Gato siamés
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
El origen de los gatos esfinge, phynx o gato egipcio no está muy claro. Su existencia se remonta al periodo de los aztecas, quienes habrían tenido gatos sin pelo hace muchos siglos.
Los primeros registros de esta raza se encontraron a principios del siglo XX en Nuevo México. Allí nacieron dos gatitos sin pelo que no se emparejaron porque eran hermanos. Estos mininos recibieron el nombre de «nuevos gatos mexicanos sin pelo». Sin embargo, estos pequeños felinos no están relacionados con los esfinges actuales.
El sphynx es de origen canadiense. En 1966 una gata doméstica parió un gatito negro sin pelo y, con él, comenzó la cría de una nueva raza. Una señora adquirió ese peculiar gatito, llamado Prune, y a su madre, Elisabeth, a los que cruzó pasado un año para obtener más descendientes. De esa camada nacieron 7 gatitos, incluidos 2 machos y 2 hembras sin pelo. Estos mininos tuvieron graves problemas de salud: su sistema inmunitario no era capaz de desarrollarse adecuadamente. Por esta razón, la cría de esta raza llegó casi a su fin. No obstante, a mediados de los años 70 se encontraron otros ejemplares de estos «gatos desnudos» y la cría siguió adelante. Tan pronto como en 1971, el gato egipcio ya fue reconocido como raza.
La apariencia del gato sphynx es indudablemente lo primero que llama la atención de él, ya que su pelaje casi inexistente no pasa desapercibido para nadie. Estos mininos apenas tienen una fina pelusa sobre la piel.
Estamos ante una raza de gatos mediana y musculosa que puede pesar entre 3,5 y 7 kg. Su cabeza en forma de cuña, con los contornos redondeados, es un poco más larga que ancha. El esfinge tiene unas orejas grandes, con una base ancha y abiertas, y sus puntas están ligeramente redondeadas. Los ojos grandes de estos mininos tienen forma de limón y están inclinados hacia la parte exterior de las orejas. Poseen una piel muy arrugada que puede ser de cualquier color, incluso con manchas.
Algunos criadores fomentan los ejemplares sin bigotes —vibrisas, técnicamente hablando—, lo que en algunos países se considera maltrato. Las vibrisas son unos pelos rígidos que actúan como órganos sensoriales táctiles y se consideran imprescindibles para los mininos.
Los gatos egipcios son alegres y cariñosos y están muy unidos a su dueño. También suelen ser bastante amigables con otras mascotas y es raro que actúen de manera agresiva.
No es recomendable dejar a los esfinges solos en casa durante mucho tiempo porque son astutos y pueden aburrirse rápidamente. Puedes estimular su mente, por ejemplo, con juegos de inteligencia. Otra opción es socializarlos con otros animales de su especie para que estén entretenidos.
Los sphynx se pueden llevar con correa, aunque debes considerar las condiciones climáticas; evita salir a pasear cuando haga mucho frío o calor. Otra opción es asegurar tu balcón para que tu pequeño felino lo disfrute a sus anchas cuando el tiempo acompañe.
Esta raza es activa y muchas veces puede incluso aprender a ir a buscar objetos que se le lanzan. Si estás pensando en adquirir un esfinge, no deberías preocuparte si este emite sonidos de vez en cuando. Sin duda, estos gatos se encuentran entre los más charlatanes de su especie, aunque su maullido no es nada alto; solo emiten un maullido bajito con bastante frecuencia.
Dada su ausencia de pelo, los gatos esfinge son sensibles a las condiciones climáticas, por lo que se debe prestar especial atención a ello. Se podría suponer que estos mininos tienen una temperatura corporal superior a la de otros, pero esto no es cierto ya que los sphynx tienen una temperatura corporal normal para su especie. Es probable que la explicación se encuentre en la propia falta de pelo, que normalmente aísla el calor. En estos felinos peculiares, el calor se irradia de forma directa a través de la piel, por lo que sienten más calor que los gatos con pelaje. Por ello, es crucial proteger a los esfinges de las temperaturas muy bajas y de los rayos de sol.
La temperatura en el hogar no debe ser demasiado baja; asimismo puedes ofrecerle a tu minino una hamaca para el radiador para prevenir la hipotermia. Ten cuidado también de que tu esfinge no esté expuesto a la luz solar directa porque la falta de pelo hace que sean sensibles a ella. No obstante, siempre puedes protegerlo con una crema solar apta para gatos.
Puesto que esta raza es muy sensible, solo debería vivir dentro de casa. Sin embargo, para ofrecerle diversidad en su vida, se recomiendan los paseos y las salidas a un balcón bien asegurado.
Si optas por tener un solo gato egipcio, has de tener el tiempo suficiente para mimarlo y jugar con él. Estos animales son muy inteligentes, por lo que es indispensable entretenerlos de manera regular y variada. Como ya hemos mencionado, los juegos de inteligencia, como el comedero laberinto Catit Design Senses, son una buena opción para fomentar la mente de tu querido sphynx.
Por otra parte, los rascadores con varios niveles son una opción fantástica para que estos pequeños felinos puedan retozar a sus anchas. Además, estarán encantados de observar el entorno desde las plataformas más elevadas.
A menudo se afirma que las personas alérgicas no tienen problemas con los esfinges. Aunque esto es cierto para algunos, es posible que provoquen alergia a los pelos de gato mediante los alérgenos que se encuentran en el pelaje de los mininos, que también están presentes en la saliva y en la caspa. Por lo tanto, quizá los alérgicos a los pelos de gato noten una reacción incluso con los esfinges. En conclusión, si eres alérgico, es mejor que pases algún tiempo con un ejemplar de esta raza antes de llevártelo a casa definitivamente.
A pesar de su falta de pelo, los gatos egipcios o esfinge son bastante resistentes a las enfermedades. No obstante, la diminuta reserva genética supone cierto riesgo, ya que a menudo se realizan cruzamientos consanguíneos que dan lugar a deficiencias. Sin embargo, los criadores responsables saben lidiar con este problema. Lo importante es llevar a tu gato al veterinario tan pronto como puedas para que este pueda tomar las medidas adecuadas lo antes posible en caso de que sea necesario.
La capa de pelo que les falta a los sphynx hace que estos mininos precisen más cantidad de alimento que los que tienen pelaje. La termorregulación de los «gatos desnudos» resulta más compleja: debido a la ausencia de pelo, los esfinges pierden el calor con más rapidez que otros de su especie. La compensación de calor también precisa más energía, de modo que los sphynx requieren más nutrientes que sus semejantes con pelo. Factores como la edad, el estado de salud o el peso también influyen en la alimentación de estos pequeños felinos.
Al igual que las demás razas de gatos, los egipcios también son intolerantes a la lactosa de la leche de otros animales, por eso no deben tomar más que la leche materna. De vez en cuando puedes ofrecerle a tu minino leche para gatos, que tiene una fórmula especial con un contenido reducido de lactosa. Sin embargo, esta nunca debería sustituir al agua. Presta atención a que tu gato tenga siempre suficiente agua fresca a su disposición.
La alimentación básica de tu sphynx debe basarse en el pienso y en la comida húmeda de alta calidad. Asimismo, el alimento elegido debe tener un contenido elevado de carne y un porcentaje bajo de carbohidratos. Entre la gran variedad de comida de alta calidad que encontrarás en zooplus, puedes optar también por el pienso Royal Canin Sphynx, cuya receta está especialmente adaptada a las necesidades de los gatos.
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