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El dibujo point con patas blancas y los ojos azules son los rasgos típicos del sagrado de Birmania.
El sagrado de Birmania es un gato de pelo semilargo. Con sus ojazos azules y su típico dibujo point, recuerda a un gato siamés, aunque con el pelo más mullido. Las patas blancas son un rasgo distintivo de esta preciosa raza.
El gato sagrado de Birmania es una raza mediana. Sus rasgos típicos son el tronco largo con piernas cortas y fuertes, y patas redondas. Además, tiene una cola tupida de longitud media.
Este gato tiene la cara redonda, la nariz semilarga y las orejas relativamente pequeñas y acabadas en una punta redondeada. Los ojos son medianos y ligeramente ovalados, de un llamativo color azul intenso.
El pelaje del sagrado de Birmania es semilargo y sedoso, con poco subpelo. El pelo de la cara es más corto que el del cuerpo. En cambio, el pelo del cuello es más largo y forma la típica gorguera de la raza.
Al igual que el siamés, el sagrado de Birmania también presenta el dibujo point. Esto significa que el pelaje del cuerpo tiene un tono claro, pero el morro, las orejas, las patas y la cola son mucho más oscuros.
El responsable del dibujo point es un trastorno metabólico genético: en este caso, la enzima tirosinasa, necesaria para la producción de melanina, solo se activa a temperaturas frías. Sin embargo, la melanina se necesita para que el pelo se oscurezca.
En los gatos point, el oscurecimiento solo se produce en las partes del cuerpo externas más frías, los points. En el centro, donde el cuerpo está más caliente, el pelo se queda claro (albinismo parcial). El color básico real del gato solo aparece en las puntas del cuerpo.
Poco después de nacer, los gatitos point son totalmente blancos porque en el útero hace tanto calor que no se forma melanina. Con el tiempo, la punta de la nariz empieza a oscurecerse y, después, las puntas de las orejas.
Con unos tres años, el sagrado de Birmania ya tiene todo su color y su dibujo definitivo. Por eso, los ejemplares jóvenes siempre parecen diferentes de los adultos.
Otros gatos point, aparte del siamés, son el thai, el ragdoll, el balinés, el burmés y el bobtail del Mekong.
Los criadores de gatos organizados reconocen todos los colores point en el sagrado de Birmania:
Existen incluso ejemplares con points a rayas, que se conocen como tabby.
Otra particularidad de esta raza son sus patas blancas. Da igual si es un seal point, un tabby o un chocolate point: el sagrado de Birmania parece que lleva guantes y calcetines.
Según el estándar de la raza, la coloración blanca de las patas en la parte posterior de las piernas traseras debe formar una V invertida hacia arriba, lo que se conoce como espuelas.
Los machos pesan entre cuatro kilos y medio y seis kilos. Por su parte, las hembras alcanzan un peso de entre tres kilos y medio y cuatro kilos.
El precioso aspecto del gato sagrado de Birmania va acompañado de un carácter muy cariñoso. Está considerado como un gato familiar ideal porque es manso, campechano y apegado a las personas. Se dice que es menos testarudo que otras razas de gato.
Al sagrado de Birmania no le gusta estar solo y sigue a sus humanos allá donde van. Pese a su naturaleza tranquila, le encanta que lo entretengan y que jueguen mucho con él. Puedes probar el adiestramiento con clicker con él.
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En general, el sagrado de Birmania se lleva bien con otros gatos, animales domésticos e incluso perros. El requisito es, claro está, que prepares el momento de juntarlos minuciosamente. Da igual la raza de gato con la que conviva, sino que lo importante es que sus caracteres sean compatibles.
Este gato es ideal para tenerlo como gato de interior. Como todos los gatos, disfruta en un balcón con red donde pueda respirar aire fresco de forma segura.
En cambio, dejarlo salir fuera es algo que hay que reflexionar bien porque es muy confiado, incluso con los extraños. Por lo tanto, podría acabar fácilmente en manos de gente que no tiene buenas intenciones con los gatos.
Por muy bonito que sea el pelaje de este minino, también es uno de los inconvenientes de esta raza. Aunque no tiende a enredarse debido al escaso subpelo, requiere algo más de atención que el pelo de otras razas.
Lo ideal sería cepillárselo al menos dos veces por semana, prestando especial atención a los pelos largos de la gorguera. Un cepillado regular no solo aporta un pelaje cuidado, sino que también refuerza el vínculo entre vosotros.
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El sagrado de Birmania goza de una salud de hierro y no presenta predisposición a problemas de salud.
La excepción es la hipomielinización, un defecto genético que afecta con frecuencia a esta raza. Los animales enfermos sufren fuertes temblores y ataques espásticos por una anomalía en la comunicación celular.
Esta enfermedad se puede detectar a partir de la tercera semana de vida. Los gatitos afectados parecen espásticos o descoordinados y padecen temblores. A menudo, los síntomas van acompañados de una pérdida auditiva o una baja esperanza de vida.
Sin embargo, en algunos casos estos problemas se estabilizan durante el crecimiento y no se toman en serio. Este es un error terrible, ya que la hipomielinización es hereditaria, aunque los animales de cría (ya) no presenten síntomas.
Aparte de esto, el sagrado de Birmania no es inmune a las enfermedades felinas normales ni a los parásitos. Ponle las vacunas necesarias y llévalo una vez al año al veterinario para que le haga un chequeo.
Con unos buenos cuidados, visitas periódicas al veterinario y mucho amor, el sagrado de Birmania puede vivir muchos años. Su esperanza de vida media se sitúa entre doce y quince años, aunque los hay que llegan incluso a veinte.
A diferencia de lo que su nombre sugiere, esta raza no es originaria de Asia, sino de Francia. Allí dio comienzo la cría selectiva en el 1925 y la Federación Internacional Felina (FIFé) reconoció la raza en 1964.
En inglés, el nombre de la raza es Sacred Birman y en francés, chat sacré de Birmanie. Debido a la similitud entre los nombres, se confunde fácilmente con el gato burmés, oriundo de Tailandia.
Hay todo tipo de leyendas sobre el origen de la raza. Una de ellas dice que un industrial se habría traído una pareja de siameses de Extremo Oriente en 1919. El macho habría muerto en la travesía y solo habría sobrevivido la hembra. Por eso, se habrían utilizado gatos persas para la cría.
Otras historias afirman que sus antepasados eran gatos de los templos de Birmania y que por eso se llaman sagrados. En cualquier caso, el sagrado de Birmania parece un cruce entre un siamés y un persa.
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¿Estás pensando en comprarte este precioso y bondadoso gato? En ese caso, deberás buscar un criador.
Un gato sagrado de Birmania con pedigrí cuesta entre 600 y 1300 euros. No obstante, el precio depende de la edad del gato, la región y la cattery (cría) correspondiente.
Antes de comprar un gato, debes estar seguro de que se trata de un criador serio. Pídele que no solo te enseñe a los gatitos, sino también a los padres. Asegúrate de que los animales vivan en un entorno limpio y acorde a la especie.
Te entregarán al gatito como mínimo con doce semanas de vida. Antes de entregarlo, deberá estar vacunado y desparasitado, así como contar con el chip y toda la documentación. Si no es el caso, es mejor que busques en otro sitio.
También puedes comprar un sagrado de Birmania en páginas de internet. Sin embargo, los animalistas desaconsejan acudir a estos vendedores porque suelen tener y producir a sus animales en condiciones dudosas.
También es posible encontrar un sagrado de Birmania en una protectora de animales. De hecho, no es raro que los gatos de raza acaben en estos centros. Normalmente, las protectoras cobran una pequeña donación por la adopción de los animales.
El sagrado de Birmania no solo es una preciosidad, sino que también tiene un carácter cariñoso. Además, su tenencia no es muy complicada. Si quieres comprarte uno, debes buscar un criador de confianza o echar un vistazo en las protectoras de tu zona.
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