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Incluso los gatos que parecen sanos pueden tener giardias.
Si tu gato tiene diarreas recurrentes, la giardia podría ser la causa. Estos parásitos intestinales unicelulares pueden ser muy peligrosos, sobre todo para los animales jóvenes y débiles. Sigue leyendo para averiguar qué más hay que saber sobre la giardia en gatos.
Una infección por giardia en gatos no es ninguna broma. La diarrea recurrente provoca graves pérdidas de líquidos, sobre todo en gatos jóvenes, que pueden ser mortales. Además, la giardia también es contagiosa para las personas.
No todas las infecciones de giardia (giardiasis) causan inflamaciones intestinales graves al gato. Al fin y al cabo, la gravedad de los síntomas depende del estado inmunitario y la edad del gato, así como de la cantidad de giardias ingeridas.
La giardiasis se manifiesta, particularmente en gatos jóvenes, con estos síntomas:
Los gatos mayores, en cambio, con frecuencia no presentan síntomas de giardiasis. Sin embargo, como excretan los patógenos igualmente, es posible que infecten a otros animales o a su cuidador.
Si tu gato tiene diarrea repetidas veces o durante más de dos o tres días, llévalo al veterinario. También deberás llevarlo si muestra síntomas no específicos, como pérdida de peso o menos apetito.
Para agilizar el diagnóstico, lleva a la visita muestras de heces de tres días consecutivos. El gato no expulsa las giardias de forma continua, por lo que es necesario analizar varias muestras.
Actualmente existen test rápidos para las consultas veterinarias que permiten detectar la giardia en gatos. El resultado se obtiene pasados diez o 15 minutos.
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Si el análisis confirma que se trata de una infección de giardias, el veterinario tiene varios medicamentos a su disposición. Normalmente se utilizan los principios activos fenbendazol o metronidazol. Estos fármacos se administran por vía oral durante varios días.
Como las giardias son muy persistentes, lo mejor es combatirlas en dos ciclos, con una pausa de entre dos y cinco días. A continuación, se debe realizar otro análisis de heces. Si los parásitos se han eliminado, la terapia ha terminado.
Para que el tratamiento surta efecto, también es necesario limpiar a fondo todo el entorno del gato. Por desgracia, los desinfectantes convencionales no actúan contra los quistes de giardias en el entorno. Mueren por sequedad o temperaturas superiores a los 60 grados.
Con el tratamiento correcto del animal y del entorno, es fácil tener la giardia en gatos bajo control. Si viven más animales en casa, deberás tratarlos profilácticamente a ellos también. De lo contrario, se infectarán unos a otros.
La Giardia intestinalis es un parásito intestinal extendido en todo el mundo que afecta a los gatos y otros animales. Estos unicelulares se asientan en el intestino delgado del gato, provocando los síntomas típicos.
Mediante la división celular de los trofozoítos en el intestino delgado, aparecen quistes de giardia. A continuación, el gato expulsa estos quistes con las heces, infectando a otros animales. Los quistes también son muy resistentes fuera del cuerpo del gato. Por eso, es posible contagiarse a través de superficies y objetos contaminados.
Estas medidas ayudan a evitar que el gato se vuelva a infectar de giardia en gatos:
Me formé como veterinaria de forma íntegra en la Universidad Justus-Liebig Gießen en Alemania, donde pude adquirir experiencias en diversas áreas como medicina para roedores y animales pequeños, animales grandes y animales exóticos, así como farmacología, patología e higiene de los alimentos. Desde entonces, además de trabajar como autor veterinario, he estado trabajando en mi tesis doctoral de carácter científico. Mi objetivo es conseguir proteger mejor a los animales de los patógenos bacterianos que causan las enfermedades. Además de mis conocimientos veterinarios, también comparto mi propia experiencia como cuidadora de mi perro, por lo que puedo entender y aclarar miedos y problemas, así como otras cuestiones importantes sobre la salud de los animales.
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