Origen: ¿de dónde procede este gran forzudo?
El brabante tiene su origen en la provincia belga de Brabante, donde su historia se remonta probablemente a la época romana. Desde entonces, se ha hecho un nombre como dispuesto caballo de batalla, y siempre ha ayudado al ser humano en las tareas agrícolas pesadas.
En su país de origen, la asociación de cría Société Royale du Cheval de Trait Belge, formada en 1887 a partir de tres asociaciones nacionales, se encarga de la pervivencia de esta raza de caballos. Con la cría organizada, también comenzó la exportación del brabante a todo el mundo hacia finales del siglo XIX. Así, el brabante sentó las bases para muchas de las razas de sangre fría que se conocen hoy en día.
Sin embargo, con la industrialización y la mecanización de la agricultura, el hermoso gigante corrió la misma suerte que muchos otros caballos de sangre fría: el uso de máquinas hizo que la cría disminuyera.
Sin embargo, como esta antigua raza sigue fascinando y, además, una parte de ella permanece en muchas otras razas de sangre fría, todavía persiste e inspira a los amantes de los caballos de todo el mundo.