Gato siamés
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
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El cartujo, el gato maltés o el gato Chartreux: tres nombres para una misma raza. El cartujo es una de las razas de gato más queridas en Europa y, sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre él. No solo existen confusiones en cuanto a los nombres con los que se puede denominar a este gato, sino también sobre su agitada historia.
Todo el mundo reconoce a estos mininos de pelaje aterciopelado de color azul grisáceo y ojos amarillos. El gato cartujo ya era conocido antes de que ganara fama tras su aparición en el anuncio publicitario de la marca de alimentación para gatos Sheba. Popularmente este gato recibe el nombre de maltés, que es el término empleado normalmente para describir a las razas de gatos con el pelo gris, incluyendo desde los gatos de la raza angora de pelo largo, los british shorthair y, por supuesto, los gatos cartujos.
Esta raza de gatos es una de las más antiguas de las que se tiene conocimiento. Se cree que el nacimiento de esta raza habría tenido lugar en la actual Siria o en las regiones montañosas entre Turquía e Irán. Debido a su pelaje grueso y suave, este gato se utilizó durante mucho tiempo como proveedor de piel, lo que explica su llegada a Francia desde Oriente Medio. La cría sistemática de la raza del gato cartujo se inició en 1925 por parte de las hermanas Léger en las islas de Bretaña. Estos gatos domésticos semisalvajes de color gris fueron el origen de la que sería más adelante la raza de gato cartujo. Este felino se presentó por primera vez en 1931 en una exposición internacional de gatos con el nombre de «Mignonne de Guerveur».
Los gatos semisalvajes de las islas de Bretaña dieron forma a la apariencia de los actuales cartujos. Estos gatos son fuertes y musculosos, su hocico es angular y se encuentra bien desarrollado. Su cabeza tiene forma de trapecio con bordes redondeados, esta es ancha en la base y se va estrechando hasta llegar a la frente. Posee la mandíbula bien marcada, la cual enmarca la cara como si llevase una capucha. Esta característica es clave para diferenciar entre hembras y machos. Sus orejas bien erguidas se encuentran en lo alto de la cabeza. Su tórax es robusto, además posee unas patas tonificadas de longitud media que se apoyan sobre unos pies anchos y grandes. Una de las particularidades más remarcables de los cartujos es el intenso color amarillo de sus ojos, el cual varía del amarillo oscuro al cobre. Su pelaje azul grisáceo, corto y grueso es la marca de identidad de esta raza. Posee, además, otra capa por debajo de este manto aún más gruesa que le da un aspecto ligeramente lanoso.
Algo que resulta especialmente interesante es la formación del pigmento azul grisáceo de su pelaje: los pigmentos negros denominados eumelaninas presentes en los gatos cartujos y los gatos azules rusos se aclararon debido a un gen autosómico recesivo. Este mismo gen es la razón por la que el color del pelaje de otros mininos cambia, como cuando pasa de un color rojizo a otro más color crema, o de un marrón a un lila.
A pesar de la similitud de los colores del manto, la apariencia de los cartujos es completamente diferente a la de otras razas de gatos de pelaje azul grisáceo, como el gato azul ruso o el azul británico. Cruzar los cartujos con estas dos razas no es lo más deseable.
Los cartujos son conocidos por su inteligencia y gran sociabilidad con los humanos. En Francia se les solía describir como perros-gatos, ya que a estos felinos le encanta recibir caricias. Los cartujos establecen unos lazos con sus dueños muy fuertes. Estos se suelen acostumbrar a los nuevos entornos de manera muy rápida. Los gatos cartujos son considerados una raza poco problemática, su permanente sonrisa característica es prueba de este carácter. Esta simpatía también se encuentra reflejada en su tono de voz: al contrario que otras razas orientales de gatos que maúllan fuerte, los maullidos de los cartujos son más tranquilos y discretos.
Los cartujos son muy tranquilos, bastante sociales y poco agresivos. Son adecuados como gatos de interior, pero también les encanta salir al jardín o dar alguna vuelta si se sienten seguros. Su pelaje corto y grueso no es propenso a tener nudos y resulta muy fácil de limpiar. Esto supone una ventaja para los gatos de exterior a los que les encanta explorar entre los arbustos y la maleza.
Si vas a tener solo un gato cartujo que va a permanecer dentro de casa todo el tiempo, debes asegurarte de que tenga a su disposición elementos con los que entretenerse y distraerse para que de esa manera pueda mantener su cuerpo y mente ejercitados. Entre las diversas opciones se encuentran los lugares para trepar y descansar, o los posibles escondites. Los rascadores para gatos ofrecen todo esto en un espacio reducido, no obstante, puedes dejar volar tu imaginación. Una estantería se puede convertir en el lugar perfecto de escalada para tu gato, por otra parte, las hamacas para los radiadores y los cojines antideslizantes para el alféizar de la ventana son lugares perfectos para su descanso.
Se cree que el origen del gato cartujo tuvo lugar en la actual Siria. Desde allí se introdujo en Francia a través de las rutas comerciales.
Se sospecha que los monjes de la Orden de la Gran Cartuja, cerca de Grenoble, ya criaban desde la Edad Media los gatos cartujos Léger. Aunque la apariencia majestuosa y señorial de estos felinos nos puede llevar a pensar que tendrían un lugar privilegiado en los monasterios, la realidad fue muy distinta. Los monjes no se dedicaron a la cría de gatos, sino a la producción de un licor de hierbas denominado «Elixir de Vegetal de Chartreux». Sin embargo, no se descarta que estuviesen involucrados en el comercio de pieles de los gatos cartujos tan conocido en Francia en el siglo XVI. Como se ha indicado anteriormente, unos siglos atrás, estos gatos se destinaron durante un largo período de tiempo a la comercialización de su pelaje y piel.
El origen de la que sería posteriormente la raza del gato cartujo tuvo lugar en las islas de Bretaña. Allí, las hermanas Léger iniciaron la cría de estos gatos con la llamativa colonia de gatos semisalvajes de color azul grisáceo que vivía en la isla. El nombre que eligieron para denominar al criadero fue «de Guerveur».
Durante la Segunda Guerra Mundial, desaparecieron muchos criaderos de gatos cartujos, lo que desencadenó su cruce con otras razas similares, como el British Shorthair. El cruce de ambos, que ya no se recomienda en la actualidad, es el motivo por el que los dos tipos de gatos estén estrechamente relacionados. A principios de los años setenta la Asociación Felina Internacional (FIFe) decidió denominar a ambos tipos de razas con el mismo color de pelaje azul grisáceo con el nombre de «cartujo». El cruce de los cartujos con los gatos persas también alteró la pureza del gato cartujo durante esos tiempos. Su manto azul grisáceo es la única característica común que comparten.
Al mismo tiempo, los pocos cartujos puros que quedaban en Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo se criaron por separado y se enviaron también a Alemania. Gracias a esto, las características originales de la raza se han podido conservar hasta la actualidad. En 1977 el cartujo fue reconocido por la FIFe como una raza independiente con sus propias particularidades. Sin embargo, aún se suele denominar a los ejemplares de color azul grisáceo de la raza de gato british shorthair con el nombre de cartujo, por lo que se puede afirmar que todavía existen confusiones entre este tipo de razas. Esto nos lleva a la conclusión de que cualquier persona interesada en un cartujo debe confiar solamente en un criador profesional.
¿Ya te has enamorado de los cartujos por su simpatía, sonrisa, dulce carácter y pelaje aterciopelado? ¡Ahora toca ir a buscarle! Las personas interesadas en los cartujos, o en cualquier otra raza, deben acudir siempre a un criador profesional. Existen anuncios donde se venden gatos de raza a precios muy bajos, pero sin sus documentos de cría. Ten cuidado, ya que acudir a ellos solo puede traerte desventajas.
En cambio, los criadores profesionales deben comprobar que los progenitores de los gatos estén cuidadosamente emparejados para minimizar el riesgo de endogamia o trasmisión de enfermedades genéticas, y asegurar así que la camada cumpla con los estándares de la raza. Un criador profesional responsable no va a permitir que sus gatas tengan gatitos de manera muy seguida, ya que estas disponen de un tiempo de descanso entre las camadas para poder recuperarse. La crianza de una camada de gatitos es un proceso agotador tanto para la gata como para el criador, a quien le cuesta también dinero y tiempo. El criador debe dar tiempo a los gatitos para que aprendan de la madre y los hermanos todo lo necesario antes de irse a su nuevo hogar a las 12 semanas. Una vez cumplidas las 12 semanas, los gatitos ya han sido vacunados, pueden dejar de tomar leche de la madre y ya han visitado al veterinario en varias ocasiones. El criador debe facilitar toda la información acerca de los historiales médicos de los gatitos, así como los de ambos progenitores. Lo ideal sería que el criador fuera miembro de una de las principales asociaciones de cría o de la Asociación de Criadores y Amantes y de los Cartujos de Europa.
La cría es una actividad cara, lo que explica que estos gatos tengan un precio tan alto. Un buen criador se asegura que los gatitos se alimenten con comida de gran calidad y que reciban sus chequeos veterinarios correspondientes durante las primeras doce semanas. Para cubrir todos estos gastos, los precios por los que se venden estos mininos pueden llegar a los 1000 euros cada uno. Pero solo así podrás estar totalmente seguro de que adquieres un cartujo sano y puro que te enamorará con su sonrisa y te acompañará en tu día a día.
Al comprar un gato de un criador profesional tendrás la certeza de que se encuentra sano y con menos posibilidades de padecer enfermedades hereditarias. Además, los cartujos no son propensos a padecerlas, aunque una excepción sería la de isoeritrólisis neonatal. Es bastante común que los cartujos tengan el grupo sanguíneo B. Si la hembra de la pareja posee el grupo sanguíneo y el macho tiene el grupo A o AB, los riesgos de que los gatitos desarrollen la Isoeritrólisis neonatal aparecen. Si la madre posee el grupo B y su gatito es del grupo A, situación que se puede dar si el padre es del grupo A o AB, los anticuerpos que se encuentran en la leche materna resultan tóxicos para el gatito. La leche materna de la madre que posee el grupo sanguíneo B contiene anticuerpos que son incompatibles con el grupo A, lo que sucede en este caso es que los glóbulos rojos del gatito se expulsan a través de su orina provocándole anemia. Este hecho sería muy grave en casos agudos de Isoeritrólisis neonatal. Los gatitos de los cartujos tienen hasta un 44 % de predisposición a heredar esta enfermedad, una de las más altas entre las razas de gatos.
Por suerte, resulta bastante sencillo prevenir la reproducción entre dos gatos con grupos sanguíneos incompatibles. Afortunadamente, es muy fácil acceder a los diversos métodos de análisis de sangre en el mercado. Además, los criadores se toman este tema muy en serio, por lo que siempre someten a pruebas de sangre a sus gatos para evitar que las crías tengan Isoeritrólisis neonatal.
Aparte de la enfermedad hereditaria mencionada más arriba, el cartujo es una raza muy fácil de cuidar y robusta. Gracias a su carácter tranquilo, el cartujo se desenvuelve con holgura con el resto de la familia, incluyendo niños, otros gatos o incluso perros. A pesar de su temperamento relajado, un ambiente con un estrés excesivo no es recomendable para estos felinos. No hace falta buscarle un compañero siempre que haya contacto humano suficiente para que se sienta seguro y querido.
La correcta alimentación asegura que tu gato tenga una vida más larga y saludable. Para conseguirlo, esta debe incluir una alta cantidad de carne con proteínas de gran calidad. También es esencial que se someta a chequeos periódicos con el veterinario. Tampoco debes olvidar el cuidado de su boca para que tu minino se encuentre protegido de las caries.
Por otra parte, aquellos cartujos que pasan tiempo en el exterior deben acudir con regularidad al veterinario al estar más expuestos a parásitos y así recibir las vacunas que necesiten. Por ejemplo, es esencial para estos gatos que se encuentren inmunizados contra la rabia, la rinotraqueitis viral felina y la panleucopenia felina. También tienes la posibilidad de vacunar a tu gatito contra la leucemia felina.
Estas sugerencias no van destinadas a los gatos mayores, puesto que estos ya han tenido contacto con estas infecciones alguna vez en su vida. Por otra parte, es importante ponerle a tu gato un microchip, ya que facilitará su búsqueda en caso de que se pierda.
Como hemos visto en este artículo es esencial adaptar tu hogar a las necesidades de tu gato para que viva lo más cómodo posible. Todos los felinos deberían tener la posibilidad de jugar, arañar, esconderse o descansar. Esto es crucial para aquellos animales que viven exclusivamente dentro de casa. Como animal que ama relacionarse con los humanos, el cartujo disfruta de las caricias y del juego con sus dueños. Además, con su amistosa sonrisa y su pelaje aterciopelado, ¡te resultará imposible no ir corriendo a acariciarlo!
¡Te deseamos a ti y a tu cartujo una experiencia maravillosa!
Los ojos azules y el destacado dibujo del pelaje hacen que el gato siamés sea inconfundible. Descubre todo lo que hay que saber de este elegante gato y si realmente es tan parlanchín como dicen.
El maine coon se ha convertido en una de las razas de gatos favoritas del mundo. Esto no es de extrañar, ya que estos felinos destacan por su naturalidad, robustez y su fantástico carácter.
A primera vista, el gato azul ruso de color gris azulado se parece al cartujo o al british shorthair. Observándolos más atentamente, sin embargo, uno/a se da cuenta de que son muy diferentes.