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El comportamiento de caza de los gatos es innato y no se debe inhibir.
Los gatos tienen dos caras: a veces son mimosos y otras veces muestran su lado salvaje. Muchos cuidadores tienen claro de qué es capaz su minino cuando ven un trofeo de caza en el felpudo. ¿Son todos los gatos cazadores? ¿Se les puede quitar la costumbre de cazar ratones? Aquí encontrarás toda la información sobre los gatos cazadores.
Los gatos salvajes cazan para sobrevivir, mientras que los domésticos no necesitan buscar comida en la naturaleza. Aun así, la visión de una presa provoca el mismo impulso en los gatos de exterior, de interior y salvajes: «Tengo que conseguir esta presa».
El comportamiento de caza de los gatos no tiene nada que ver con lo abundante que sea su menú. Más bien, se trata de un instinto innato que comparten los gatos salvajes y domésticos. Sin este instinto, un gato no sobreviviría mucho tiempo en la naturaleza.
Los gatos heredan su instinto de caza de generación en generación. Los primeros meses de vida, la madre introduce a los gatitos en los secretos de la caza. Con tres meses hacen sus primeros intentos de caza y a los seis meses ya pueden matar solos una presa.
El abanico de presas de los gatos domésticos incluye ratones, pájaros y otros animales pequeños. Además, los peces del estanque del vecino también pueden activar el instinto de los gatos cazadores.
Cuando un gato va de caza, el proceso siempre sigue el mismo patrón. La captura de la presa empieza con el acecho por su territorio. Busca un lugar prometedor y espera paciente a su víctima. Para localizar una posible presa, se vale de todos sus sentidos.
Cuando un gato cazando detecta una presa, pasa por cuatro fases principales:
Con el acercamiento sigiloso, el gato acecha a su presa lo más cerca posible aprovechando cualquier oportunidad de cubrirse. Se pone en posición de acecho, sigue cada movimiento de su víctima y empuja lentamente las patas traseras hacia atrás. Si el gato está listo para atacar, estira la cola hacia atrás y salta hacia el frente.
Las patas traseras se elevan primero, cogiendo impulso, y las delanteras agarran la presa. De esta manera, el gato puede reaccionar a los desvíos de la presa durante el salto y corregir la dirección.
Las presas pequeñas las agarra directamente con los dientes y las inmoviliza aún más con una pata. A veces, los gatos cazadores sueltan a la presa y el juego vuelve a empezar.
Si la presa está muerta, el gato se la lleva a su escondite para comérsela. En cambio, si el instinto de caza ya está saciado, el gato se va sin ratón.
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Puede pasar que el gato no esconda su presa, sino que la traiga a casa viva. ¿El ratón debilitado en la puerta de casa es un agradecimiento por el cariño del que disfruta contigo?
Los investigadores de la conducta han estudiado por qué los gatos cazadores nos traen ratones. Sospechan que la presa representa casi un insulto. Los gatos alimentan a sus gatitos con presas muertas hasta que pueden hacerlo solos.
Llevan presas vivas a los gatitos que aún tienen que ponerse al día con la caza. Si tu gato te trae ratones muertos o vivos es porque teme que puedas morir de hambre por tu falta de habilidad para la caza.
¿El gato no deja de cazar ratones? Si, pese a todas las medidas preventivas, tu gato sigue llevándote presas muertas a casa, ignóralo, pero nunca lo castigues. Bajo su punto de vista, el gato no ha hecho nada malo.
Lo mejor es dejar que las cosas sigan su curso. Solo si la presa sigue viva y en buen estado, puedes distraer a tu gato e intentar salvarla con guantes.
Ofrécele a tu gato suficiente ejercicio y variedad para que no se aburra ni se frustre. Así, podrá dar rienda suelta a su instinto de caza de manera lúdica. Gracias a esto, muchas presas y también tus muebles tapizados estarán a salvo de las garras de tu minino.
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