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Los típicos ácaros del oído en gatos son depósitos oscuros en el pabellón auditivo, similares al poso del café.
¿Tu gato se rasca mucho las orejas o sacude la cabeza una y otra vez? Puede que tenga ácaros del oído. Este tipo especial de ácaro provoca un fuerte picor a los gatos, entre otras cosas. En este artículo aprenderás todo lo que hay que saber sobre los ácaros del oído en gatos.
En general, los ácaros del oído no son realmente peligrosos para los gatos. En casos muy aislados, la inflamación del oído externo se puede extender al oído medio o interno. Pero estos son casos excepcionales.
Aun así, estos ácaros en gatos ocasionan un prurito insoportable. Por lo tanto, es indispensable tratarlos rápida y eficazmente.
Los ácaros del oído provocan la llamada otitis externa parasitaria. En función de la magnitud de la infestación, los gatos presentan distintos síntomas:
No todos los gatos presentan todo el cuadro clínico. En algunos casos, los típicos sedimentos en los oídos son el único síntoma de estos ácaros en gatos.
Dado que los ácaros del oído en gatos son muy difíciles de ver a simple vista, el veterinario debe confirmar el diagnóstico. Durante la anamnesis y el chequeo general, primero recopilará todos los indicios importantes.
A continuación, realizará un examen especial. Con ayuda de un otoscopio, observará los oídos del gato. Es un instrumento en forma de embudo que, con una lámpara y una lupa, facilita la observación del conducto auditivo.
A veces, los ácaros ya se pueden detectar como puntitos que se mueven en el oído. Si el conducto auditivo está manchado de una masa oscura cerosa, el veterinario realiza un frotis. Los ácaros se pueden ver más claramente bajo el microscopio.
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La terapia de los ácaros del oído en gatos se compone de un tratamiento medicamentoso y otras medidas coadyuvantes. Para matar cada estadio de los ácaros, es necesario aplicar una terapia de al menos tres semanas. Además, deberás tratar a todos los demás gatos del hogar para que no se contagien entre ellos.
En función de la intensidad de la infestación, el veterinario prescribirá a tu gato varios medicamentos o combinaciones de estos. Se utilizan los fármacos siguientes:
Para potenciar el efecto de los medicamentos, primero es recomendable limpiar cuidadosamente el pabellón auditivo con un pañuelo de papel humedecido o un lavado para disolver las costras.
Para que tu gato se recupere lo antes posible, deberás tomar otras medidas personalmente. Deberás desinfectar a fondo las superficies y objetos contaminados (p. ej., cepillos). Además, mientras dure el tratamiento le tendrás que lavar y cuidar los oídos a diario.
Una infestación de ácaros del oído en gatos suele ser fácil de curar. Sin embargo, deberás llevar a cabo la terapia estrictamente durante tres semanas como mínimo. Esta es la única manera de que estos persistentes parásitos no vuelvan. El picor suele desaparecer al cabo de unos días.
En la mayoría de los casos, el sarpullido del gato puede tratarse con éxito en unas pocas semanas (como mínimo 3) después de un tratamiento consistente y eficaz.
Los ácaros del oído (Otodectes cynotis) provocan otitis externa parasitaria. Estos pequeños arácnidos de aproximadamente medio milímetro se aferran con sus largas patas a la piel del conducto auditivo felino. Con sus herramientas bucales masticatorias, ingieren las células cutáneas y las secreciones celulares.
Mientras tanto, las hembras de Otodectes cynotis ponen sus pequeños huevos en la superficie de la piel del conducto auditivo. Pasados unos días, las larvas salen del huevo. A continuación, pasan a los estadios adultos después de dos estadios de ninfa (protoninfa y tritoninfa).
Con unas pocas medidas profilácticas podrás evitar que tu gato se infeste de ácaros del oído. La profilaxis más eficaz son los collares o las pipetas. También es importante que limpies los productos de cuidado y las zonas de descanso calientes.
Me formé como veterinaria de forma íntegra en la Universidad Justus-Liebig Gießen en Alemania, donde pude adquirir experiencias en diversas áreas como medicina para roedores y animales pequeños, animales grandes y animales exóticos, así como farmacología, patología e higiene de los alimentos. Desde entonces, además de trabajar como autor veterinario, he estado trabajando en mi tesis doctoral de carácter científico. Mi objetivo es conseguir proteger mejor a los animales de los patógenos bacterianos que causan las enfermedades. Además de mis conocimientos veterinarios, también comparto mi propia experiencia como cuidadora de mi perro, por lo que puedo entender y aclarar miedos y problemas, así como otras cuestiones importantes sobre la salud de los animales.
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