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Los ponis son muy propensos al Cushing en caballos.
El cortisol es una hormona esencial que asume muchas tareas importantes en el organismo del caballo. Pero ¿qué pasa si el cuerpo lo produce en exceso de forma incontrolada? Te explicamos más cosas sobre el Cushing en caballos.
En general, cualquier caballo puede contraer el síndrome de Cushing. No obstante, hay estudios que han demostrado que los ponis y caballos mayores de quince años presentan un mayor riesgo.
Como el Cushing en caballos es una enfermedad del estilo de vida, muchos pacientes tienen sobrepeso.
El exceso de cortisol hace que el sistema inmunitario del caballo esté debilitado permanentemente. Por lo tanto, los caballos con Cushing presentan estos síntomas:
El causante es un tumor benigno que, al mismo tiempo, provoca trastornos del sistema nervioso central, como ceguera o cojera.
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El síndrome de Cushing en caballos es una enfermedad equina muy famosa. Si llevas a tu caballo al veterinario con los síntomas típicos, este suele expresar su sospecha enseguida.
Para confirmarla, debe analizar la concentración de ACTH en sangre. Para ello, toma una muestra de sangre con el caballo en ayunas.
Si el resultado no es claro, puede realizar un test de inhibición con dexametasona. Después de una primera medición del ACTH, le inyecta dexametasona al caballo.
Veinte horas después, vuelve a medir el ACTH en sangre, que debería haber bajado a un nivel saludable. Si sigue siendo demasiado alto, el caballo tiene Cushing.
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La administración diaria de por vida del principio activo pergolida combate el equilibrio hormonal alterado. Este medicamento es un antagonista dopaminérgico que imita el efecto de la dopamina y provoca la segregación de ACTH.
Es necesario controlar el nivel de ACTH periódicamente para mantener el equilibrio hormonal.
Además de tratar la causa, también es importante abordar los síntomas. Asimismo, deberás optimizar la alimentación del caballo.
Reduce el pienso concentrado de la ración y dale un heno de buena calidad. Los aceites vegetales, los preparados vitamínicos y los minerales también favorecerán su salud.
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El síndrome de Cushing en caballos es una enfermedad hormonal que surge por dos acontecimientos en la parte central (Pars intermedia) de la glándula pituitaria (hipófisis):
Por ello, los veterinarios también llaman a la enfermedad PPID (Pituitary Pars Intermedia Dysfunction).
Para poder entender la aparición del Cushing en caballos, conviene examinar a fondo el equilibrio hormonal del animal. Normalmente, la hipófisis autónoma del cerebro produce varias hormonas, como la LH o la TSH.
Estas, a su vez, estimulan otros órganos, como la glándula tiroides o las gónadas, para producir otras hormonas. Con ello, la hipófisis es el órgano de control central del equilibrio hormonal.
La ACTH (hormona adrenocorticotrópica) también tiene su origen en la hipófisis. Si llega a la circulación, favorece la liberación de la hormona del estrés (cortisol) por parte de la corteza suprarrenal.
Si llega demasiado cortisol a la circulación, este superávit inhibe la segregación de ACTH en el cerebro. Los especialistas llaman a este mecanismo retroalimentación negativa.
Además del cortisol, la dopamina producida en el hipotálamo también inhibe la liberación de ACTH.
Si el caballo tiene Cushing, estos mecanismos están alterados. Debido a la falta de dopamina, se forma un tumor benigno (adenoma) en el lóbulo intermedio de la hipófisis que produce ACTH constantemente. Esto hace que las glándulas suprarrenales liberen cortisol sin parar, lo que provoca los síntomas típicos.
Por desgracia, el Cushing en caballos no tiene cura. Sin embargo, puedes mejorar la cantidad y calidad de vida del tuyo con medicamentos.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
