Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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Cualquier caballo puede contraer podredumbre de la ranilla, ya sea un sangre caliente o un sangre fría. Este artículo ofrece la información más importante sobre la podredumbre de la ranilla en equinos, cómo detectarla y cómo evitarla.
La podredumbre de la ranilla en equinos, o candidiasis, suele empezar en el eje central de la ranilla y extenderse por la rama. En general, se ven más afectadas las patas traseras que las delanteras.
El signo más típico de candidiasis en caballos es una ranilla partida y podrida. Además, en los espacios intermedios se acumula una sustancia pringosa entre blanca-gris y negra. En la mayoría de los casos, la zona desprende un olor muy desagradable.
Otra característica son los anillos de podredumbre en la muralla de la materia córnea. Estos surgen por una inflamación de la dermis perióplica. Estos anillos sobresalen un poco y se pueden identificar por su trayectoria: se encuentran en la pared delantera de la muralla de la materia córnea y desembocan en la corona.
Si estas alteraciones liberan las papilas de la dermis del casco, esto le provoca un dolor inmenso al caballo. Si esto sucede, el animal cojea y descarga la pata afectada.
El casco es la base del caballo. Por lo tanto, las enfermedades de los cascos no tratadas pueden tener consecuencias graves. Si tu caballo tiene molestias en los cascos, debes acudir al veterinario lo antes posible.
En primer lugar, el veterinario se preguntará si se trata de podredumbre de la ranilla o cáncer. Estas enfermedades se parecen mucho, pero tienen un origen distinto. En la podredumbre, las bacterias descomponen la materia córnea. En cambio, el cáncer de ranilla provoca una queratinización de las células epiteliales (capa celular superior).
El rasgo distintivo de la podredumbre de la ranilla en equinos son los anillos, que se ven a simple vista.
Primero de todo, el veterinario elimina las partes de materia córnea destruidas y sueltas con un raspador. A continuación, desinfecta el casco, ahora limpio (p. ej., con yodoformo), incluida la ranilla y las lagunas. Para herrarlo se puede utilizar una herradura abierta que permita una buena ventilación del casco. Por eso, es mejor que prescindas de ponerle plantillas y suelas.
Para liberar al caballo de la podredumbre de la ranilla, también deberás optimizar su tenencia. Para ello, necesitará un lecho seco y suficiente ejercicio.
Importante: El tratamiento con brea de madera está obsoleto actualmente porque proporciona a las bacterias un medio perfecto bajo la brea.
La podredumbre de la ranilla en equinos es una enfermedad muy extendida por la que las bacterias destruyen la materia córnea de la ranilla. Los responsables son agentes patógenos queratolíticos de la podredumbre y anaerobios sin esporas. Estos son gérmenes que no necesitan oxígeno para vivir.
La materia córnea de la ranilla se compone principalmente de tejido córneo intermedio duro y menos de tubular. Si el caballo permanece demasiado tiempo sobre excrementos y orina con amoníaco, las bacterias que viven en esta humedad pueden atacar la materia córnea.
Los factores siguientes reducen aún más el oxígeno, aumentando así el riesgo de enfermedad:
La buena noticia es que la candidiasis en caballos se suele curar. No obstante, el requisito es que te atengas a las instrucciones de higiene del veterinario. De lo contrario, pueden producirse complicaciones, como una inflamación de la dermis perióplica. Esto podría perjudicar la salud del caballo a la larga.
Para proteger a tu caballo de la podredumbre de la ranilla en equinos, debes evitar las causas. Asegúrate siempre de que el paddock esté seco y elimina los excrementos del establo periódicamente. Recuerda que una higiene del establo y unos cuidados de los cascos regulares son esenciales.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.