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La sandía es un aperitivo refrescante para nosotros en verano. Pero ¿también los gatos pueden comer sandía?
Los días calurosos de verano, un trozo de jugosa sandía es un tentempié bajo en calorías estupendo para entre horas. Para algunos de nuestros gatos, también es un manjar delicioso. Pero ¿los gatos pueden comer sandía? ¿Con qué hay que ir con cuidado? Aquí te damos todas las respuestas.
A diferencia de otras frutas, la sandía, con entre 24 y 40 kcal por 100 gramos, es muy baja en calorías. El bajo contenido de azúcar de seis gramos por 100 gramos la convierte en un snack saludable para entre horas.
La sandía es rica en vitamina A, ácido pantoténico, niacina, vitamina C e importantes aminoácidos y antioxidantes. Además, aporta minerales esenciales, como magnesio, fosfato y calcio.
Alto contenido de agua
El alto contenido de agua de la sandía, del 90-95 por ciento, la convierte en una fuente de líquidos para gatos que beben poco. En verano, en particular, puedes cubrir una parte de su demanda hídrica con un trocito de sandía.
La particularidad de los gatos: cero gusto para el dulce
Lo que solo fueron suposiciones durante mucho tiempo ahora lo han demostrado por fin los investigadores en estudios genéticos: nuestros gatos domésticos y algunos de sus parientes salvajes no tienen receptores gustativos para el dulce. Por eso, aunque los gatos pueden comer sandía, la mayoría no muestran ningún interés en ella ni en otras frutas dulces.
¿La sandía puede ser perjudicial para los gatos?
Por suerte, la sandía no contiene ninguna sustancia nociva para los gatos y suele sentarles bien. Eso sí, los gatos con enfermedades, como un aparato digestivo sensible o diabetes, no deben comer fruta. Tampoco deben comer sandía los que tengan alergia a esta fruta.
Nota: Con los gatos enfermos, siempre es recomendable hablar con el veterinario antes de cambiarles la alimentación.
Solo fruta madura
Las sandías verdes o demasiado maduras no son buenas para los gatos. Las sandías maduras tienen una pulpa roja y jugosa. Al dar golpecitos en la cáscara de una entera, se oye un sonido hueco.
¿Los gatos pueden comerse la cáscara y las pepitas?
Hay que quitar las pepitas y la cáscara de la sandía para gatos porque pueden provocarles una peligrosa obstrucción intestinal. En las sandías de cultivo convencional, la corteza se trata para que duren más. Estas sustancias químicas o restos de pesticidas pueden ocasionar intoxicaciones tras la ingesta.
¿Cuánta sandía pueden comer los gatos?
Por naturaleza, los gatos no están preparados para digerir grandes cantidades de fruta. Por eso, los gatos pueden comer sandía, pero solo en pequeñas raciones. Una gran cantidad podría causarles dolor de tripa, gases y diarrea.
Pruebas con cantidades pequeñas
No se sabe cuánta sandía puede comer un gato por día y kilo de peso corporal. Por eso, empieza con trozos pequeños y observa cómo le sientan. Si los acepta y le sientan bien, puedes aumentar un poco la cantidad las próximas veces.
Quítale las pepitas y la cáscara al trozo de sandía antes de dárselo a tu gato.
Conclusión: ¿los gatos pueden comer sandía?
Sí, los gatos pueden comer sandía. No obstante, es importante asegurarse de que esté completamente madura y en buen estado. A la sandía para gatos hay que quitarle la cáscara y las pepitas. También puedes comprar sandía sin pepitas.
Como carnívoros puros que son, los gatos pueden comer sandía, pero solo ocasionalmente y en pequeñas cantidades. La sandía no debe ser un elemento principal de su dieta.
Si a tu gato le sienta mal, deja de dársela y, en caso de duda, pregunta al veterinario.
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