Gato siamés
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
© Krissi Lundgren / stock.adobe.comLas orejas grandes son típicas del gato Serengeti.
El gato Serengeti es un cruce entre el gato de Bengala y el gato oriental de pelo corto. Los rasgos típicos de esta raza tan joven son las orejas grandes y las patas largas. El pelaje moteado recuerda al dibujo de un félido exótico. El gato Serengeti es muy temperamental y solo debe estar con alguien con experiencia.
El gato Serengeti surgió del cruce entre el gato de Bengala y el gato oriental de pelo corto.
Al ser un cruce entre un gato doméstico y el gato de Bengala asiático, es uno de los gatos híbridos. Como desciende del gato bengalí, tiene un pequeño porcentaje de gato salvaje, algo que se nota.
El gato Serengeti no solo ha heredado el temperamento de sus antepasados salvajes, sino también el dibujo del pelaje con manchas llamativas.
Las organizaciones de cría felina reconocen los colores siguientes:
Las manchas en el pelaje corto y sedoso siempre deben ser bien visibles y estar muy separadas.
El gato Serengeti tiene una constitución cuadrada. Con su postura erguida y las patas largas, presenta un aspecto encantador.
Además, es fuerte y musculoso, ya que los criadores valoran mucho una condición física excelente.
El gato Serengeti es una raza mediana. Las hembras pesan entre tres kilos y medio y cinco kilos y medio. Los machos son un poco más grandes y pesan seis o siete kilos.
Además de las manchas, otro rasgo destacado del gato Serengeti son las grandes orejas. Estas son herencia del gato oriental de pelo corto y son tan largas como toda la cabeza.
Además, el gato tiene unos ojos redondos y claros, y un cuello largo que termina en la base del cráneo sin estrecharse.
Los gatos de esta raza son seguros de sí mismos, abiertos y simpáticos. Cuando llegan a un nuevo hogar, los primeros días puede que se muestren un poco reservados.
Sin embargo, una vez superada esta timidez inicial, ya no hay quien los pare. Quieren estar en todo y ayudar con las tareas del hogar.
Algunos siguen a su cuidador/a a todas partes para no perderse nada. Así pues, que no te extrañe si tu gato Serengeti te sigue hasta el baño.
Al igual que sus antepasados, los gatos orientales de pelo corto, estos son muy parlanchines y maúllan mucho.
A diferencia del gato de Bengala de entre la primera y la cuarta generación, no existe ninguna condición legal para tener un gato Serengeti. El porcentaje de sangre de gato salvaje es muy bajo.
Sin embargo, debido a su temperamento, es más bien adecuado para gente con experiencia.
Estos gatos son muy activos y necesitan hacer mucho ejercicio. Lo ideal es tenerlos en un jardín donde puedan retozar. Como gatos de interior, deben tener acceso a un balcón con red para que puedan respirar aire fresco.
Al igual que el bengalí, al gato Serengeti también le gusta el agua. Por lo tanto, conviene que pueda disfrutar de un estanque o de una piscina robusta que resista sus uñas.
Además, el gato debe tener opciones para trepar y retozar en casa. A estos animales les encanta escalar y admirar las vistas desde arriba. Ve variando el entorno para ofrecerle nuevos estímulos.
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El gato Serengeti se puede llevar bien con otros animales. La condición es que te esfuerces en el momento de juntarlos y los acostumbres unos a otros con precaución.
Además, esta raza es buena con los niños, aunque no todos los niños congenian con su temperamento impetuoso.
El pelaje corto del gato Serengeti es relativamente fácil de cuidar. No es necesario cepillárselo regularmente. Eso sí, es posible que el minino disfrute de las atenciones que acompañan a los cuidados del pelaje.
El gato Serengeti goza de una salud de hierro, aunque parece que presenta cierto riesgo de desarrollar cálculos urinarios. Aparte de esto, no se le atribuye ninguna enfermedad típica de la raza.
Sin embargo, no se libra de las enfermedades felinas normales ni de los parásitos. Ponle las vacunas necesarias y llévalo una vez al año al veterinario para que le haga un chequeo.
¿Quieres comprarte un gato Serengeti? En España puede resultarte difícil porque esta joven raza es muy rara aquí.
Un gato Serengeti cuesta entre 600 y 2000 dólares en EE. UU. (500-1700 euros). El precio depende del criador y de la edad del gato, entre otras cosas.
También se venden gatos de razas raras por internet en varios portales de anuncios. No obstante, estas ofertas no siempre son serias. Los animalistas critican que los vendedores a menudo producen sus animales en condiciones dudosas y no los tienen de forma acorde a la especie.
A diferencia de lo que sugiere el nombre Serengeti, esta raza no es originaria de África oriental, sino de EE. UU. La creó la criadora Karen Sausman en California en 1994. Su objetivo era criar un gato que se pareciera al serval, un gato salvaje africano.
El gato Serengeti es una raza relativamente joven. La organización de criadores de gatos estadounidense TICA tiene inscrito al gato del Serengeti como nueva raza provisional. No obstante, podría registrarse en el libro de cría y exponerse.
El gato Serengeti destaca por su elegancia, su similitud con un gato salvaje y su carácter encantador. Sin embargo, es muy difícil de conseguir en España.
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