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Si el gato va demasiado a menudo al arenero, la causa podría ser diarrea.
La diarrea es uno de los síntomas de enfermedad más frecuentes con los que se topan quienes tienen gatos. Pero ¿qué puede causar la diarrea en gatos y cuándo hay que empezar a preocuparse? Sigue leyendo para conocer lo más importante sobre el tema.
La diarrea en gatos no es infrecuente y, en la mayoría de casos, tampoco es peligrosa. Sin embargo, existen causas más graves. Por eso, no debes tomártela a la ligera bajo ningún concepto. Además, la diarrea en gatos jóvenes y mayores, aunque también de otras edades, puede ser mortal debido a la pérdida de líquido y a las alteraciones electrolíticas.
Si la diarrea tiene su origen en el aparato digestivo, se divide en diarrea del intestino grueso y delgado. Además, hay otras enfermedades de otros sistemas orgánicos o varios estímulos ambientales que pueden provocar diarrea en gatos.
Estas son las causas más frecuentes:
La diarrea en gatos suele ser la consecuencia de errores de alimentación, intolerancias y alergias alimentarias. En la mayoría de casos, el problema es la comida en mal estado o un cambio de alimentación muy brusco.
A menudo, los causantes son agentes infecciosos, como bacterias, virus o parásitos. Estas son algunas de las causas infecciosas más frecuentes:
Las sustancias tóxicas y la ingesta de determinados medicamentos (como antibióticos) también pueden provocar diarrea en gatos. Para prevenir efectos secundarios intensos, dale medicamentos solo después de hablarlo con el veterinario u otro especialista.
Algunas enfermedades subyacentes, como la pancreatitis o las enfermedades tiroideas, pueden provocar fuertes diarreas en gatos. Los tumores en el intestino u otros órganos (síndrome paraneoplásico) también suelen causarlas.
En algunos casos, un estreñimiento intenso provocado, p. ej., por cuerpos extraños o desplazamientos dentro del intestino (torsiones o invaginaciones) puede provocar diarrea. En este caso, los gatos afectados suelen presentar otros síntomas clínicos, como un rápido malestar general o vómitos.
Al igual que las personas y los perros, los gatos también pueden contraer una enfermedad inflamatoria intestinal. Es una enfermedad autoinmune que suele ir acompañada de muchos otros síntomas, como cansancio y un pelo hirsuto y apagado.
La diarrea en gatos puede aparecer de golpe (aguda) o durante un tiempo prolongado (crónica). También hay grandes diferencias en lo que a los síntomas se refiere.
Mientras que una intolerancia alimentaria leve no suele presentar más dolencias, las diarreas infecciosas graves presentan otros síntomas. Estos pueden empeorar el estado general del gato considerablemente.
Estos son los síntomas que suelen manifestarse:
Por lo tanto, la diarrea en gatos puede causar muchos otros perjuicios. Por eso, debes tomártela muy en serio si persiste durante mucho tiempo o es muy intensa.
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No debes subestimar la diarrea en gatos. Si los síntomas persisten más de 24 horas o aparecen otros signos de enfermedad, lleva al gato al veterinario. Y es que una pérdida de líquidos o electrolitos puede ser mortal.
Para iniciar una terapia específica, es crucial que el veterinario te haga varias preguntas (anamnesis). Hay indicios importantes, como un cambio brusco de comida, la ingesta de sustancias tóxicas o la duración de la diarrea hasta el momento, que pueden ayudar a determinar el diagnóstico.
Tras la anamnesis, es importante evaluar el estado general del gato. Por ejemplo, hay que reestablecer una circulación inestable antes de emprender otras medidas diagnósticas.
Cuando la circulación vuelva a ser estable, el veterinario ya puede empezar con el examen especial. Por medio de la concentración de varias células inmunitarias, un análisis de sangre indica mucho sobre la posible causa. Por ejemplo, el aumento de granulocitos eosinófilos (eosinofilia) es un signo de infestación parasitaria o de una reacción alérgica.
Un análisis de las heces permite realizar exámenes parasitológicos, bacteriológicos y virales.
También se pueden emplear métodos de imagen, como radiografías o ecografías. Así, se pueden ver, por ejemplo, cuerpos extraños que se haya tragado el gato o alteraciones en los órganos. Si se han descartado causas infecciosas e intoxicaciones, se puede diagnosticar una diarrea crónica alimentaria mediante una dieta de eliminación.
Si el gato tiene una diarrea aguda, primero debes darle una dieta blanda. Esta puede estar compuesta, por ejemplo, por pollo hervido y arroz sin condimentar. Distribuye la cantidad total en varias raciones pequeñas y dáselas a lo largo del día. Junto con la dieta blanda fácil de digerir, esto descarga el aparato digestivo del gato.
Si quieres utilizar otros remedios caseros, habla primero con un especialista. Si la diarrea no mejora con la dieta blanda en 24 horas, deberás llevar al gato al veterinario obligatoriamente.
El tratamiento de la diarrea en gatos se puede dividir en una terapia sintomática y una terapia especial:
El pronóstico de la diarrea en gatos depende en gran medida de la causa y del tratamiento. La diarrea causada por la alimentación no suele presentar otros síntomas y se cura rápidamente. En cambio, las intoxicaciones graves y los desplazamientos del intestino pueden ser mortales si la terapia se inicia demasiado tarde.
Por desgracia, no se pueden prevenir todas las causas de la diarrea en gatos. Sin embargo, para minimizar el riesgo se recomienda tomar las medidas profilácticas siguientes:
Me formé como veterinaria de forma íntegra en la Universidad Justus-Liebig Gießen en Alemania, donde pude adquirir experiencias en diversas áreas como medicina para roedores y animales pequeños, animales grandes y animales exóticos, así como farmacología, patología e higiene de los alimentos. Desde entonces, además de trabajar como autor veterinario, he estado trabajando en mi tesis doctoral de carácter científico. Mi objetivo es conseguir proteger mejor a los animales de los patógenos bacterianos que causan las enfermedades. Además de mis conocimientos veterinarios, también comparto mi propia experiencia como cuidadora de mi perro, por lo que puedo entender y aclarar miedos y problemas, así como otras cuestiones importantes sobre la salud de los animales.
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