FANTÁSTICAS
NUNCA PENSÉ QUE UNAS PELOTITAS TAN SENCILLAS LE PODÍAN LLEGAR A GUSTAR TANTO A MI GATO. NO PARA DE JUGAR CON ELLAS, Y CUANDO LAS METE DEBAJO DEL SOFÁ Y NO PUEDE SACARLAS, LLORA DESCONSOLADO PARA QUE SE LAS SAQUEMOS.
YA NO HACE CASO A NINGÚN OTRO JUGUETE.