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Después de nacer, un gatito necesita mucha tranquilidad y los mimos de su mamá.
Si tu gata está embarazada, se avecina un periodo lleno de emociones. El parto suscita muchas preguntas, especialmente cuando la gata es primeriza. Para que puedas prepararte para el feliz acontecimiento, hemos reunido las preguntas más importantes sobre el parto de una gata.
Si la gata está embarazada, los gatitos suelen nacer aproximadamente a las nueve semanas. Sin embargo, el periodo de gestación puede ser de entre 61 y 72 días. Si los gatitos no han nacido aún después del día 72, es recomendable visitar urgentemente al veterinario.
Durante este periodo, las gatas dejan de lado sus actividades normales, excepto las relacionadas con el comedero. Al fin y al cabo, ahora deben comer también por sus crías. Por consiguiente, el peso de la futura madre aumenta y esta se pone visiblemente más redonda.
¿Qué se necesita para el parto de una gata?
Las gatas suelen encargarse solas del nacimiento de sus crías y es raro que se produzcan complicaciones. Así pues, observa, mantén la calma y asegúrate de que tu gata esté a gusto. Evita cualquier estrés para ella hacia el final y después del embarazo.
Si el parto es inminente, ofrécele cojines cómodos o una caja de cartón para el parto. No obstante, no todas las gatas aprecian estos gestos. Algunas futuras mamás se retiran al armario ropero o a la cesta de la ropa sucia para parir.
Otros preparativos importantes:
Ten a mano el número del veterinario, por si acaso.
Dispón una báscula para pesar a los gatitos.
Anota el proceso del parto con las horas y los pesos de los gatitos. Esto ayudará al veterinario en caso de que se produzcan complicaciones.
Ten preparada una toalla pequeña limpia para limpiar a los gatitos en caso necesario. Normalmente, esto lo hace la madre.
También es recomendable poner mantas térmicas, un radiador de infrarrojos o cojines con relleno de granos para crear un entorno calentito para los gatitos.
¿Cómo se sabe que el parto de una gata es inminente?
Hay varios indicios de que el parto de una gata es inminente. Las más importantes son:
Agitación:la gata está cada vez más inquieta los días anteriores al parto. Camina de un lado a otro, maúlla más o se asea continuamente.
Falta de apetito:la gata come menos o rechaza la comida, pero bebe más.
Búsqueda de refugio:la futura madre busca un lugar tranquilo y protegido para traer a sus bebés al mundo.
Leche materna que sale de las ubres
La gata se tumba de lado y respira más rápido.
Si detectas estos signos, es mejor que te quedes en casa para tranquilizarla y ayudarla en caso de complicaciones.
¿Cómo discurre el parto de una gata?
Al igual que las mujeres, las gatas también tienen contracciones. La gata respira rápido y fuerte, ronronea y es posible que se muestre muy apegada. Muchas gatas domésticas no quieren quedarse solas en esta fase. En este caso, háblale con dulzura y acaríciala.
Suelen pasar dos horas entre la aparición de las contracciones y el nacimiento del primer gatito. Inmediatamente antes de que empiecen, da comienzo la presión abdominal. La gata comprime visiblemente el abdomen una y otra vez. A continuación, el gatito nace muy rápido. Entre el nacimiento de cada gatito puede pasar hasta una hora. Mientras tanto, la madre descansa un poco.
Limpieza de los gatitos
Justo después del parto, la gata retira la bolsa amniótica, muerde el cordón umbilical y limpia a los gatitos. Estos lamidos, que pueden parecer bruscos, son importantes para estimular la respiración de los gatitos.
Si tu gata está demasiado agotada o no empieza a hacerlo por sí sola, puedes ayudarla con cuidado. Coloca al gatito con la cara hacia abajo y frótalo suavemente a contrapelo. El objetivo es liberar las vías respiratorias y estimular la respiración.
Que no te extrañe si tu gata se come la placenta, ya que muchas lo hacen. Este es un comportamiento totalmente natural con el que las gatas evitan atraer a los depredadores, entre otras cosas.
¿Cómo sé si se producen complicaciones en el parto?
Las gatas dan a luz a sus gatitos solas y no suelen necesitar nuestra ayuda. Observa a tu gata, pero no intervengas si no es necesario, ya que esto podría estresarla aún más.
Sin embargo, hay señales de advertencia durante el parto y después que pueden requerir una llamada al veterinario:
La gata lleva dos horas empujando, pero aún no ha nacido ningún gatito.
Ya puedes ver al gatito, pero este no sale, pese a que la madre lleva tiempo empujando.
Pasa demasiado tiempo hasta que sale el siguiente gatito. No debe pasar más de una hora y media entre nacimientos.
El líquido amniótico huele muy mal.
La gata sigue empujando, aunque ya han salido todos los gatitos.
La madre parece apática y tiene fuertes hemorragias.
Después del parto, la gata parece intranquila, tiembla o no come.
Sale una secreción sanguinolenta o parduzca y maloliente de las ubres de la madre.
Los gatitos parecen débiles, están inánimes, no maman o no ganan peso.
Después del parto de una gata: ¿y ahora qué?
Poco después del parto de una gata, los gatitos buscan las ubres maternas y empiezan a mamar el calostro. Este es muy importante porque los gatitos obtienen así anticuerpos esenciales para su sistema inmunitario y otros nutrientes. Los gatitos solo pueden ingerirlo las primeras horas después del parto.
Puede que la madre se lleve a los gatitos a otro sitio después del parto para protegerlos de posibles enemigos. Este es un comportamiento instintivo totalmente normal, así que deja que elija el sitio adecuado.
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