Ni le gusta, ni es seguro
Intento que se acostumbre poníendoselo de vez en cuando por casa.
Cuando lo lleva puesto, se tumba, no juega, no come, está triste.... no le gusta nada.
Además, una única vez me animé a sacarla a la calle con el arnés.
Se asustó, empezó a tirar hasta que se lo sacó por la cabeza, y eso que tenía la presilla de plástico abrochada.
En resumen, totalmente fallida la compra.