Los dueños de gatos se encuentran cada vez más con el término ACBA (alimentación cruda biológicamente apropiada) o BARF por sus siglas en inglés, aunque pocos conocen el significado de este concepto. ¿En qué consiste la dieta BARF? ¿Por qué es tan saludable la alimentación biológicamente apropiada para los gatos? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de este método de alimentación?
¿Qué es la dieta BARF?
El término “BARF“ procede del inglés de las siglas de Biologically Appropriate Raw Food. El equivalente en español es ACBA (alimentación cruda biológicamente apropiada), aunque de momento es menos conocido que el término inglés. Este método de alimentación es adecuado, principalmente, porque los gatos son carnívoros por naturaleza. Una dieta basada en alimentos crudos les ofrece justo lo que necesitan: abundante carne fresca. Al contrario que la comida cocinada en casa, la dieta BARF se ofrece cruda, sin cocinar ni asar. Este hecho ha generado numerosas críticas acerca de la alimentación cruda porque la carne cruda es, en gran medida, insalubre para las personas y puede dar lugar a indigestiones e intolerancias. ¿Ocurre lo mismo con los gatos?
¿Por qué la alimentación cruda es adecuada para los gatos?
A pesar de que los gatos nos hacen compañía como animales domésticos desde hace ya miles de años, la comida industrial procesada es relativamente nueva: la empresa Mars sacó a la venta en 1958 la primera comida enlatada para gatos, que aún a día de hoy se conoce bajo el nombre de “Whiskas“. Veinte años más tarde le siguió el pienso de la misma marca. En los años 70 Hill’s desarrolló “Prescription Diet Feline“, y desde 1990 también se encuentran alimentos dietéticos para contrarrestar enfermedades de los gatos. Sin embargo, estos pequeños felinos no se han adaptado físicamente a la alimentación con prácticas latas, bolsitas y pienso. La evolución a nivel físico se produce después de un periodo de tiempo muy largo y después de muchas generaciones. Hoy en día aún existen muchos gatos que cazan pájaros y pequeños roedores, así como mininos que se alimentan exclusivamente de sus presas, como ocurre en numerosas granjas. Por lo tanto, el tracto digestivo de los gatos aún no se ha adaptado a la convivencia más cómoda con los humanos y a la resultante oferta de comida procesada. En el fondo, los gatos siguen siendo 100 % cazadores, lo que se refleja en su comportamiento y, sobre todo, en sus órganos, que se corresponden a los de los pequeños felinos salvajes.
Por esta razón, la ración de comida ideal para los gatos domésticos sigue siendo semejante a la composición de un ratón mediano. Entretanto, también se ha demostrado de forma científica que los gatos requieren una alimentación compuesta por un 50-60 % de proteína, un 20-30 % de grasa y un 3-8 % de carbohidratos.
¿Pero qué ocurre con las bacterias y los parásitos como los gusanos que puede haber en la carne? Al tener origen de cazadores, los gatos están preparados para el consumo exclusivo de carne cruda, dado que en la naturaleza rara vez se encuentran alimentos procesados perfectamente conservados y, al fin y al cabo, los ratones se encuentran “crudos“. En consecuencia, el ácido gástrico de los gatos es muy agresivo y estos pequeños cazadores no son tan propensos a sufrir intoxicaciones alimentarias como los humanos.
Aunque la carne cruda no es muy adecuada para el consumo humano, es una forma de alimentación correcta para los pequeños cazadores. La dieta BARF tiene su razón de ser la forma de alimentación originaria de los gatos. Pero es necesario tener en cuenta que los alimentos crudos pueden conllevar ciertos riesgos.
Cómo practicar la alimentación cruda de manera adecuada
Con el fin de que el gato reciba todo lo que requiere para mantenerse sano, la ración de alimentos crudos ha de tener una composición adecuada. Es necesario considerar que en la naturaleza los gatos no se alimentan solo de la carne magra de sus presas. También consumen vísceras como corazón, hígado, pulmón y una parte de los huesos y de la piel de sus presas, ya que estos les suministran calcio y fibras dietéticas. Esto quiere decir que la dieta BARF no significa alimentar al gato únicamente con carne magra. Los dueños de gatos que deseen ofrecerles este tipo de alimentación a sus pequeños felinos deben informarse con antelación de las necesidades que estos tienen en cuanto a nutrientes, vitaminas, proteínas y carbohidratos, y adaptar las recetas a sus requisitos individuales. La ración de comida BARF puede variar en función de la edad, la raza, el sexo y las afecciones preexistentes del gato. La dieta BARF tiene la ventaja de poder personalizarse al máximo ya que los dueños conocen con exactitud qué contiene y qué no contiene la comida de sus gatos. Por lo general, los practicantes de la dieta BARF utilizan carne y vísceras frescas, minerales y vitaminas naturales o artificiales y, a veces, pequeñas cantidades de verduras o frutas. Estas raciones de fibras dietéticas ayudan a regular la digestión de los gatos.
Para poder calcular la cantidad de ingredientes y aditivos que requiere un gato, existen unas “calculadoras BARF“ en internet. También existen varias tiendas especializadas en este tema, que pueden ofrecer consejos y trucos para la alimentación cruda. Lamentablemente, la dieta BARF no es tan conocida entre los veterinarios. Sin embargo, tu veterinario de confianza te puede aconsejar si tu gato padece alguna enfermedad y tiene unas exigencias alimentarias específicas.
Dieta BARF: 100 % natural
Una característica particular de la alimentación cruda es la forma especialmente natural de complementar la comida. En lugar de añadir aditivos artificiales como calcio y vitamina A a la carne y a las vísceras, los practicantes de la dieta BARF emplean cáscaras de huevo en polvo y aceite de hígado de bacalao. Para sustituir la vitamina B en polvo utilizan levadura de cerveza y para suministrar vitamina E usan aceite de germen de trigo. Por otro lado, el magnesio no se añade en forma de gluconato de magnesio, sino mediante algas espirulina deshidratadas. Las algas marinas en polvo son una apreciada fuente de yodo.
No obstante, a la hora de complementar la comida cruda con ingredientes naturales también es importante conocer las necesidades concretas de cada gato. Por ejemplo, los animales con cálculos de estruvita no deben recibir suplementos de magnesio. Asimismo, es importante que todos los gatos obtengan una proporción equilibrada de calcio y fósforo. La taurina es un aminoácido esencial porque los gatos no pueden producirla a partir de los componentes de los alimentos. Además, mientras que las vitaminas hidrosolubles son expulsadas por el organismo, un aporte excesivo de vitaminas liposolubles puede dar lugar a una intoxicación lenta.
Los productos BARF listos para el consumo
Hemos visto que para cubrir perfectamente las necesidades de los gatos es necesario profundizar en la investigación y pensar hasta en el más mínimo de los detalles a la hora de elegir la composición de la comida. ¡No hay nada imposible! Aunque no todo el mundo está preparado para soportar la gran carga de trabajo que supone buscar recetas, comprar carne fresca, cortar los ingredientes, pesar los complementos alimenticios, mezclarlo todo bien, repartirlo en raciones y guardarlo en el congelador. Por ello, quien no esté dispuesto a informarse bien sobre la alimentación que requiere su gato, le resulte muy confuso calcular la cantidad de nutrientes y no preste atención a pesar con exactitud los ingredientes y complementos o quien, sencillamente, no disponga del tiempo necesario para preparar la dieta cruda de forma adecuada, debe abstenerse de ofrecer la dieta BARF.
Los productos BARF preparados para el consumo ponen a disposición de los dueños de gatos que no disponen del tiempo necesario o se sienten inseguros de la composición de la comida, por falta de experiencia, la posibilidad de alimentar adecuadamente a sus pequeños cazadores. Aunque hace algunos años los productos crudos para gatos solo estaban disponibles en las carnicerías locales o en internet, actualmente existen importantes fabricantes de comida para animales que se han unido a esta tendencia y ofrecen productos BARF listos para el consumo. Estos se preparan con carne cruda y los nutrientes que necesitan los gatos y se congelan en raciones. Posteriormente, cada uno puede descongelarlas según crea conveniente y ofrecérselas a sus mininos. Por otro lado, aquellos que se opongan totalmente a la dieta BARF y deseen ofrecerles a sus gatos menús deliciosos, pueden recurrir a las recetas exclusivas que harán la boca agua de cualquier gato. Por ejemplo: “ragú de venado con brócoli y patatas“ suena como el menú ideal para el paladar exigente de los pequeños felinos.
Quienes decidan implicarse más y elegir por sí mismos la carne para sus gatos, tienen a su disposición complementos preparados para el consumo. Estos contienen todas las vitaminas y minerales esenciales y solo han de mezclarse con la carne fresca y las vísceras. Preparar la comida correcta para tu gato puede ser así de sencillo, y sin necesidad de pesar todo ni de invertir mucho tiempo.
Ventajas e inconvenientes de la dieta BARF
Al igual que la alimentación con comida procesada y la crítica a la que se tienen que enfrentar los fabricantes de comida para animales por la utilización de carne de mala calidad e impurezas, la alimentación cruda también puede conllevar riesgos. La carne cruda también puede contener patógenos o huevos de gusanos. El ácido gástrico agresivo de los gatos puede prevenir muchas enfermedades, pero los gatos jóvenes, mayores y enfermos pueden verse perjudicados por ello. Los complementos alimenticios ya preparados pueden tener una composición errónea, igual que puede ocurrir con la composición de la comida enlatada. En caso de hacer uso únicamente de carne de calidad alimentaria para la dieta BARF del gato, esta ha superado controles de enfermedades y parásitos. Pero quien no produce carne y complementos alimenticios por su cuenta debe recurrir a terceros y, puesto que errar es humano, pueden producirse fallos incluso en las carnicerías ecológicas.
En conclusión, quien alimenta a su gato con la dieta BARF asume una gran responsabilidad de la que debe ser consciente. En caso de no estar dispuesto a informarse con detalle sobre la materia, prestar atención a la calidad de las materias primas seleccionadas y preparar con atención las comidas, es mejor y más seguro optar por la comida procesada. Si, por el contrario, existe interés y responsabilidad, así como atención y cuidado a la hora de crear las comidas BARF para el gato, la alimentación cruda es, sin duda, un método adecuado prácticamente para cualquier gato.