Los no opiáceos se dividen en varios tipos.
Agonistas α2
Los agonistas α2 son analgésicos que tienen un efecto sedante e hipnótico. Los veterinarios los usan en operaciones porque intensifican el efecto de la anestesia, como la ketamina.
En comparación con otros analgésicos para gatos, los agonistas α2 no son excesivamente calmantes. Por eso, no se deben utilizar solos para tratar dolores intensos.
Los gatos son muy sensibles a los agonistas α2 y reaccionan fácilmente a ellos con vómitos.
Ejemplos:
- Dexmedetomidina
- Medetomidina
- Xilacina
AINE (antiinflamatorios no esteroideos)
Los AINE son analgésicos para gatos con un efecto antiinflamatorio y calmante. Suelen emplearse para calmar el dolor durante una cirugía, pero también con problemas articulares o dolor agudo.
Los gatos reaccionan más intensamente a los AINE que los perros y, por eso, hay más peligro de que se produzcan efectos secundarios.
Ejemplos:
- Carprofeno
- Meloxicam
- Robenacoxib
- Ácido tolfenámico
Caso especial: metamizol
El metamizol es un AINE especial que tiene un efecto potente en el sistema nervioso central. En comparación con los AINE convencionales, no alcanza regiones periféricas como las articulaciones, los riñones o la mucosa gástrica.
Por eso, este principio activo tiene pocos efectos secundarios, aunque los aditivos, como el fenol, pueden tenerlos en gatos.
Es apto para el tratamiento del dolor durante una intervención y para combatir dolores intensos en pacientes de alto riesgo.
Ejemplos:
- Novalgina
- Compuestos con metamizol (buscapina compositum)
Antagonistas de los receptores NMDA
Esta clase de principios activos es apta para aliviar el dolor en intervenciones menores y para el dolor somático. Este surge, por ejemplo, por quemaduras.
Ejemplo: ketamina