Cómo convertirse en casa de acogida de gatos: ayuda para mininos necesitados
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Cuando el espacio y los recursos en las protectoras escasean, muchas buscan casas de acogida de gatos desesperadamente.
En una casa de acogida de gatos, los mininos se alojan en un hogar temporal. Los voluntarios colaboran estrechamente con las organizaciones locales de protección de los animales. Pero ¿cómo convertirse en casa de acogida de gatos y qué hay que tener en cuenta?
Índice
¿Qué es una casa de acogida para gatos?
En las casas de acogida se alojan, por ejemplo, gatos encontrados en la calle o cuyo cuidador/a ha muerto y nadie puede ocuparse de ellos. También se albergan gatas madres y sus crías encontradas en campañas de castración.
A veces también aterrizan en estas casas gatos procedentes de hogares de personas con síndrome de Noé. Estas son personas que acumulan gatos por un amor por los animales malentendido y no pueden cuidarlos bien.
Colaboración con protectoras
Si el espacio en las protectoras no es suficiente, muchas asociaciones recurren a casas de acogida de gatos. También es frecuente que lleguen a estas casas gatos de protectoras extranjeras antes de dirigirse a su hogar definitivo.
A menudo, estos gatos están traumatizados por sus antecedentes y deben aprender a volver a confiar en la gente. En la casa de acogida los cuidan con cariño hasta que están preparados para mudarse con sus padres adoptivos. Los voluntarios también suelen ayudar con la colocación en el nuevo hogar.
Compromiso voluntario
Importante: La acogida de gatos es voluntaria y no está remunerada. No obstante, algunas asociaciones pagan compensaciones, por ejemplo, por los gastos del veterinario.
Requisitos de la acogida de gatos: amor por los animales, espacio y tiempo
¿Te encantan los animales y quieres ayudar a gatos en apuros? En ese caso, puedes colaborar con la protectora de tu zona convirtiéndote en casa de acogida de gatos. Muchas protectoras publican en su sitio web si buscan casas de acogida.
¿Qué debes aportar para convertirte en casa de acogida? El amor por los animales, la fiabilidad y la responsabilidad son requisitos básicos para este trabajo. Además, resulta útil que ya tengas experiencia con gatos.
Espacio suficiente
Tu casa debe tener suficiente espacio para alojar a un gato de acogida de forma acorde a la especie. Si tienes gatos propios, debes tener la posibilidad de instalar al recién llegado en una habitación aparte, al menos hasta que todos se hayan acostumbrado a todos.
Las gatas madres también deben tener una habitación para ellas solas para poder cuidar a sus crías tranquilamente.
¿Qué se necesita para convertirse en casa de acogida?
Necesitarás todo lo relacionado con comida y accesorios que requeriría tu propio gato. Algunos gatos de acogida han vivido malas experiencias, por lo que tienen miedo y están estresados.
Por eso, las cuevas, los rascadores, las camas de pared y otros refugios son tan importantes.
Casa de acogida de gatos: la ventaja de tener un balcón con red
Algunas organizaciones también valoran que la casa de acogida tenga un balcón protegido con una red. En cambio, los gatos no deben poder salir al exterior. De lo contrario, se acostumbrarían al territorio que rodea la casa de acogida.
Mucho tiempo
No hay que subestimar la inversión de tiempo que implica tener una casa de acogida de gatos. Se tardan entre cuatro y seis semanas de media hasta que un gato consigue un hogar definitivo. No obstante, también es posible que el gato de acogida deba permanecer en la casa varios meses.
Prevención de peleas
Hasta que se haya adaptado al nuevo hogar, un gato de acogida necesita muchas atenciones. Si tienes gatos propios, deberás invertir suficiente tiempo en juntarlos con el recién llegado. Es muy importante que evites el estrés adicional que provocan las peleas.
Los gatos que acaban en la protectora suelen tener un mal estado de salud. Así pues, cuenta con que deberás sacar tiempo para las visitas al veterinario. Además, es posible que tengas que darle medicamentos regularmente.
Cómo convertirse en casa de acogida de gatos: el proceso
¿Has encontrado una asociación a la que quieres ayudar? Al principio se concertará una visita entre la asociación y la futura casa de acogida.
Los responsables de la asociación querrán asegurarse, entre otras cosas, de si tienes suficiente espacio y el equipamiento necesario. También mantendrán un contacto estrecho durante el periodo de acogida.
El contrato de acogida
Cuando todo esté aclarado, la organización probablemente firmará un contrato de acogida de gatos contigo. En él se definirán los derechos y obligaciones de la asociación y de la casa de acogida. Lee el contrato detenidamente antes de firmarlo para que no haya problemas más tarde.
Casa de acogida de gatos: lo que figura en el contrato
El objeto del contrato es el gato de acogida. Se hará constar su nombre, fecha de nacimiento, sexo, raza, color y, si lo tiene, número de chip. Asimismo, se indicarán los antiparasitarios y otros tratamientos de salud del animal.
Normalmente, en el contrato también se acordará que el animal es propiedad de la asociación y que esta puede reclamarlo en cualquier momento. De esta manera, la organización se cubre las espaldas. Si considera que la casa de acogida de gatos no es adecuada, puede recoger al minino cuando lo considere oportuno.
¿Quién asume qué gastos?
Como voluntario/a, el propietario/a de una casa de acogida para gatos no percibe ninguna remuneración. Eso sí, algunas organizaciones colaboran con los gastos de comida, juguetes y accesorios.
Importante: En el contrato de acogida debe estar regulado quién asume los gastos del veterinario. De lo contrario, podrías tener que pagar tratamientos caros de tu bolsillo.
¿Puedo quedarme el gato de acogida?
¿Qué pasa si el gato de acogida te ha robado el corazón y ya no quieres deshacerte de él? Esto no es nada infrecuente.
La mayoría de asociaciones no se opondrán a que te quedes con el gato. Eso sí, infórmate antes de si es posible por si acaso.
¿Mi gato es feliz?
Cuando queremos a alguien deseamos que sea feliz y hacemos lo que está en nuestras manos para alimentar la felicidad de esa persona. Lo mismo sucede con nuestros fieles bigotudos, con los que compartimos el día a día. Al fin y al cabo, ellos también nos hacen felices a nosotros. Puedes estar seguro de lo siguiente: si le proporcionas a tu adorado minino una vida adecuada, conforme a su naturaleza y necesidades, estás haciendo un gato feliz. Esto incluye entretenimiento adecuado con juguetes idóneos, correspondientes a la inteligencia de la respectiva raza o naturaleza del gato en sí. Asimismo, una alimentación de buena calidad es muy importante
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