Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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La dermatitis estival equina afecta especialmente a razas nórdicas, como el caballo islandés o el poni de las Shetland. Pero otros caballos también pueden contraer esta enfermedad cutánea inflamatoria. Sigue leyendo para averiguar cómo se produce la dermatitis estival equina.
La dermatitis estival afecta a la piel del caballo formando heridas abiertas que se inflaman y supuran. El caballo se desuella y roe las zonas de piel afectadas, donde el pelo se acaba cayendo. La zona de piel más afectada suele ser la del peine de la crin y la base de la cola.
Si penetran gérmenes en la herida, suele formarse pus y las inflamaciones avanzan. Si hay grandes superficies de piel afectadas, la dermatitis estival equina puede ser muy dolorosa.
Con los años, los síntomas pueden reavivarse y empeorar a causa de nuevas picaduras.
Los síntomas de la alergia (p. ej., zonas inflamadas y calvas) suelen ser reconocibles para el veterinario a primera vista. Si quiere confirmar su sospecha, puede realizar un test in vitro funcional (FIT). Con este test se comprueba la sensibilización del sistema inmunitario a ciertos alérgenos.
Para aliviar el prurito causado por la alergia y las inflamaciones cutáneas asociadas, el veterinario le administrará glucocorticoides (cortisona). Si ha detectado gérmenes en la herida, también le dará antibióticos contra los patógenos bacterianos o antimicóticos contra los hongos.
Además, deberás curarle las heridas a tu caballo a diario, especialmente en días calurosos. Para ello, lávale cuidadosamente las zonas con prurito con agua limpia y las heridas grandes con productos especiales.
Aunque una crin desgastada no es una imagen agradable, el caballo debe tener la oportunidad de rascarse. Impedírselo solo hará que aumentar el ya enorme estrés al que está sometido el animal.
La dermatitis estival equina deja a los caballos muy débiles. Por eso, es importante darles una alimentación equilibrada con suficientes nutrientes. Estos incluyen minerales, vitaminas (A y B) y oligoelementos (cobre, selenio y zinc).
La dermatitis estival equina es una alergia a la saliva de hipersensibilidad inmediata (tipo I). Esto es causado por la saliva de ciertos mosquitos, particularmente de las chinches (Culicoides). La reacción alérgica ocasiona al caballo un fuerte picor. Si se rasca mucho, pueden aparecerle heridas que podrían infectarse por bacterias y hongos.
Dado que esta dermatitis suele aparecer en los meses cálidos, se cree que los factores climáticos, como el aumento de las temperaturas o de los valores de ozono, también pueden ser las causas, además de las picaduras de mosquito. Asimismo, los pastos ricos en proteínas, el estrés y las enfermedades subyacentes pueden influir.
Además, los científicos han demostrado que hay razas que pueden tener una mayor predisposición, como el poni de las Shetland.
Si las heridas se infectan o el caballo tiene reacciones alérgicas fuertes, el tratamiento puede durar semanas. Sin embargo, si se trata a tiempo, la dermatitis estival equina tiene un buen pronóstico.
Para proteger a tu caballo de la dermatitis estival equina, debes procurar limitar el contacto con mosquitos. Para ello, puedes usar mantas especiales para el pastoreo, mosquiteras en las puertas del establo e insecticidas.
Si tienes a tu caballo en un establo abierto, deberás procurar que haya zonas de sombra, por ejemplo, con un cobertizo. Los setos y árboles grandes también dan mucha sombra.
Si quieres comprarte un caballo islandés o un poni de las Shetland, antes de hacerlo conviene que pidas una prueba de que no tienen predisposición genética a la dermatitis estival equina.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.