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Los gatos estresados pueden arrancarse pelos con su lengua áspera.
A los gatos les encanta asearse el pelaje con la lengua. De hecho, invierten mucho tiempo en ello, hasta cuatro horas al día. Pero ¿qué pasa si este instinto natural se vuelve patológico? En este caso, tu gato podría tener un trastorno del comportamiento llamado alopecia psicógena felina.
La palabra alopecia significa caída del pelo. Una variante de este problema es la alopecia psicógena. Se trata de un trastorno conductual u obsesivo-compulsivo. En este caso, los gatos estresados se provocan calvas a sí mismos lamiéndose intensamente.
Causas: ¿qué la provoca?
La alopecia psicógena felina no tiene causas físicas, sino psicológicas, siendo el estrés una de las principales. Casi siempre aparece cuando se producen cambios en el entorno del gato.
Por ejemplo, los gatos pueden sufrir estrés por los cambios siguientes:
Cambio de entorno:te mudas a otro piso o cambias el espacio vital del gato, por ejemplo, comprando muebles nuevos.
Soledad y aburrimiento:el gato está solo a menudo, tiene poco entretenimiento o le sienta muy mal la separación cuando no estás.
Bebé en la familia: tienes un bebé o una nueva pareja o bien adoptas otro animal.
Ausencia de refugios:el gato no tiene ningún refugio donde cobijarse.
Conflictos con otros animales:las peleas territoriales con otros gatos o animales pueden ser abrumadoras.
Cambio de comida:le cambias la comida bruscamente.
Síntomas: cómo detectarla
La alopecia psicógena felina se caracteriza por las típicas calvas que el gato se provoca a sí mismo aseándose excesivamente. Estas suelen encontrarse donde llega más fácilmente con la lengua, como el vientre, las patas o el muslo interno.
Estas calvas no siempre permanecen secas y disimuladas. En la lengua áspera del gato hay numerosas bacterias que pueden llegar a la piel con los lamidos.
La consecuencia es que la piel se inflama y sangra. Además, es posible que estas zonas se hinchen y se enrojezcan. En casos graves, los gatos afectados se mueven menos porque les duele la zona.
Para combatir la alopecia psicógena felina eficazmente, primero conviene determinar la causa y, sobre todo, limitar los factores de estrés. Si conoces la causa exacta, deberás solventarla en la medida de lo posible.
Por desgracia, no siempre es evidente a primera vista qué es lo que está estresando al gato. En este caso, hay que intentar ir descartando posibilidades paulatinamente. Ten paciencia y observa si el instinto de aseo del gato se vuelve a normalizar. En algunos casos vale la pena acudir a un psicólogo felino para que te ayude a elaborar una terapia adecuada.
Tratamiento veterinario de los síntomas
Mientras tanto, el veterinario puede examinar la piel del gato y limpiar y desinfectar las heridas con medidas higiénicas. Si la piel sufre dermatitis y se ha formado pus, le aplicará pomadas antibióticas y antiinflamatorias.
Si, además, el gato tiene mucho dolor, también puede administrarle analgésicos.
Importante:
Los gatos se lamen más cuando tienen un fuerte picor. Este puede aparecer por parásitos, como ácaros del oído, o alergias, como a la saliva de pulga.
Si notas que el gato se rasca o lame más, primero debes acudir al veterinario. Este podrá descartar otras causas patológicas o una infestación parasitaria.
Profilaxis: cómo evitar la alopecia psicógena felina
El estrés puede provocar muchas enfermedades y problemas de comportamiento en gatos. Por eso, es importante que su entorno esté lo más libre de estrés posible.
Haz los cambios de comida de forma paulatina y proporciónale suficientes refugios. Ofrécele el entretenimiento que necesita y, si es posible, no lo tengas solo, sino con otro gato. De este modo, conseguirás que no se sienta solo. Además, a los gatos les gustan los juguetes y los rascadores, que contribuyen a combatir el estrés.
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