Ataxia en gatos

La ataxia, un trastorno del movimiento, es un síntoma, es decir, una respuesta del cuerpo a una causa primaria. Te explicamos cómo puede aparecer la ataxia en gatos y cuál es el pronóstico.

¿Es peligrosa?

Si tu gato está atáxico, es imprescindible que lo lleves al veterinario. Y es que la causa subyacente podría no ser una simple enfermedad inofensiva, sino algo mucho más grave.

Síntomas: ¿cuáles son los signos de la ataxia en gatos?

Si tu gato tiene ataxia, esto es solo una consecuencia de una enfermedad subyacente. Los signos típicos de la ataxia son movimientos incontrolados. En función de la enfermedad subyacente, pueden aparecer otros trastornos neurológicos o síntomas extraneurales.

¿Cuáles son los trastornos neurológicos en gatos?

• Espasmos
• Ceguera y sordera
• Hipersensibilidad a los estímulos

¿Cuáles son los signos patológicos extraneurales?

• Fiebre
• Ictericia
• Ganglios linfáticos engrosados (linfadenopatía)
• Apatía
• Ingesta de alimento reducida o inexistente (anorexia)
• Problemas respiratorios, como tos

¿Qué es el síndrome de hiperestesia felina?

Si el gato tiene hipersensibilidad a ciertos estímulos (p. ej., el frío), sufre el síndrome de hiperestesia felina (rolling skin). Los científicos aún no han logrado averiguar la causa de esta hipersensibilidad. Sin embargo, se sabe que está relacionada con el estrés crónico y varias enfermedades.

¿Qué es el síndrome vestibular?

El órgano vestibular (órgano del equilibrio) se encuentra en el oído interno y trabaja con el cerebelo. Si un estímulo daña este órgano, el gato ya no puede mantener el equilibrio. En pocos segundos, la cabeza del gato se ladea. Además, los gatos atáxicos suelen presentar trastornos de coordinación al caminar o vomitan debido a las náuseas.

Diagnóstico: ¿cómo se detecta?

Si tu gato parece borracho y va dando tumbos, deberían sonarte todas las alarmas. Podría tratarse de una ataxia felina, que requiere ayuda veterinaria. No obstante, antes de poder combatir las causas, primero se necesita un diagnóstico en firme. Como la ataxia en gatos puede aparecer de diferentes maneras, el veterinario tiene mucho trabajo por delante.

Primero de todo, es importante que le facilites toda la información relevante que tengas al veterinario. Esto incluye, entre otras cosas, la alimentación del gato y si le has dado medicamentos recientemente.

Durante la exploración del animal de la cabeza a las patas, el veterinario ya puede recabar otros indicios. Por ejemplo, le examinará las orejas. Si están rojas y le duelen, puede examinárselas para descartar una otitis.

Durante el examen neurológico, el médico comprobará los sentidos del gato. Aquí es importante determinar la magnitud de las alteraciones y, si es posible, localizarlas.

Con un análisis de sangre, el veterinario también puede observar parámetros importantes para detectar infecciones inflamatorias. Además, la muestra de sangre puede aportar indicios de una toxoplasmosis o una infección de coronavirus felino. Un examen del líquido cefalorraquídeo o métodos de imagen (p. ej., radiografías) también pueden resultar útiles.

Tratamiento: ¿cómo se trata la ataxia en gatos?

El tratamiento depende de la razón por la que el gato está atáxico. En función de esto se pueden iniciar varias terapias para ayudarlo.

Estos son algunos ejemplos:

• Administración de vitamina B1 en caso de déficit
• Extirpación quirúrgica o radiación de tumores
• Administración de medicamentos (antibióticos o antivíricos)

Aparte del tratamiento de la causa, también es importante aliviar los síntomas del animal. Para ello, se pueden administrar, por ejemplo, antiinflamatorios o analgésicos. Además, la fisioterapia de corta o larga duración también puede contribuir al éxito del tratamiento.

Causas: ¿cuáles son los desencadenantes?

Los veterinarios describen la ataxia en gatos como un trastorno del movimiento. Si el gato solo está atáxico unilateralmente, se habla de hemiataxia.

La tabla siguiente resume las posibles causas de una ataxia en gatos:

Causas	Ejemplos
Anomalías (malformaciones)	Síndrome miasténico congénito (SMC) en el devon rex y el gato esfinge, subdesarrollo (hipoplasia)
Enfermedades degenerativas	Tesaurismosis, como las mucopolisacaridosis, recesión temprana de las neuronas (abiotrofia)
Infecciones	Otitis interna/media como consecuencia de una infección de Staphylococcus spp. Streptococcus spp. Proteus spp. o Escherichia coli, encefalopatía espongiforme felina, Toxoplasma gondii, enfermedad de Borna, peritonitis infecciosa felina (PIF), panleucopenia felina en gatitos
Cáncer	Tumores, como gliomas o meningiomas, metástasis
Malnutrición	Déficit de vitamina B1
Traumatismo (accidente)	Rotura de huesos, como fractura de la base del cráneo, lesiones en el sistema nervioso central (SNC, p. ej., cerebro o médula espinal)
Envenenamiento (intoxicación)	Sobredosis de medicamentos (p. ej., fenobarbital), plomo, plantas tóxicas

Pronóstico: ¿se puede curar?

Si la ataxia felina se puede curar y cómo afecta al gato enfermo es algo que depende de varios factores. Estos incluyen la enfermedad subyacente, la magnitud de la enfermedad y el estado de salud general del animal. También lo pronto que se detecte la enfermedad influye en el éxito de la terapia.

Por mucho empeño que se ponga, por desgracia no todos los desencadenantes de la ataxia en gatos se pueden curar. Sin embargo, una otitis recurrente es un buen ejemplo de que, con un tratamiento satisfactorio, el gato puede volver a moverse pronto con normalidad.

Prevención: cómo proteger a tu gato

Por desgracia, no puedes proteger completamente a tu gato de cualquier enfermedad. Sin embargo, con una tenencia y alimentación acordes a la especie y vacunas, puedes reducir el riesgo considerablemente. Por ejemplo, asegúrate de que tu gato se mueva lo suficiente. De hecho, se ha demostrado que el sobrepeso (obesidad) está asociado a muchas enfermedades. Además, nunca dejes medicamentos por ahí sin supervisión y compra solo plantas no tóxicas.