Mal olor, mucho polvo y poco práctica.
La compré por lo liviana pensando en mi columna, y sí, livianita es a la hora de ponerla en el arenero, el detalle es que luego se deshace, se vuelve polvo mojado y pesa horrores porque hay que cambiarla toda del tirón al no aglomerar.
En esa acción tragas muchísimo polvo (no hay mascarilla que valga).
Dura la tercera parte del tiempo que la aglomerante clásica y coge un olor francamente insoportable si vives, como yo, en un pisillo.
Para darle uso he tenido que mezclarla con la aglomerante :(