Gato siamés
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
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El ragamuffin es el gigante manso de los gatos. Es descendiente del ragdoll y, junto a este y el bosque de Noruega, una de las mayores razas del mundo. Es apegado, mimoso y cariñoso, lo que lo convierte en un gato ideal para familias.
Breve presentación: | El ragamuffin es un gato grande y pesado con una constitución musculosa. Entabla una relación estrecha con sus cuidadores y se lleva bien con otros gatos. |
Altura de cruz: | Hasta 40 cm |
Peso: | Hasta 10 kg (machos) Hasta 7 kg (hembras) |
Esperanza de vida media: | 12 años |
Precio: | A partir de 700 euros aprox. |
Carácter: | Apegado, juguetón, inteligente, cariñoso, tranquilo, confiado y mimoso |
Pelaje: | Denso y sedoso, con poco subpelo |
Color del pelo: | Todos |
Dibujo: | Todos |
Dificultad del cuidado: | Media |
Necesidad de ejercicio: | Media |
Origen: | EE. UU. |
El ragamuffin es un gato imponente y una de las razas más grandes que existen. Los machos alcanzan un altura de cruz de hasta cuarenta centímetros y un peso de hasta diez kilos. Las hembras son bastante más pequeñas y pueden llegar a pesar siete kilos. Los gatos de esta raza no alcanzan la adultez hasta los cuatro años.
El ragamuffin presenta una constitución musculosa y rectangular. Tiene el pecho ancho y un michelín en la parte trasera del abdomen. Sus patas grandes y redondas cuentan con mechones de pelo en la parte inferior y entre los dedos. En definitiva, el ragamuffin parece un osito de peluche grande y mullido.
El pelo del gato ragamuffin es semilargo, denso y sedoso. Tiene poco subpelo y recuerda al pelo de conejo. El estándar de la raza admite todos los colores y dibujos.
El pelo de la cara es un poco más largo, por lo que parece que el gato lleve gorguera. En las patas traseras lleva una especie de pantalones, ya que el pelaje aquí es un poco más largo. La cola frondosa se estrecha hacia la punta.
La cabeza cuneiforme del gato ragamuffin es ancha y redondeada. La frente, el morro y la barbilla también están redondeados, lo que le confiere una expresión amable.
Los ojos grandes en forma de nuez pueden ser de los colores más dispares, como azules, verdes, dorados o ambarinos, y deben hacer juego con el color del pelaje. También se admiten ojos de diferente color.
El ragamuffin es un gato simpático y cariñoso. Gracias a su sociabilidad, puede convivir perfectamente con otros animales y niños, por lo que es un gato familiar ideal. No tiene ni un ápice de agresividad, sino que es apegado a las personas, mimoso y tranquilo.
Debido a su carácter apegado, al ragamuffin no le gusta estar mucho tiempo solo. Le encanta pasar el tiempo con las personas de su familia, jugar y que lo acaricien.
Hay quienes dicen que el gato los sigue a todas partes, como si fuera un perro. Además, puede ser muy parlanchín, o sea, maúlla mucho.
Un gato tan apegado como el ragamuffin busca las atenciones de sus cuidadores. Con una caña, un ratón de felpa o una alfombra olfativa, este inteligente y curioso gato se entretiene de forma acorde a la especie.
Además, el adiestramiento con clicker es otra manera estupenda de entrenar su mente. Los hay que muestran muy buenas aptitudes y aprenden un amplio abanico de trucos y órdenes.
Básicamente, el gato ragamuffin puede vivir en un piso. Sin embargo, debido a su sociabilidad debería convivir con otro gato como mínimo para no sentirse solo.
Aunque no necesita salir al exterior, le gusta disfrutar del sol en un balcón con red o un jardín protegido.
Si lo dejas salir al exterior, existe el peligro de que te lo roben. En efecto, es un gato muy confiado que no se muestra reservado ni miedoso ante los extraños.
El pelo semilargo y sedoso del ragamuffin requiere cuidados regulares. Muchos gatos de esta raza disfrutan mucho con los cepillados. Por eso, debes consolidarlo como ritual.
Durante la época de muda, en particular, deberás cepillarle el pelo con mayor intensidad. Esto vale la pena por partida doble: el ritual no solo elimina los pelos sueltos, sino que refuerza el vínculo entre el gato y tú.
En cuanto a la alimentación, el ragamuffin no presenta complicaciones. Un alimento para gatos con un alto contenido de carne es la base ideal para una vida larga y saludable.
No obstante, como la raza es propensa a alergias y sobrepeso, puede que debas cambiar a una comida de dieta. El veterinario te asesorará al respecto.
El ragdoll y el ragamuffin tienen el mismo origen. Por lo tanto, ambas razas son muy parecidas, también en lo que a enfermedades hereditarias se refiere.
Por culpa de la cría consanguínea, las dos razas sufren con frecuencia ciertas enfermedades, como la cardiomiopatía hipertrófica (CMHF). Esta consiste en un engrosamiento hereditario del músculo cardíaco que, tarde o temprano, acaba provocando la muerte en muchos casos.
Con un test genético se puede averiguar si un gato tiene predisposición a enfermar de CMHF. Los criadores responsables excluyen a los animales afectados de la cría para evitar su transmisión por herencia.
Además, en este gato se observan casos frecuentes de enfermedades oculares, inmunodeficiencia y anemia. Sin embargo, el ragamuffin puede vivir muchos años si está bien cuidado. Su esperanza de vida media es de unos doce años, aunque muchos viven bastante más.
El ragamuffin es una raza relativamente joven que proviene de EE. UU. Su origen se remonta a la década de 1960. En esta época, la criadora californiana Ann Baker cruzó gatos de pelo largo con gatos de tipo angora para crear mininos muy grandes y suaves. Así fue como nacieron las razas ragdoll y honeybear.
El trabajo de Ann Baker estaba muy cuestionado entre los círculos de criadores porque practicaba la cría consanguínea. Además, se hizo con los derechos del nombre ragdoll (que significa muñeca de trapo). Como consecuencia, algunos criadores rompieron con Ann Baker y sus condiciones contractuales en 1994.
Como estos criadores ya no podían llamar a sus gatos ragdoll, los llamaron ragamuffin. A fin de cuentas, el ragamuffin no es más que un ragdoll con un nombre alternativo.
Las dos razas siguen presentando actualmente muchas similitudes. Sin embargo, el ragamuffin está reconocido desde 2011 por la asociación de cría International Cat Fanciers’ Association como raza independiente.
Al principio, el nombre ragamuffin estaba pensado más bien como denigración o insulto. Este nombre significa algo así como niño harapiento o niño de la calle.
Los criadores que se mantuvieron fieles a Ann Baker y su ragdoll bautizaron así a los gatos de la competencia. Sin embargo, los criadores disidentes que fundaron la nueva raza tuvieron sentido del humor y se quedaron con el nombre.
Debido a la problemática de la cría consanguínea, quien esté interesado en la raza deberá acudir solo a criadores serios. Estos están registrados en asociaciones de cría oficiales y valoran mucho la salud de sus gatitos y de la madre.
Ve con cuidado con las gangas de internet. Si encuentras gatos de raza muy por debajo del precio de mercado y sin documentación, esto suele ir en detrimento del bienestar de los animales.
Un ragamuffin sano de cría responsable cuesta entre 700 y 800 euros.
Este gato grande y bonachón fascina a mucha gente por su aspecto atractivo. El pelaje semilargo, los ojos expresivos y la cola peluda lo convierten en una verdadera belleza.
Sin embargo, su carácter también es admirable. Es un gato cariñoso y apegado a las personas que se integra en la familia sin problemas.
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
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