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El poni de las Shetland proviene de paisajes áridos y es hoy día un caballo de paseo popular.
El poni de las Shetland tiene unas habilidades sorprendentes. Además, es listo y modesto, y lleva más tiempo acompañándonos que otras razas de caballo. Te presentamos a este precioso poni, uno de los preferidos para principiantes.
Pequeño y lindo son los dos adjetivos que más fácilmente describen al poni de las Shetland. A esto contribuyen las orejitas, los ojazos y la densa cabellera que le cae con descaro por la ancha frente. Además, presenta una amplia curvatura en el centro del cuerpo, donde se encuentran las costillas. Tiene el cuello y las extremidades cortos y fuertes, lo que sugiere una gran potencia a pesar de su tamaño.
El cuerpo rectangular está cubierto por una capa externa de pelo corto y brillante en verano. En cambio, en invierno se convierte en un pelaje denso e hirsuto que aleja el frío y la humedad. El poni de las Shetland puede ser de cualquier color, incluso atigrado.
Este caballo mide 107 centímetros de altura como máximo, lo que lo sitúa en la categoría de los ponis. Pero los hay aún más pequeños: la versión mini es un tipo de cría especial del poni de Shetland que no supera los 87 centímetros de alzada.
Hace algunos años que los caballos pequeños, como el falabella, se utilizan para acompañar a personas ciegas por su inteligencia y larga esperanza de vida. De hecho, cada vez más ponis shetland mini bien adiestrados asumen esta responsable tarea.
Al igual que el caballo islandés, el poni de las Shetland proviene del norte de Europa. Los paisajes isleños yermos han convertido a estos ponis en caballos robustos y resistentes. Han nacido para trabajar y son muy fuertes y diligentes, pero también muy inteligentes y bondadosos.
No obstante, no les gusta el aburrimiento. Si no se los estimula lo suficiente, pueden ser bastante descarados y tener ideas de bombero.
Este poni es muy versátil, resistente y capaz de aprender, aparte de que le gusta ser el centro de atención. Gracias a estas cualidades, al cuidador no le cuesta nada dedicarle mucho tiempo.
Mientras la versión mini acompaña a ciegos en su día a día, la variante estándar es ideal para jinetes principiantes. Incluso cuando los niños superan la edad de los ponis, aún pueden hacer muchas cosas con él.
Tiene tanto talento para el tiro de carruajes como para la doma de circo y para aprender trucos. Lo importante es que no se aburra. El requisito para que el trato con el poni sea distendido, como con todas las demás razas, es un adiestramiento correcto y comprensivo.
Muchos no saben que este uno de los caballos más fuertes que hay, comparando su rendimiento con su tamaño. Es capaz de tirar de casi el doble que su propio peso. Por eso, no tiene problemas para llevar niños e incluso adultos de poco peso en el lomo.
Debido a su origen y su denso pelaje de invierno, los ponis shetland pueden vivir al aire libre sin problemas.
El equipamiento básico para ponis solo se diferencia en una cosa respecto al de otros caballos: en el tamaño. La silla, el cabestro y el cinchuelo deben estar adaptados a las dimensiones reducidas de la raza.
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El poni de las Shetland está acostumbrado a una dieta modesta y asimila muy bien los alimentos. A diferencia de las praderas de las islas Shetland, aquí los pastos son un paraíso para él. Sin embargo, la hierba joven y una alta proporción de tréboles pueden provocarle adiposidad, infosura o diarrea.
En general, le basta con comer heno o hierba, aunque la cantidad debe adaptarse a su nivel de actividad. Además, necesita piensos minerales.
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Con una alimentación acorde a la especie se puede prevenir el sobrepeso y la infosura en ponis. También puedes aprovechar las ganas de moverse del poni. Coloca la comida y el agua de manera que tenga que recorrer cierta distancia para comer y beber. Esto activará la circulación de los cascos y le hará quemar calorías.
Con unos buenos cuidados y una alimentación equilibrada, el poni de Shetland puede vivir muchos años. La esperanza de vida de un poni de las Shetland sano es de entre treinta y cuarenta años.
¿Quieres comprarles un poni de las Shetland a tus hijos? El mejor sitio al que acudir para comprar un potro, un semental o una yegua son los criaderos especializados.
En muchos de ellos podrás ver una foto del animal antes de ir a visitarlo. Además, te asesorarán ampliamente y podrás estar seguro/a de que el poni viene de un buen hogar.
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Este poni debe su nombre a las islas escocesas de Shetland, con su clima húmedo y superficies forrajeras áridas. Los investigadores creen que los ponis estaban muy extendidos en el norte de Europa. Sin embargo, no queda claro cómo llegaron hasta las islas.
Por cierto: hoy día aún se puede visitar a los ponis en la naturaleza en las islas Shetland, como en Scalloway, Tingwall o en la isla de Unst.
El poni de las Shetland ha recorrido un duro camino para convertirse en uno de los caballos de paseo preferidos. Después de ayudar a los agricultores, en el siglo XIX lo pusieron a trabajar bajo tierra en las minas. De hecho, cuando se abolió el trabajo de las mujeres y los niños en Gran Bretaña, descubrieron lo prácticos que eran estos ponis para la labor.
Desde entonces, se exportaron a minas de otros lugares y se hicieron populares también fuera de su patria. En 1890 se fundó la Shetland Pony Studbook Society para garantizar la cría pura de la raza. Actualmente, el poni de las Shetland se utiliza en zoos para niños y para tirar de carruajes.
Hoy día, el poni de las Shetland es un caballo de paseo popular para principiantes y un amigo muy especial entre amantes de los caballos. Los padres que busquen un primer caballo para sus hijos deben recordar que los niños crecen, pero los ponis no. En cambio, sí que necesitan mucho entretenimiento y atenciones, y esto durante hasta cuarenta años. Si esto no supone ningún problema, tener un poni de las Shetland es una idea estupenda.
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