Hipertiroidismo en gatos

Hipertiroidismo en gatos

Los gatos con hipertiroidismo suelen necesitar medicación de por vida.

¿Tu gato no deja de perder peso, aunque tiene buen apetito? En ese caso, es posible que tenga hipertiroidismo. Te explicamos todo lo que debes saber sobre el hipertiroidismo en gatos.

Síntomas del hipertiroidismo en gatos

Las hormonas tiroideas influyen en importantes funciones celulares. Por eso, el hipertiroidismo en gatos afecta a un gran número de órganos y su cuadro clínico (sintomatología) es variable.

Los siguientes son los síntomas más frecuentes:

  • Hipertensión
  • Pérdida de peso, aun con buen apetito
  • Caída del pelo y aspecto hirsuto del pelaje
  • Jadeos y problemas respiratorios
  • Mayor ingesta de agua y mayor micción (polidipsia y poliuria)
  • Incremento de la actividad y agitación general
  • Dificultad al tragar

En algunos casos, los gatos presentan cambios de comportamiento, como agresividad o miedo repentinos. Si la enfermedad afecta al sistema gastrointestinal, también aparecen diarrea o vómitos.

Estadio final: qué pasa si no se trata

Si el gato con hipertiroidismo no recibe tratamiento, alcanza poco a poco el estadio final de la enfermedad. Las hormonas afectan negativamente al corazón, por lo que la presión sanguínea aumenta. A continuación, esta presión daña otros órganos, como los riñones o los ojos.

Hipertiroidismo en gatos © nicholashan / stock.adobe.com
La caída del pelo y el pelaje hirsuto pueden ser signos de hipertiroidismo felino.

Diagnóstico: ¿cómo se detecta?

Para poder detectar el hipertiroidismo en gatos, el veterinario puede valerse de varios métodos diagnósticos tras el chequeo general:

Análisis de sangre

Extrayéndole sangre al gato, puede analizar la muestra para determinar varios parámetros. Con frecuencia, el hipertiroidismo en gatos va asociado a un aumento de las enzimas hepáticas, como la alanina aminotransferasa y la fosfatasa alcalina.

La actividad muscular debilitada por el hipertiroidismo también suele hacer que disminuya la creatinina.

Pruebas de la glándula tiroides

El veterinario también puede medir la concentración de varias hormonas tiroideas en la sangre. Esto incluye, por ejemplo, la medición de la T4 o la T4 libre.

Con un test de TSH, comprueba la comunicación entre la hipófisis del cerebro y la glándula tiroides. En gatos enfermos se esperan valores de TSH bajos porque la T4 aumentada inhibe la segregación de TSH desde la hipófisis.

Ecografía

Para descartar el hipertiroidismo en gatos, los veterinarios suelen valerse de una ecografía. Con ayuda del ecógrafo, pueden evaluar el tejido tiroideo según su tamaño, forma y localización.

Mientras tanto, pueden practicar una punción aspirativa con aguja fina guiada por ecografía. Esto permite tomar una muestra de tejido para determinar si existe un tumor benigno o maligno.

Gammagrafía

Si el veterinario detecta un bulto en la glándula tiroides, puede utilizar una gammagrafía tiroidea para comprobar el metabolismo del yodo de la glándula tiroides. Para ello, le administra sustancias radiactivas al gato (radionúclidos) similares al yodo.

La radiación gamma enviada por esta sustancia se puede representar gráficamente con una cámara especial. Ahora, el veterinario compara las imágenes con los valores de la glándula salival para detectar alteraciones en la tiroides.

Radiografía

Hay otros medios diagnósticos que pueden resultar útiles para comprobar el estado de otros órganos. Por ejemplo, el veterinario puede realizar una radiografía para observar los órganos abdominales, como el hígado o los riñones.

Tratamiento del hipertiroidismo en gatos

La medicina veterinaria distingue entre el tratamiento reversible y el irreversible.

1. Tratamiento reversible

Este tratamiento consiste en la administración de medicamentos con antitiroideos. Los medicamentos carbimazol, metimazol o tiamazol inhiben la producción de hormonas T4 y T3.

Cuando se suspende la administración de metimazol, la glándula tiroides empieza de nuevo a sobreproducir hormonas. Este tratamiento es de por vida.

Además, es importante controlar los valores de la glándula tiroides periódicamente, más o menos cada tres meses. Solo así puede el veterinario ajustar la dosis individualmente y reducir al máximo los efectos secundarios.

Adicional o alternativamente a otros tratamientos, también se puede cambiar la alimentación del gato. La ingesta exclusiva de comida para gatos reducida en yodo también regula la concentración de la T4 alta. El veterinario te dirá qué alimentos dietéticos puedes darle a tu gato.

Nota: La elección de un alimento dietético adecuado puede favorecer las funciones físicas naturales del gato. No obstante, recuerda que una comida de dieta no puede curar ni prevenir enfermedades. Además, la alimentación correcta del gato es un tema que siempre hay que hablar con el veterinario. En la tienda online de zooplus encontrarás alimentos dietéticos especiales.

2. Tratamiento irreversible

Las medidas irreversibles se ponen en práctica cuando las reversibles (ya) no hacen efecto.

El tratamiento por excelencia es la terapia de yodo radiactivo. El yodo radiactivo inyectado en las venas o bajo la piel destruye el tejido glandular patológico. En la mayoría de casos, una sola aplicación es suficiente.

Otra opción es la tiroidectomía, que es la extirpación quirúrgica total de la glándula tiroides.

Precio: ¿cuánto cuesta el tratamiento?

La terapia medicamentosa de por vida del hipertiroidismo en gatos implica gastos corrientes. Cuenta con unos treinta euros al mes por las pastillas más el coste de los exámenes veterinarios.

El coste de una extirpación quirúrgica de la glándula tiroides o de la terapia con yodo radiactivo oscila entre los 1000 y los 2000 euros.

No obstante, hay factores que pueden influir en el precio, como el peso del gato (para calcular la dosis medicamentosa).

Causas: ¿cuáles son los desencadenantes?

Con el hipertiroidismo felino se añade que la glándula tiroides del gato segrega demasiadas hormonas tiroideas. Esta importante glándula se encuentra a derecha e izquierda de la tráquea del gato. Dos de las hormonas tiroideas más conocidas son la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3).

Tumores: los causantes más habituales

Los cambios patológicos en el tejido tiroideo son la causa más frecuente del hipertiroidismo en gatos. Estos cambios pueden ser, por ejemplo, tumores productores de hormonas en uno o ambos lóbulos.

La mayoría de los gatos con cáncer tienen un adenoma benigno. Es menos frecuente que los gatos contraigan un carcinoma agresivo productor de T4.

Otras causas y factores que favorecen la enfermedad

Algunos gatos afectados sufren una hiperplasia adenomatosa. En este caso, el tejido de la glándula tiroides aumenta, por lo que la glándula produce más hormonas.

Los científicos aún no han podido averiguar con exactitud qué provoca el hipertiroidismo en gatos. No obstante, sospechan que los factores siguientes aumentan el riesgo de contraerlo:

  • Radiación radiactiva
  • Estímulos químicos (p. ej., toxinas o antiparasitarios)
  • Arena para gatos
  • Comida húmeda con una concentración de yodo excesiva

Pronóstico: ¿se puede curar?

El pronóstico del hipertiroidismo en gatos es bueno en general. Si el gato sufre una enfermedad grave, como una enfermedad renal crónica, esta puede reducir su esperanza de vida.

Además, si el gato no recibe tratamiento, alcanzará gradualmente el estadio final y perderá vitalidad.

Esperanza de vida: ¿cuánto vive un gato enfermo?

Como la mayoría de gatos con hipertiroidismo tienen un tumor benigno en la glándula tiroides, con un tratamiento satisfactorio pueden llevar una vida normal sin limitaciones.

Prevención: cómo proteger a tu gato

Por desgracia, las enfermedades hormonales no se pueden prevenir. Sin embargo, puedes seguir los consejos siguientes para favorecer la salud general de tu gato:

  • Aliméntalo siempre de forma acorde a la especie.
  • Asegúrate de que haga suficiente ejercicio, especialmente si es de interior.
  • Llévalo al veterinario periódicamente.

En nuestro apartado de juegos con gato y deporte encontrarás consejos sobre cómo conseguir que tu gato haga ejercicio.

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