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A los amantes de los gatos les suelen gustar todo tipo de animales, por lo que los mininos no suelen ser los únicos animales domésticos de la casa. Dado que socializar dos gatos ya parece complicado, muchos se preguntan si es posible tener gatos y roedores juntos.
Antes que nada, no te preocupes, tener gatos y roedores y otros animales pequeños como conejos,cobayas, hámsteres o incluso pájaros es posible. De hecho, muchas personas con animales cuentan que los diferentes animales pueden llegar a ser buenos amigos. Lo más probable es que las diferentes especies no lleguen a tener una amistad extraordinaria, pero sí a aceptarse. Sin embargo, nada se interpone a que, como amante de los gatos, puedas acoger otros animales en tu familia. Tal vez en tu caso sea al revés: ya tienes conejos, cobayas, chinchillas o canarios y te gustaría adoptar uno o dos gatos.
¿Los gatos y los roedores pueden llevarse bien?
En muchas plataformas de vídeos conocidas se pueden ver grabaciones divertidas de un loro y un gato jugando juntos a la pelota o de un conejo que se deja limpiar por un felino doméstico con total confianza. Estos vídeos crean la esperanza de que los gatos y los animales pequeños puedan convertirse en mejores amigos o en compañeros de juego. Pero ¿es esto realmente posible?
Si te has decidido a tener gatos y roedores juntos en casa lo fundamental es ser realista. Las amistades extraordinarias entre diferentes especies de animales son maravillosas y es cierto que existen, no obstante, son poco frecuentes. ¡Si tus animales se hacen mejores amigos, entonces te ha tocado la lotería de las amistades entre animales! Sin embargo, no des por hecho ni que tu gato acoja a las presas pequeñas como miembros de la familia, ni que tus roedores no le tengan miedo al felino depredador. Pues, a pesar de que los gatos domésticos llevan conviviendo con los humanos desde hace siglos, eso es exactamente lo que son: depredadores.
Debido a su tamaño, los bigotudos se han especializado en presas más pequeñas que los pumas, los tigres o los leones. Pero, aunque su presa natural es el ratón y el pájaro, pueden provocar heridas fatales a un conejo o a una cobaya grande. Y, al contrario, la mordedura de un conejo también es dolorosa, aunque lo normal es que sea el gato depredador el que agreda a la presa más pequeña. Independientemente de lo confiado que sea tu minino, los animales suelen dejarse llevar por su instinto y nunca sabes con exactitud cuándo sale a relucir el pequeño cazador en tu felino doméstico.
Seguridad ante todo
Esto son los hechos. No obstante, no contradicen el tener gatos y roedores juntos. ¿Por qué no? Observa tu entorno, el ámbito de actividad de tu bigotudo y el hábitat de tus roedores y te darás cuenta de que lo más probable es que tu gato nunca estará solo con la supuesta presa pequeña. La mayoría de los roedores se pasan gran parte del día en su jaula. Es cierto que se recomienda dejar salir a los conejos, las cobayas, etc., pero siempre bajo supervisión. Por lo tanto, mientras los animales pequeños están solos, es necesario encerrar al minino en otra habitación. La razón de esto es muy sencilla: la seguridad es lo más importante y, además, es fundamental tener una buena organización al tener gatos y roedores juntos.
Aceptación
La aceptación es esencial cuando tienes diferentes especies de animales en tu casa. Tu minino no debe considerar a un animal más pequeño como una presa y el hecho de que tu roedor no le tenga pánico a los felinos es de gran ayuda. Tú eres el ejemplo más importante para tu bigotudo: trata al roedor con respeto. Sobre todo, los animales más pequeños como los ratones y los hámsteres nunca se deben usar para activar el instinto cazador del gato y motivarlo a moverse. El peor ejemplo sería balancear al ratón delante de tu gato, pero el hecho de que estés leyendo este artículo indica que eres un cuidador de gatos responsable que nunca haría una cosa así.
Deja que tu bigotudo observe con tranquilidad cómo limpias la jaula de tu roedor, cómo le das de comer y lo acaricias. ¡Por supuesto que no se debería crear ninguna competencia! También puedes coger a tu bigotudo en brazos delante de la jaula o del recinto de tu conejo, cobaya, chinchilla o hámster, acariciarlo y mimarlo. De esta forma, ambos animales pueden acostumbrarse al otro desde una distancia segura. No te asustes si tu felino observa con atención cada movimiento del pequeño animal. Las jaulas y los acuarios son muy interesantes para los gatos y muchos mininos disfrutan observando cada pequeño movimiento de otros animales. Esto no tiene nada que ver con agresividad.
Requisitos para tener gatos y roedores juntos
Si te has decidido a no solo tener gatos y roedores en la misma casa, sino que además quieres que sean buenos amigos, es necesario planificar un poco más. Si quieres crear una buena base para una amistad a pesar de las diferencias entre las especies, los respectivos animales y su carácter deben encajar bien. Una ventaja para esto es que los animales se conozcan cuando aún son jóvenes. Los gatitos tienen una experiencia aún limitada. Es más probable que un gato joven y tranquilo, que nunca ha cazado o comido animales vivos, acepte a un conejo como amigo que un antiguo gato callejero que durante años sobrevivió a base de cazar ratones y pájaros.
El carácter de tu gato, que suele ser el animal más fuerte y agresivo, debe ser lo más equilibrado posible para llevarse bien con un animal más pequeño y débil. Los bigotudos más temperamentales y con un instinto de caza pronunciado tienen una mayor probabilidad de considerar al roedor como presa y, aunque no lo sea, la posibilidad de que ocurran accidentes involuntarios es mayor.
El tamaño de los animales también debería ser similar. Debido a su reducido tamaño, el ratón es un compañero poco adecuado para un gato, lo mismo se aplica a un canario. Un conejo de orejas caídas grande puede llegar a pesar más que un gato doméstico normal y no ser considerado como presa.
No obstante, aquí también hay que tener cuidado. No es posible garantizar que el instinto cazador del felino no se imponga. Las afiladas uñas de un gato también pueden herir seriamente a un conejo grande.
La socialización de gatos y roedores
Cuando hablamos de socializar a gatos y roedores la expectativa debe ser diferente a cuando se trata de acostumbrar a dos gatos. Lo que se intenta conseguir es que se acepten y que el gato entienda que el animal pequeño no es una presa. La seguridad es primordial, es decir, que el roedor debe estar siempre en la jaula o a tu alcance. Algo que también puede ayudar es un arnés para gatos, pero no garantiza el que no haya accidentes.
Desarrollo idóneo de la socialización entre gatos y roedores
Al igual que en la socialización de dos gatos, lo primero es acostumbrar a ambos animales al olor del otro. Puedes frotarlos con mantas pequeñas o paños y luego colocarlos en el espacio del otro animal. Por ejemplo, el paño que has usado para frotar a tu animal pequeño lo puedes colocar en la cama del gato y viceversa. De esta manera, los animales se pueden acostumbrar poco a poco al olor del otro. Es probable que al principio tu roedor se asuste con el olor del depredador salvaje, por lo que no debes forzar el contacto con el objeto.
El primer contacto
Después puedes dejar que los animales se conozcan a través de los límites de la jaula. ¿Cómo se comporta tu minino cuando se acerca a la jaula del roedor? ¿Salta de inmediato o intenta alcanzar a la presa potencial a través de las barras de la jaula con su pata? ¿O se sienta y observa al otro animal con tranquilidad?
Cualquier tipo de agresividad o indicios de que el instinto cazador del felino se impone es una señal para evitar el contacto directo entre los dos animales. ¡Por supuesto que aún puedes integrar a ambos animales en tu familia! Pero debes tratar de que no tengan un contacto directo. Deja al animal pequeño en la jaula cuando tu bigotudo esté presente y cierra la puerta de la habitación de los roedores cuando no estés en casa.
Pero, si todo ha salido bien y tu gato observa al roedor con calma y sin mostrar ningún comportamiento cazador, puedes pasar al contacto directo. Por favor, para evitar incidentes y lesiones usa tu sentido común y sé muy cuidadoso. Al fin y al cabo, estás socializando a animales que en la naturaleza serían cazadores y presas.
Contacto directo entre gatos y roedores
Como ya hemos mencionado, el gato suele ser el participante más agresivo. Por lo tanto, el animal más pequeño, y probablemente el más débil, siempre debe tener posibilidades para retirarse. No lo retengas y dale la oportunidad de protegerse en cualquier momento.
Por ejemplo, dejar a tu cobaya en una jaula abierta mientras tu gato tiene acceso libre es muy peligroso. El tigre doméstico puede acorralar al pequeño animal con facilidad y este no podrá escapar en caso de una emergencia. Esto le causa estrés al pequeño y promueve el instinto de caza de tu gato.
Una opción mejor sería, por ejemplo, sujetar a tu bigotudo mientras el roedor corretea libre por la habitación. Si es necesario, también puede ser útil pedir apoyo a otra persona como refuerzo. Si tu gato está acostumbrado al arnés puedes usarlo para el primer contacto. ¡De esta manera siempre puedes intervenir en caso de que el instinto de caza se descontrole! Dales tiempo a tus animales, mantén la calma y, en caso de que sea necesario, interfiere con rapidez.
Observa con atención lo que sucede: ¿cómo se comporta el gato?, ¿cómo es su lenguaje corporal? Si sus pupilas se dilatan y comienza a acechar o saltar debes detenerlo de inmediato y dar por finalizado el encuentro. ¿Y si se acerca al roedor con cautela y lo olfatea lentamente? Vigila también al animal pequeño. ¿Está asustado, se agacha o trata de escapar? No le provoques más estrés y deja que se retire. ¿O tal vez sienta curiosidad por el gato?
Después del primer contacto
¿Qué pasa cuando la primera toma de contacto ha sido exitosa? El hecho de que el gato y el roedor se olfateen con calma es un buen comienzo, pero no garantiza nada. Bajo tu supervisión puedes repetir varias veces esta toma de contacto hasta que ambos animales se hayan acostumbrado al otro.
Nunca los dejes solos, incluso cuando se trata de dos animales del mismo tamaño y peso. Los animales se dejan llevar por sus instintos y es muy fácil que se den encontronazos que terminan con heridas graves.
Qué hacer cuando no es posible tener gatos y roedores juntos
Cuando las diferentes especies no se hacen amigos no es motivo alguno para estar decepcionado. Una amistad entre animales diferentes es poco probable. Ya puedes darte por satisfecho si tus animales se aceptan, tu gato no intenta abrir la jaula para cobayas y tu hámster no entra en pánico cada vez que el bigotudo entra en la habitación.
¿Y si no funciona? Si es imposible tener ambos animales por separado, o si incluso se dan varios incidentes, debes tomar una decisión. Sé justo con tus animales y contigo mismo y busca posibles alternativas. Quizás podrías buscarte un apartamento más grande con un recinto al aire libre para tu roedor y un jardín seguro para tu gato, entretener más a tu felino o encontrar un nuevo hogar para uno de los animales.
Cuando queremos a alguien deseamos que sea feliz y hacemos lo que está en nuestras manos para alimentar la felicidad de esa persona. Lo mismo sucede con nuestros fieles bigotudos, con los que compartimos el día a día. Al fin y al cabo, ellos también nos hacen felices a nosotros. Puedes estar seguro de lo siguiente: si le proporcionas a tu adorado minino una vida adecuada, conforme a su naturaleza y necesidades, estás haciendo un gato feliz. Esto incluye entretenimiento adecuado con juguetes idóneos, correspondientes a la inteligencia de la respectiva raza o naturaleza del gato en sí. Asimismo, una alimentación de buena calidad es muy importante
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