Gato siamés
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
© New Africa / stock.adobe.com
Como su nombre ya sugiere, los gatos sin pelo tienen muy poco pelo o ninguno. Mientras que a algunos les encantan estos gatos, otros los critican por motivos de protección de los animales. Te explicamos más cosas sobre las razas de gato sin pelo, su salud y sus cuidados.
El término gatos sin pelo se refiere a varias razas que tienen una cosa en común: no tienen pelo.
Esto significa que, a diferencia de otras razas de gato, tienen muy poco pelo o ninguno. De hecho, a menudo solo presentan una pelusilla corta. La mayoría de gatos sin pelo desarrollan profundas arrugas en la piel que les confieren un aspecto muy especial.
Además del pelaje normal del cuerpo, a algunos gatos sin pelo les faltan la vibrisas. Como estas desempeñan funciones muy importantes para la orientación, estos gatos sin pelo se consideran de cría inhumana en Alemania. Hablaremos más sobre esto en el apartado de salud.
El esfinge canadiense es la raza de gato sin pelo más antigua. Sin embargo, desde su nacimiento se han criado otras razas de gato sin pelo. Estas son las más comunes:
Esta es la raza de gato sin pelo más joven y recibió el reconocimiento como raza independiente en 2015. Proviene de EE. UU. y es un cruce entre un munchkin y un esfinge.
En consecuencia, esta raza tiene las patas muy cortas y por eso lo llaman bambino, que significa niño en italiano.
El don sphynx es una raza rusa que, pese a las similitudes, no está emparentada con el esfinge canadiense. Es un gato cariñoso que también tiene su cabezonería y sabe embaucar a su cuidador/a.
El gato elfo surgió en EE. UU. del cruce entre el american curl y el esfinge. Por eso, tiene las típicas orejas dobladas, rasgo que lo diferencia de otras razas de gato sin pelo.
El esfinge canadiense es la raza de gato sin pelo por excelencia. Desde los inicios de la cría en 1966, ha ganado muchos admiradores y ha motivado a los criadores a criar más gatos sin pelo.
El gato kohona es muy raro y, por la ausencia de bigotes, muy polémico en materia de protección de los animales. La raza probablemente sea originaria de Hawái y, por eso, también recibe el nombre de hawaiian hairless.
El lykoi no es un gato sin pelo normal porque suele tener un pelo hirsuto que le valió el nombre de gato lobo.
No obstante, como su crecimiento capilar está alterado, pierde el pelaje varias veces al año. Se podría decir que muda el pelo como un pájaro muda el plumaje.
El nombre de esta raza se forma a partir de dos palabras: San Petersburgo (lugar de origen) y la palabra inglesa bald (calvo). Aunque hay algunas variantes del peterbald sin pelo, hay otras que tienen pelo en varias partes del cuerpo.
El levkoy ucraniano surgió en 2004 del cruce entre un don sphynx y un scottish fold. El resultado es que tiene poco o ningún pelo, pero también orejas dobladas. Esta raza todavía no está reconocida en los estándares oficiales.
Los pelos y, más concretamente, las vibrisas desempeñan funciones importantes en animales como los gatos. No solo contribuyen al equilibrio térmico, sino que son una parte importante del sentido de la orientación y el tacto.
Además, los gatos sin pelo corren un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares y otitis. Además, la dermatitis por Malassezia, que se manifiesta en forma de inflamación cutánea grasienta y escamosa, se observa con mayor frecuencia en ellos.
«Está prohibido criar vertebrados […] cuando quepa la posibilidad de que […] por motivos genéticos falten partes del cuerpo u órganos o bien estos resulten inservibles o modificados y esto provoque dolor, sufrimiento o perjuicios».
Esto es un extracto del párrafo 11b (1) de la Ley de protección de los animales de Alemania. Basándose en esta información, un tribunal berlinés decidió en 2015 que los gatos sin vibrisas se consideraban de cría inhumana.
Nota: Existe un debate sobre si la ausencia de pelo general se debe ver como cría inhumana. Por eso, podría haber cambios legislativos en el futuro.
La situación jurídica de los gatos sin pelo varía de un país a otro. Por tanto, debes informarte sobre las condiciones marco legales al respecto antes de comprarte uno.
Aunque los gatos sin pelo no tengan un pelaje denso, necesitan cuidados. Además de la inspección regular de ojos y oídos, hay que cuidarles la piel.
Si no lo haces, se formará una capa de sebo fina que podría ocasionarles problemas cutáneos.
Para limpiar la piel de tu gato sin pelo sin estropearla, puedes pasarle un paño húmedo varias veces por semana. Usa un paño suave empapado en agua templada.
Si el gato está muy sucio, también puedes bañarlo. No obstante, es importante que no lo hagas demasiado a menudo y que uses un champú especial para gatos. Estos productos son bajos en sustancias irritantes que podrían atacar la piel del gato.
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
El maine coon se ha convertido en una de las razas de gatos favoritas del mundo. Esto no es de extrañar, ya que estos felinos destacan por su naturalidad, robustez y su fantástico carácter.
A primera vista, el gato azul ruso de color gris azulado se parece al cartujo o al british shorthair. Observándolos más atentamente, sin embargo, uno/a se da cuenta de que son muy diferentes.