El caballo de Przewalski es una de las razas más antiguas del mundo. Es muy escaso y solo se encuentra en programas de cría y zoológicos especializados. Después de que estuviera a punto de extinguirse alrededor de 1950, vuelve a estar muy extendido, especialmente en Alemania.
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La crin crestada es la marca registrada del caballo de Przewalski.
El caballo de Przewalski (Equus ferus przewalskii) rezuma un carácter salvaje y primigenio único. Con una alzada de solo 130-145 centímetros, tiene el tamaño de un poni y es comparable al caballo islandés.
Estos caballos han ido adaptando su tamaño a lo largo de su evolución a los requisitos de sus hábitats naturales de Mongolia y otras partes de Asia central. Aquí suelen vivir en regiones pedregosas y montuosas. Su tamaño les permite moverse eficazmente por estos terrenos.
Al igual que el tarpán, el caballo Przewalski presenta una estatura compacta con patas fuertes y una constitución robusta. En la cabeza grande con tendencia a la nariz acarnerada se encuentran dos grandes ojos redondos. Junto con las orejas cortas y erguidas, esto le confiere un aspecto muy despierto.
El cuello corto y fuerte desemboca en un lomo recto. La parte inferior de este caballo es fuerte y las patas son cortas. Esto le proporciona seguridad en la marcha y la capacidad de defenderse de sus enemigos naturales.
Interesante: el caballo de Przewalski tiene una vértebra torácica más que los caballos domesticados.
Todos los caballos Przewalski se parecen, aunque el pelaje varía de color arena a marrón claro con un matiz amarillo. El vientre suele ser de color crema y en las patas a menudo tienen franjas negras y blancas.
La cola del caballo de Przewalski es más oscura que el color principal, al igual que la cresta corta mohicana. La cresta y los pelos de la base de la cola se ven afectados por la muda primaveral, junto con el pelaje. En el lomo suele haber una franja dorsal oscura, pero esta puede desaparecer con la edad.
El caballo de Przewalski vive unos treinta años.
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Estrictamente hablando, el caballo de Przewalski no es una raza salvaje. No obstante, hace mucho tiempo que vive en la estepa virgen de Mongolia sin influencia humana. Aquí ha desarrollado su comportamiento hacia lo salvaje con el paso del tiempo.
Los sementales defienden su caballada con más agresividad y, en general, el trato entre animales es brusco. No obstante, también pueden ser mansos e incluso zanjar las disputas, según la situación.
El caballo de Przewalski se muestra reservado ante las personas y mantiene cierta distancia.
Incluso aquellos que han crecido en cautividad o han nacido con cuidadores humanos son menos confiados y se prestan menos al contacto estrecho con la gente que otras razas modernas.
La tenencia del Equus ferus przewalskii es muy diferente de la de otras razas. Una tenencia convencional en una cuadra es inadecuada para él.
En lugar de eso, suele vivir en cercados extensos y reservas naturales lo más parecidos posible a su hábitat natural. En Mongolia, su hábitat primigenio, vive en estepas infinitas, donde disfruta de su libertad sin que lo molesten.
Come musgo, hierba y brotes de plantas, pero también heno y paja si se los dan.
El caballo Przewalski viven en pequeños grupos familiares de entre cinco y veinte animales. Es frecuente que haya una yegua líder y un semental dominante que defiende la caballada de los ataques.
A estos animales les cuesta tolerar las molestias de las personas. Por eso, nadie los lava ni cuida como a nuestros caballos domésticos. Solo los sacan de la caballada cuando es absolutamente necesario, por ejemplo, para cuidarles los cascos o hacerles chequeos médicos.
El caballo de Przewalski se cría específicamente en la actualidad. No obstante, la cría no se hace para clientes finales ni jinetes, sino solo para mantener la especie. De hecho, Alemania ha participado considerablemente en la salvación de la especie en los últimos años con programas especiales.
Actualmente, el caballo de Przewalski es una de las razas más raras del mundo, ya que quedan muy pocos ejemplares. Pese a sus raíces salvajes, la reintroducción en el hábitat natural parece fracasar una y otra vez. Por eso, se prefiere tenerlos supervisados en zoológicos y parques naturales.
En la actualidad, el caballo de Przewalski es la raza viva más antigua con el nivel de parentesco genético más estrecho con los caballos salvajes. Estos animales se consideran un bien único, ya que sirven de ventana al pasado para la ciencia.
La cría y tenencia en zonas protegidas tiene el objetivo principal de conservar la raza.
Se realizan numerosos estudios del caballo de Przewalski para entender mejor el comportamiento de los caballos. De hecho, la cría europea contribuye a integrarlo en nuestro hábitat natural, como ya se consiguió hacer en Mongolia.
¿Un auténtico caballo salvaje? El caballo de Przewalski actual ya no es un caballo salvaje, sino el descendiente de los antiguos caballos Przewalski domesticados.
A primera vista, el caballo de Przewalski parece mucho más primigenio que las razas modernas. Los nuevos estudios genéticos apuntan a que es el descendiente directo del caballo de los botai, que se criaba hace unos 3500 años en Kazajistán
Este es el antepasado de todas las razas actuales y surgió de la domesticación de caballos salvajes. Algunos de estos caballos se escaparon con el tiempo y se aparearon con auténticos caballos salvajes. Esto propició el nacimiento del caballo de Przewalski en el este de Kazajistán y el oeste de Mongolia. Este hecho lo demuestran los análisis genéticos.
La raza recibió su nombre en honor al explorador ruso Nikolái Mijáilovich Przewalski, que lo describió en 1877, dirigiendo la atención por primera vez a estos caballos salvajes.
Debido a la extinción inminente del caballo Przewalski a finales del siglo XIX, se llevaron unos cuantos a zoológicos para protegerlos. Desde la década de 1930 se está trabajando para conservar esta raza tan única y recuperar su población.
No se puede comprar un caballo de Przewalski porque su cría no está dirigida a fines comerciales. En realidad, sirve al interés científico, especialmente a la conservación de la especie.
El carácter del caballo de Przewalski está tan unido a la naturaleza y tan poco domesticado que esta raza no es apta para disciplinas ecuestres convencionales. Por eso, ni se plantea la idea de montarlo.
Tenemos mucha suerte de que esta raza tan fascinante y única siga existiendo en la actualidad. El Equus ferus przewalskii es la raza equina viva más antigua con vínculos genéticos con los caballos salvajes del pasado.
Su supervivencia y papel en la naturaleza son primordiales porque arrojan luz sobre la historia y evolución de los caballos.
| Breve presentación: | Raza de caballo primigenia con cuerpo rechoncho, por fin salvado de la extinción |
| Alzada: | 130-145 cm |
| Colores: | Entre arena y marrón grisáceo |
| Tipo: | Caballo pequeño |
| Origen: | Mongolia y Kazajistán |
| Aptitud: | Tenencia en reservas y cuidados del paisaje |
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