Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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Un día te levantas y te apetece dar un paseo con tu caballo cuando, de repente: el caballo levanta las patas traseras durante unos segundos y luego las vuelve a bajar piafando. Te explicamos qué puedes hacer para combatir el arpeo en caballos.
El arpeo (stringhalt en inglés) designa un trastorno funcional de una o las dos patas traseras del caballo.
Los animales afectados contraen de repente las patas traseras de pie o caminando. A veces levantan las extremidades con tanta fuerza que se tocan el vientre con la parte posterior de la cuartilla. Poco después, vuelven a posar la pata en el suelo.
Los síntomas suelen aparecer repentinamente y sin motivo aparente. El caballo dobla bruscamente la articulación del menudillo, el corvejón y la articulación de la rodilla y, poco después, vuelve a estirar las extremidades.
El arpeo recuerda al paso de la oca de los desfiles militares o al paso de pavoneo de un gallo.
En el arpeo se distingue entre la forma australiana y la idiopática, que tienen causas diferentes. Como el arpeo australiano viene provocado por una intoxicación, suelen enfermar varios caballos simultáneamente. A veces, la intoxicación hace que a las anomalías de la marcha se añadan otros síntomas, como una parálisis laríngea.
Los trastornos del movimiento en caballos pueden tener varias causas. Por eso, es importante que el veterinario le haga un chequeo general y de cojera a tu caballo.
Solo así es posible distinguir entre diagnósticos con ocurrencias similares (diagnóstico diferencial), como el esparaván y el arpeo.
Dado que no siempre se conocen las causas del arpeo, hay varios tratamientos posibles.
Además de la inyección de medicamentos, como bótox (toxina botulínica), fenitoína sódica o vitamina B (tiamina), algunos veterinarios recomiendan operar si la terapia conservadora no funciona.
Actualmente se conocen dos técnicas quirúrgicas para tratar el arpeo. En ambas, el veterinario corta o extirpa el músculo extensor digital lateral.
Con esta técnica quirúrgica, el veterinario corta la piel y la fascia de la zona del metatarso desde fuera. Desde aquí puede ver el músculo extensor, del que extirpa un trozo.
En este caso, el cirujano extirpa el tendón entero, dejándolo al descubierto mediante el corte de la piel y la fascia en los extremos superior e inferior.
El extremo inferior lo corta para liberar el tendón de la vaina tendinosa tirando del extremo superior. A continuación, también corta el extremo superior del tendón para extirparlo del todo.
Si el arpeo persiste o el caballo vuelve a caminar con normalidad es algo que depende de la causa. La forma idiopática a veces desaparece por sí sola tras dar pocos pasos.
No obstante, puede aparecer de forma recurrente debido a la falta de tratamiento. Las medidas terapéuticas, ya sean quirúrgicas o conservadoras, pueden ser prometedoras, pero no siempre.
Las causas del arpeo idiopático aún no han podido esclarecerse. Los investigadores todavía no han podido explicar cómo aparecen los trastornos neuromusculares en el caso del arpeo auténtico. No obstante, sospechan que un traumatismo o enfermedad en las extremidades traseras, como inflamaciones en los cascos, pueden provocarlos.
El arpeo australiano es una forma especial del arpeo cuya causa está bastante clara. Esta forma suele aparecer a finales del verano cuando los caballos ingieren toxinas vegetales en el pasto.
Se sospecha principalmente de las semillas de la planta Hypochaeris. Sin embargo, los expertos no están seguros de si el causante del arpeo australiano realmente es el veneno u hongos presentes en las plantas. Lo que sí está claro es que se trata de una intoxicación.
Como las causas del arpeo no están claras, no se puede prevenir esta enfermedad. No obstante, puedes evitar la variante australiana eliminando la planta Hypochaeris de tus pastos o llevando al caballo a otros.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.