Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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Ver a tu caballo paralizado es una pesadilla. Por eso, es importante conocer los hechos acerca de la rabdomiolisis para detectar los primeros síntomas a tiempo.
Estos son algunos de los síntomas típicos de esta enfermedad:
La gravedad de la rabdomiolisis puede variar mucho de un caballo a otro. En cursos leves, el caballo solo se mueve de mala gana, mientras que en los casos graves se producen parálisis, sudores y fuertes dolores agudos (repentinos).
Si tu caballo presenta síntomas de una rabdomiolisis, interrumpe inmediatamente el entrenamiento y caliéntalo. Contacta lo antes posible con el veterinario para evitar que vaya a peor.
Para que el veterinario pueda detectar la causa de la dolencia de tu caballo, es importante que le proporciones toda la información necesaria sobre su tenencia y alimentación. Dile también si le has dado medicamentos últimamente o si lo estás entrenando y cómo.
Basándose en estos datos, el veterinario realiza a continuación una exploración clínica. Para ello, observa al caballo y lo palpa con cuidado. Escuchando el corazón, los pulmones y el aparato digestivo, puede determinar su función. El diagnóstico diferencial le permite descartar otras causas de un cólico (p. ej., una obstrucción intestinal).
Si la orina del caballo es oscura, este es un indicio importante de una rabdomiolisis, también llamada azoturia. En este caso, utilizará tiras especiales para detectar la presencia de mioglobina en la orina (mioglobinuria), típica de una rabdomiolisis.
A continuación, el veterinario tomará una muestra de sangre. Esta es necesaria para valorar el alcance del daño celular mediante los parámetros creatinquinasa (CK) y aspartato aminotransferasa (AST).
Si el veterinario detecta una miopatía en el caballo, intentará prevenir más daños musculares y aliviar los síntomas. Para ello, implementará las medidas terapéuticas siguientes:
Cuando el caballo haya recibido la asistencia primaria, debes llenar el establo de abundante lecho. Mientras esté paralizado, deberás darle la vuelta como mínimo cada cuatro horas. Esto es importante para prevenir más heridas. Además, asegúrate de que pueda reposar y de que los músculos siempre reciban calor.
La rabdomiolisis es una enfermedad metabólica equina que aparece poco después de una fuerte sobrecarga y afecta a la musculatura. Esta enfermedad recibe muchos nombres, como azoturia, mioglobinuria paralítica, miositis posesfuerzo y hemoglobinuria paralítica.
Esta patología puede ser genética. La raza cuarto de milla presenta una elevada predisposición debida a la miopatía por almacenamiento de polisacáridos, una enfermedad hereditaria.
En general, los caballos afectados han pasado más tiempo en el establo y han comido pienso energético (p. ej., alimento concentrado). Los azúcares que esta comida contiene hacen que se acumule glucógeno (forma de reserva de la glucosa) en la musculatura de la grupa en la transición de la región lumbar al sacro. Las fibras musculares blancas de la zona de la grupa y del muslo pueden generar poca energía por sí solas.
Si el caballo se mueve, el glucógeno almacenado se degrada en condiciones pobres en oxígeno. Esto es lo que los especialistas llaman glucogenólisis anaeróbica. Esta hace que haya insuficiente oxígeno para eliminar el producto de descomposición lactato.
La consecuencia es que el lactato ácido se acumula y provoca una acidificación de los músculos. Estos liberan mioglobina, el pigmento de los músculos, que los riñones expulsan a través de la orina.
El pronóstico de la rabdomiolisis depende de la magnitud del daño muscular. Si se detecta a tiempo, el veterinario puede intervenir y prevenir la enfermedad. Sin embargo, debes tener en cuenta que el caballo podría recaer más adelante.
Si la musculatura está tan dañada que el caballo está días paralizado, hazte a la idea de que podría morir. En este caso, conviene que hables con el veterinario sobre la posibilidad de practicarle la eutanasia para evitarle un sufrimiento innecesario.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.