Cómo comprar un caballo: consejos y lista de control
¿Te encantan los caballos y te gustaría tener uno propio? Sigue leyendo para saber qué debes tener en cuenta al comprar un caballo y cómo asegurarte de que esté sano y siga estándolo muchos años.
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¿Te encantan los caballos y te gustaría tener uno propio? Sigue leyendo para saber qué debes tener en cuenta al comprar un caballo y cómo asegurarte de que esté sano y siga estándolo muchos años.
Los caballos requieren atención, cuidados y cariño. Comprar un caballo implica una gran responsabilidad y una inversión de tiempo y dinero. Por eso, quien quiera tener un caballo debe pensárselo bien, asegurarse ampliamente y valorar su motivación y experiencia con sinceridad.
Responde a las preguntas siguientes antes de tomar la decisión:
Cuanto más claro tengas lo que esperas de tu caballo y lo que puedes ofrecerle, más fácil será la compra. Así, averiguarás qué necesitas para tener un caballo, qué alojamiento es el mejor y qué cuestiones sobre la compra quedan por aclarar.
Si no estás seguro o prefieres esperar, puedes aprender muchas cosas sobre este animal con un caballo de acogida. Además, con la opción de pupilaje compartido podrás asumir más responsabilidad gradualmente.
A continuación, hemos resumido las cuestiones más importantes sobre la compra de un caballo.
Los caballos son animales con mucho carácter que muestran más o menos temperamento. Por eso, más importante que el color y el aspecto es la química entre él y tú. Al fin y al cabo, un caballo te acompañará durante muchos años. Además, la confianza y una buena comunicación son básicas para que vuestras actividades conjuntas sean seguras y para evitar decepciones.
Antes de comprar un caballo, conviene que te informes sobre el carácter de cada tipo y raza de caballo.
El precio de adquisición de un caballo varía en función de la raza, la edad y el origen. Puede oscilar entre 1000 euros por un poni y 10 000 euros por un sangre templada, aunque los precios pueden ser más altos.
Los gastos corrientes que implica un caballo no se pueden determinar con una suma global. A grandes rasgos, hay que contar con unos 5000 euros al año, pero esto también es relativo.
En función del tipo de establo, este puede costar entre 100 y 400 euros mensuales. A esto se añade el coste de la comida de unos 50 euros al mes. Conviene tener un colchón financiero para las visitas al veterinario y el herrador. Además, no hay que olvidar los seguros y el equipamiento básico.
¿Cómo es el equipamiento básico perfecto para tu caballo?
En España hay muchas maneras de comprar un caballo. Independientemente de si buscas por internet o te pones en contacto con un criador: no tomes la decisión solo y pide consejo a algún amigo o adiestrador con experiencia.
El mercado de caballos incluye los anuncios clasificados en las revistas de caballos y los carteles en las cuadras. También engloba las ferias de venta y los portales en línea. Estos últimos ofrecen una buena orientación para comprar un caballo. Te harás una idea de la oferta que hay en tu región y los vendedores privados y comerciales de tu zona, sobre los que puedes obtener más información.
En los portales de internet: no compres un caballo por internet sin tener contacto con el animal.
Los tratantes de caballos tienen una gran selección de caballos. Sin embargo, comprarles a ellos puede entrañar riesgos porque puede que no conozcan todos los antecedentes del animal. En este caso, también deberás informarte ampliamente sobre el tratante.
Los criadores suelen vender caballos que han nacido y crecido con ellos. Si les compras un caballo, este procederá de expertos y vendedores que pueden perder su reputación si algo sale mal. Si ya sabes qué raza quieres, puedes ponerte en contacto con criadores serios a través de asociaciones de caballos.
Si has encontrado al caballo de tus sueños, ahora toca conocerlo. Observa bien al animal y al vendedor. Presta atención a los puntos siguientes y haz muchas preguntas sobre el comportamiento, el origen, la salud y las particularidades del caballo.
Para que no se te escape nada con tanta emoción, ve con un acompañante y llévate esta lista de control:
Tómate tu tiempo en la compra y no te precipites. Un vendedor serio te dará el tiempo que necesites para tomar una decisión. Es importante que pidas un paseo de prueba y veas cómo se comporta el caballo en las actividades cotidianas, como la ensilladura o la limpieza.
Asegúrate también de que la documentación de tu futuro caballo esté completa. Todos los caballos requieren un pasaporte, que es como su documento de identidad. Además, te darán un título de propiedad de tu caballo recién adquirido.
¿Has encontrado un caballo y ha saltado la chispa? Para que podáis pasar mucho tiempo juntos, es conveniente que el veterinario lo examine antes de comprarlo. Para ello existe el examen básico.
El veterinario comprueba el estado de salud general, así como la constitución física, las extremidades, los ojos y el corazón. El examen precompra ampliado incluye servicios adicionales, como radiografías de las patas y los cascos, análisis de sangre y ecografías.
Dado que estos exámenes cuestan dinero, es recomendable pedirlos solo si estás seguro de que es el caballo que quieres.
Antiguamente, la compra de un caballo se cerraba con un apretón de manos. Hoy en día, es mejor firmar un contrato de compraventa que contenga todas las condiciones marco importantes. ¿Qué pasa si descubres a posteriori que el animal tiene un defecto? Con un contrato, cuentas con una base sólida para, por ejemplo, rebajar el precio de compraventa posteriormente.
En función de si compras el caballo a un particular o a un vendedor, necesitarás un contrato diferente. En internet hay muchos contratos de muestra. No obstante, conviene que el contrato lo revise un abogado para evitar sorpresas desagradables después de la firma.
Si el poni de tus hijos resulta ser muy testarudo seis meses después de la compra o descubres que alguien de vosotros tiene una alergia, el vendedor debe ofrecerte una mejora, rebajar el precio o aceptar el caballo de vuelta.
El requisito es que el defecto existiera y se conociera antes de comprar el caballo. En este caso, también conviene pedir consejo a un abogado.
Si tú y el vendedor habéis llegado a un acuerdo, pronto tendrás a un nuevo compañero equino a tu lado. Para que disfrutes de él durante mucho tiempo, lo mejor es que contrates un seguro de responsabilidad civil para caballos. Si tu caballo ocasiona algún daño, estarás protegido ante los elevados costes de resarcimiento.
Con un seguro de gastos quirúrgicos reducirás los costes veterinarios y con un seguro de accidente protegerás a tu familia.
¿Te encantan los caballos y te gustaría tener uno propio? Sigue leyendo para saber qué debes tener en cuenta al comprar un caballo y cómo asegurarte de que esté sano y siga estándolo muchos años.