{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/gatos/salud-del-gato-y-cuidados/la-gripe-felina-o-rinotraqueitis","title":"Gripe felina","mag_id":22908,"is_single":true,"cat_name":"Gatos","sub_cat_id":244,"sub_cat_name":"Salud del gato y cuidados","cat_id":213}
Los gatos también pueden tener gripe. ¡Y no es cosa de broma!
El clima frío y húmedo, el barro y los cambios de temperatura también ponen a prueba el sistema inmunitario felino. Si tu gato estornuda y tiene mocos, es necesario distinguir entre un simple resfriado y la temida gripe felina.
Aunque la gripe felina suene a poca cosa, no es lo mismo que un resfriado en las personas. Puede tener un curso leve, pero algunos gatos afectados pueden mostrar una serie de síntomas graves. En el peor de los casos, la gripe felina puede incluso acabar con su vida.
Síntomas: ¿cuáles son los signos más importantes?
En función de qué patógenos sean los responsables, los animales infectados muestran diferentes síntomas. Al principio, las molestias son similares a las del clásico resfriado en gatos.
No todos los gatos presentan todo el abanico de síntomas. Si tu minino tiene un sistema inmunitario fuerte, es posible que el curso de la enfermedad sea leve.
Diagnóstico: ¿cómo se detecta la gripe felina?
En gatos sanos, la enfermedad suele ser leve y no requiere ningún tratamiento intensivo. Sin embargo, si los síntomas persisten o el estado general del gato empeora considerablemente, debes llevarlo al veterinario.
Primero, el médico te preguntará por las condiciones de vida del gato. El estado de vacunación, el origen y la situación vital ofrecen los primeros indicios. Después de estas preguntas (anamnesis), el veterinario realiza un chequeo general.
Si la sospecha de gripe felina se confirma, realiza otras medidas diagnósticas. Es posible que le haga un frotis de la nariz o el ojo. A continuación, estas muestras se analizan en el laboratorio para detectar determinados patógenos. En cuanto el veterinario sepa de qué patógeno se trata, ya puede iniciar la terapia específica.
Terapia: ¿qué tratamientos existen?
El tratamiento exacto de la gripe felina depende de los virus o bacterias con los que se contagie el gato. Además, el veterinario siempre trata también los síntomas de la enfermedad para mejorar el estado general del minino.
Estas son algunas medidas contra la gripe felina:
Tratamiento con antivirales
Antibióticos (para las infecciones secundarias bacterianas)
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación de la gripe felina?
Si se trata de un mero resfriado, los síntomas suelen desaparecer tan rápido como aparecieron.
Sin embargo, si las infecciones resurgen o las molestias no desaparecen del todo, no te lo tomes a la ligera. Precisamente los gatos jóvenes e inmunodeprimidos pueden llegar a morir como consecuencia de la infección.
En función de qué patógenos sean los causantes, también existe el peligro de que la enfermedad se cronifique. Si el sistema inmunitario de tu gato está dañado, la gripe felina reaparecerá una y otra vez.
Qué hay que evitar cuando el gato tiene gripe felina
No le des medicamentos pensados para personas. En nuestro artículo «El botiquín para gatos» descubrirás qué elementos de primeros auxilios debes tener siempre a mano.
Evita que entre en contacto con otros gatos, ya que el peligro de contagio es enorme.
Causas: ¿cómo aparece la enfermedad?
La causa de la gripe felina es todo un complejo de diferentes patógenos bacterianos y virales. Estos virus y bacterias pertenecen al complejo de la gripe felina:
El herpesvirus felino tipo 1 (FHV-1) es el causante de la rinotraqueitis viral felina. Este virus, también presente en gatos grandes, se transmite por el intercambio directo de flujos nasales u oculares. Una vez infectado el gato, se convierte en portador de por vida. Sin embargo, si el gato enferma o no es algo que depende de su estado inmunitario. Los gatos jóvenes e inmunodeprimidos enferman con más frecuencia.
A diferencia del herpesvirus, los gatos no solo se infectan del calicivirus felino (FCV) a través del contacto directo, sino también del indirecto. Así pues, los objetos y la ropa contaminados desempeñan un papel importante en la propagación del virus.
La bacteria Chlamydia felis se añade a los patógenos virales del complejo de la gripe felina. Habitualmente, la clamidia en gatos causa conjuntivitis, a veces purulentas, y bronquitis.
La bacteria Mycoplasma felis está adaptada a las vías respiratorias del gato y provoca los síntomas típicos de un catarro.
Prevención: ¿cómo se previene la gripe felina?
Además de las precauciones generales, como limpiar regularmente los comederos y el arenero, debes evitar que tu gato tenga contacto con gatos enfermos.
Además, existen vacunas para algunos patógenos del complejo de la gripe felina. Aunque solo previenen infecciones parcialmente, contrarrestan el brote de la enfermedad.
El veterinario vacuna al gato a las ocho, doce y dieciséis semanas y, a continuación, a los 15 meses. En función de la vacuna, se pone una dosis de recuerdo cada año o cada tres años.
La edad de los perros se suele deducir de forma sencilla: un año de los perros equivale a siete años de los humanos, dependiendo también de la raza y del peso del can. Ahora bien, ¿Cuántos años tiene mi gato? ¿Cuántos años suelen vivir? ¿A partir de qué edad se considera a los felinos «senior»? Descubre aquí todo sobre la edad de los gatos.
Si tu gata está embarazada, se avecina un periodo lleno de emociones. El parto suscita muchas preguntas, especialmente cuando la gata es primeriza. Para que puedas prepararte para el feliz acontecimiento, hemos reunido las preguntas más importantes sobre el parto de una gata.
Tener gatitos es una experiencia maravillosa, pero las protectoras de animales están abarrotadas. Por eso, existen buenos motivos a favor de prevenir las camadas de tu gata. Te explicamos qué métodos anticonceptivos para gatos hay y si la castración es la mejor solución.