La elección del tratamiento eficaz contra el síndrome de Cushing en gatos depende de la causa subyacente:
Tumor suprarrenal
Si tu gato tiene un tumor suprarrenal, el veterinario puede extirpar la glándula suprarrenal si el tumor aún no se ha extendido a otros órganos. Tras la extirpación, la otra glándula suprarrenal compensa el órgano faltante. Si se extirpan las dos glándulas, el gato necesitará tomar prednisolona y fludrocortisona de por vida.
En caso de que no se pueda operar, se puede recurrir a la quimioterapia. El medicamento debilita la producción de cortisol en las glándulas suprarrenales. Solo está homologado para perros, pero el veterinario puede reconvertirlo y prescribírselo a tu gato.
Síndrome de Cushing hipofisario
Si el gato sufre un síndrome de Cushing hipofisario, un cirujano experto puede extirpar el tumor hipofisario. Si no se puede extirpar, se puede aplicar quimioterapia con trilostano. El gato deberá ir al veterinario periódicamente para medir el nivel de cortisol en sangre y ajustar la dosis.
Complicaciones en caso de síndrome de piel frágil
Si el gato ya tiene problemas de piel antes de la operación, con alteraciones de cicatrización y desgarros, un tratamiento con cortisona antes de la intervención permite que las heridas curen bien.
Precio del diagnóstico y el tratamiento
Los costes del tratamiento dependen de los exámenes requeridos, la medicación y las posibles complicaciones. Debido a lo extenso que es el diagnóstico y a la medicación de por vida, el síndrome de Cushing es una de las dolencias felinas más caras. En total, los costes pueden ascender a cientos de euros.