Un gato adulto sano solo ingiere unos cincuenta mililitros de líquido por kilo de peso corporal. Algunos gatos salvajes cubren su demanda completamente con la alimentación, por ejemplo, con la sangre de sus presas. También hay muchos gatos domésticos que prefieren sorber la comida húmeda con mucha salsa en lugar de beber agua.
Déficit de líquidos como detonante de problemas renales
Aunque los gatos, como animales del desierto que son, no necesitan mucha agua, su bebedero siempre debe estar lleno. El motivo es que hay que protegerlos contra la deshidratación.
Si un gato no bebe suficiente agua, esto puede sobrecargar los riñones. Estos, a su vez, deben compensar el déficit de líquidos recuperando cada vez más agua. Esto puede conducir a una insuficiencia renal crónica, que, si no se trata, puede acabar con su vida. Es por esto que los riñones son el punto débil físico de los gatos.
Consejos para animar a los gatos a beber
Hay algunos trucos para animar a los gatos a beber agua. A algunos les gusta lamer un grifo que gotea y otros prefieren las aguas estancadas de charcos y estanques.
También es recomendable darles comida húmeda con mucha salsa o gelatina, que se puede diluir más con agua. Además, las fuentes le funcionan muy bien a mucha gente.
Detección precoz de la diabetes
Para acabar, un consejo: puede resultar útil observar la conducta de ingesta de agua de tu gato por muchos motivos. No solo te darás cuenta de si no bebe suficiente, sino también de si bebe demasiado de repente.
Este puede ser otro síntoma de un problema renal (incipiente). Además, los gatos con diabetes mellitus también beben más de lo normal. De hecho, los gatos enfermos beben incluso de los jarrones y las regaderas para calmar su sed.