusano llega a su intestino.
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