Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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¿Tu caballo se frota constantemente contra el poste de la valla o se mordisquea la piel? En ese caso, puede que tenga parásitos. Además de los ácaros, los piojos en caballos no son ninguna rareza.
En general, siempre debes tomarte los problemas de salud de tu caballo en serio. Los piojos en caballos no son ninguna excepción, especialmente si está debilitado por otras enfermedades.
No obstante, en principio no deberías temer graves consecuencias de una infestación de piojos. En la mayoría de los casos, es fácil deshacerse de ellos.
El síntoma más claro de una infestación de piojos en caballos son los piojos en sí. Los identificarás a ellos y a sus huevos adheridos (liendres) y larvas (ninfas) a simple vista.
Los síntomas clínicos suelen aparecer solo si el caballo está inmunodeprimido por estrés u otras enfermedades. Los caballos afectados ya están débiles y desnutridos. En cambio, los caballos sanos no presentan síntomas (curso inaparente).
Estos son los síntomas típicos de una infestación de piojos en caballos:
Además, con una infestación masiva pueden aparecer síntomas más graves. Si los piojos se reproducen y le chupan la sangre al caballo, pueden provocarle una anemia.
Los piojos suelen infestar el pelo de la cabeza, el cuello, la base de la cola y los flancos.
Si el caballo también presenta alteraciones en la piel o el pelaje, normalmente podrás detectar los piojos en el pelo a simple vista. No obstante, deberás acudir al veterinario para que confirme el diagnóstico.
Este podrá identificar los parásitos fácilmente con una tira adhesiva o un raspado cutáneo. En este último caso, el médico raspa las capas de piel que rodean la zona afectada con un escalpelo limpio. A continuación, coloca las muestras en un portaobjetos y las observa bajo el microscopio.
Para detectar los huevos de los piojos, debe observar pelos bajo el microscopio porque estos se adhieren a los folículos.
Se pueden aplicar algunos medicamentos externamente, como los piretroides. Los principios activos de estos insecticidas matan los piojos en el pelaje. No obstante, como solo atacan a los piojos adultos, los huevos permanecen intactos.
Por eso, es necesario repetir la aplicación pasadas unas dos semanas. Para poder eliminar los piojos de todo el establo, deberás tratar también al resto de los caballos.
Como medidas coadyuvantes puedes lavar las zonas afectadas del pelaje del caballo con un champú especial. Además, puedes darle zinc para fortalecer el pelo.
Si el caballo está anémico o tiene otras enfermedades, necesitará otros tratamientos.
Los piojos (Mallophaga) son insectos sin alas que miden uno o dos milímetros. También se pueden observar claramente las antenas articuladas. Como viven en la piel de los mamíferos como insectos de un huésped específico, se los conoce como ectoparásitos.
En Europa proliferan particularmente dos especies de piojos en caballos: el piojo masticador (Werneckiella equi) y el piojo chupador (Haematopinus asini). Se alimentan de las escamas cutáneas de la epidermis y algunos chupan la sangre del huésped.
Con unas buenas condiciones, los piojos adultos sobreviven fuera del huésped una media de tres semanas. Si infestan al huésped y pueden alimentarse y reproducirse en él, pueden vivir hasta dos meses.
Los piojos se transmiten de forma directa e indirecta. Con la transmisión directa, el caballo se infecta a través del contacto con un caballo infectado, como un recién llegado.
El contagio indirecto tiene lugar a través de objetos o personas del establo que han entrado en contacto con piojos. Por ejemplo, si cepillas a un caballo infestado de piojos, estos pueden transmitirse a otro caballo a través del cepillo.
Si actúas enseguida y empiezas a tiempo con el tratamiento, el pronóstico es muy bueno. No obstante, si el caballo está muy debilitado y tiene enfermedades previas, estos factores pueden influir enormemente en su salud.
El control es la mejor arma para proteger a tu caballo de los piojos. Además, unos buenos cuidados del pelaje e higiene pueden reducir el riesgo. Por ejemplo, cambia los cepillos regularmente o limpia el equipamiento, como la silla, la manta o los utensilios de limpieza.
Asimismo, debes llevar al caballo al veterinario al menos una vez al año. En estos chequeos, el médico puede evaluar su estado de salud y detectar y tratar enfermedades a tiempo.
Hay gente que utiliza remedios naturales, como aceite de coco. Este contiene ácido láurico, que los piojos detestan.
Hay estudios que, por lo menos, hacen suponer que funciona contra las garrapatas. No obstante, no hay suficientes datos como para saber si este efecto también se da contra los piojos en caballos.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.