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El caballo oldenburgo puede ser de varios colores y se permiten marcas blancas, por ejemplo, en la cabeza.
El oro olímpico y una estatua de bronce: el caballo oldenburgo se ha ganado un puesto entre las razas de mayor éxito por su fuerza y espíritu deportivo. El carisma y la elegancia de estos caballos del norte de Alemania también entusiasman a mucha gente. Aun así, estos imponentes animales son sensatos y compañeros ideales para jóvenes y mayores.
El caballo oldenburgo tiene un exterior de primera clase, ya que es elegante, musculoso y expresivo. Su mirada irradia atención e inteligencia. Su cuerpo deportista y musculado se caracteriza por unas patas largas y un cuello ancho y atlético. Esta apariencia tan elegante también se la debe a la cola de inserción alta.
La alzada de este caballo oscila entre 1,65 y 1,75 metros y el peso ideal, entre 500 y 700 kilos. La mayoría de ejemplares son de color marrón o marrón oscuro. También los hay negros, alazanes y tordos, mientras que los píos son menos frecuentes. Se admiten manchas blancas en la cabeza o en las patas.
¿Qué es el caballo oldenburgo? ¿Un sangre templada o un purasangre?
Aunque su cuerpo atlético surgió de un perfeccionamiento con el purasangre, el caballo oldenburg sigue siendo de sangre templada. En Alemania, la cría de caballos de sangre templada está organizada a nivel regional. Por eso, estos caballos, entre ellos el oldenburgo, a menudo se agrupan en la categoría caballo de silla alemán.
Carácter: eficiente y bondadoso
El nombre de este caballo ya sugiere de qué región de Alemania proviene. En el himno de Baja Sajonia, las personas oriundas de su patria se describen como resistentes a las tormentas y arraigadas a la tierra. Esto también describe a sus caballos. El caballo oldenburgo es un animal extremadamente bondadoso a la par que motivado.
También es fuerte y valiente, pero sociable, cariñoso y sensato. Dado que estos caballos se desenvuelven con calma en la mayoría de situaciones, son excelentes para los deportes de competición.
Aptitud: de caballo de carruaje a caballo del milenio
Al principio, el caballo oldenburgo era el típico caballo de carruaje. Esto fue antes de que se hiciera famoso como caballo de caballería y mensajero gracias a su fuerza y carácter. Hoy en día, el deporte es su especialidad.
Los caballos deportivos de esta raza tienen mucho éxito en varias disciplinas, pero especialmente en saltos y doma clásica. Uno de los ejemplares más famosos de oldenburger de doma clásica fue Donnerhall. Este semental consiguió más de 300 victorias en la doma clásica, lo que le valió el apodo de semental del milenio. En la ciudad de Oldemburgo hay una estatua de bronce que rinde homenaje a sus éxitos más de veinte años después de su adiós al deporte.
Fuera de la competición, el caballo oldenburgo también es un excelente caballo de paseo. Se mueve en todos los pasos de andadura típicos con dinamismo y manteniendo el ritmo.
Gracias a su carácter agradable y su ligereza, es ideal para principiantes y jinetes jóvenes. Eso sí, la condición es que el tamaño del caballo se ajuste a ellos. Además, se contagia fácilmente de la ambición de su jinete.
Tenencia acorde a la especie con mucha libertad de movimiento
Los caballos son animales gregarios, por lo que al oldenburger también le encanta la compañía. Lo que más le gusta es estar rodeado de otros caballos, pero también de su cuidador. En cuanto al alojamiento correcto del caballo, hay varios factores a tener en cuenta. Durante mucho tiempo, la tenencia de caballos deportivos en boxes individuales estuvo muy extendida. Sin embargo, en la actualidad se prefiere cada vez más tenerlos en una cuadra abierta.
Ya sean caballos deportivos o de paseo, estos animales necesitan hacer mucho ejercicio. Un entrenamiento variado, muchas salidas al pasto y la atención de las personas son factores de bienestar para ellos.
Alimentación acorde a la actividad
Como sangre templada deportista, el caballo oldenburg necesita forraje de calidad, que se puede complementar con vitaminas y minerales. La cantidad de alimento se debe adaptar al nivel de actividad del caballo. Solo conviene darle comida energética si sus requisitos de rendimiento son muy altos.
Salud de hierro sin enfermedades hereditarias
Si bien estos animales pueden padecer enfermedades típicas de los caballos, en general gozan de una salud de hierro. Se desconocen enfermedades genéticas del caballo oldenburgo.
Con una tenencia acorde a la especie, una alimentación correcta, ejercicio y cariño, puede vivir entre veinte y treinta años.
Estos son los cuidados que requiere el caballo oldenburgo:
Límpiale el pelaje y los cascos a fondo.
En los caballos de competición, las vacunas del tétanos y la gripe son obligatorias.
Examínale regularmente la cola y la crin para detectar cuerpos extraños.
Compra: ¿dónde puedo encontrarlo?
Primero, la mala noticia: no es raro que el precio ascienda a las cinco cifras. Para comprar uno de estos caballos e informarte sobre tenencia y cuidados, acude a un criador especializado en la raza.
Una particularidad en Alemania es que no existe ningún criadero nacional, sino muchos criadores privados. Muchos están organizados en la asociación de cría del caballo oldenburg. La cría y comercialización las controla el centro equino de Vechta, que organiza las subastas de potros, entre otras cosas. Esta podría ser una manera de encontrar al caballo que buscas.
Origen: una historia de reunificación
La historia del caballo oldenburgo se remonta al siglo XVII. En esta época, los caballos tiraban de carruajes y se usaban en la agricultura. Además de los caballos de trabajo y de silla, también se utilizaron purasangres como base de cría.
En aquel entonces, el fundador de la cría del caballo oldenburgo fue Anton Günther von Oldenburg. La raza actual más fiel a su cría original es el caballo pesado de sangre templada alt-oldenburger. En la década de 1950, los criadores cambiaron sus prioridades y empezaron a concentrarse más en un caballo de competición. Lo lograron cruzando purasangres, hannoverianos y holsteiner.
En 1923 se fundó la asociación de criadores del caballo oldenburgo, de la que se escindió una asociación de caballos de salto a principios de la década de 2000. Ambas asociaciones se presentan conjuntamente bajo el amparo de la asociación de Oldemburgo. Para distinguir entre sus especialidades, se utiliza la abreviatura OL para los caballos oldenburgo y OS para los de salto.
Conclusión: deportista habilidoso para amantes de los caballos atléticos
El caballo oldenburgo es muy versátil y atractivo. Con su constitución atlética, destaca en el deporte y en la doma clásica. Tanto en la competición como en las actividades de ocio, es un acompañante afable, sereno y prudente.
Si bien no es un caballo económico, es robusto e inteligente, por lo que es ideal tanto para principiantes como para jinetes experimentados.
El caballo frisón es uno de los caballos más antiguos de Europa y también uno de los más caros. Sus elegantes movimientos convierten a este majestuoso holandés en un caballo de carruaje y doma codiciado. Sin embargo, su asombrosa estatura hace que no sea apto para principiantes.
El caballo cuarto de milla es la raza más extendida del mundo. De hecho, muchos caballos famosos de películas son de esta raza. Dos ejemplos son Black Beauty, de la película homónima de 1994, y Pilgrim, de El hombre que susurraba a los caballos. Además, este caballo ágil, rápido y versátil no solo da la talla delante de la cámara.
El caballo appaloosa es famoso por ser una raza de caballo india. Además de la apasionante historia de su origen, este caballo moteado tiene otras particularidades. Sigue leyendo para conocer estos animales únicos y saber por qué son caballos de ocio y familiares tan populares.